En vísperas de la boda de su hermana decidió perder peso. ¡Se volvió adicta y llegó a pesar 29 kilos!

La joven de 22 años desarrolló una brutal adicción al gimnasio y ortorexia, trastorno que alude a una obsesión por ingerir alimentos que no engordan y a raíz del cual se volvió anoréxica.

 

En vísperas de la boda de su hermana gemela, Bryony Horsley decidió bajar de peso para poder usar el vestido que había comprado su hermana para que fuera la dama de honor. Al cabo de unos meses, el deseo que tenía la joven de 22 años por usar los atuendos que su hermana había adquirido para ella, se esfumó por completo, ya que desarrolló una brutal adicción al gimnasio y a la alimentación “sana” que perdió más del peso presupuestado.

Horsley adelgazó de forma tan excesiva que ningún vestido le quedaba bien. Lo que comenzó como una resolución de Año Nuevo, terminó siendo el hecho detonante para que la joven desarrollara anorexia y fuera posteriormente hospitalizada cuando llegó a pesar tan sólo 29 kilos.

En tan sólo meses, la joven desarrolló un trastorno alimenticio, sumado a una brutal obsesión por el gimnasio y por ingerir alimentos exentos de grasa, azúcar y carbohidratos. Horsley comenzó entrenando un par de horas a la semana, sin embargo y tras ver los resultados que esto provocaba en su cuerpo, la joven transformó el gimnasio en su segundo hogar al asistir cinco horas al día.

Además de erradicar cualquier tipo de comida que pudiera aumentar su peso, la joven desarrolló una fobia a los alimentos ricos en grasa, azúcar y/o carbohidratos, hecho que desencadenaba una pérdida de peso aún más brutal.Durante meses, Bryony se dedicó a revisar las cuentas de Instagram de modelos como Kendall Jenner, Emily Ratajkowski y Suki Waterhouse, quienes entre su belleza destacan por su apariencia física delgada.

Afortunadamente, llegó un día en que la joven no logró reconocerse en el espejo, a raíz de lo cual admitió que estaba enferma. Con la ayuda de su hermana y familia, Bryony logró ser convencida de concurrir a un centro médico y ser hospitalizada. Tras ingresar a urgencias del establecimiento hospitalario, los médicos determinaron que la joven debía permanecer allí hasta tener un peso saludable, período que se prolongó por seis meses.

En seis meses y de acuerdo a lo que consigna “The Mirror”, la joven logró recuperar su vida y asistir a la boda de su hermana vistiendo aquel vestido que originó la obsesión que desarrolló por su cuerpo. Hoy, Bryony insta a otras mujeres a amar sus cuerpos y cuidar de ellos, además de mantenerse alejadas de las crueles autocríticas, las cuales podrían desencadenar algún tipo de trastorno alimenticio.