Si piensas que las personas modernas hacen cosas insólitas, debes ver algunos casos de la historia relativamente reciente. Nuestros antepasados hacían cosas mucho más extrañas ¡que estaban permitidas por la ley!
Hicimos para ti una lista de las 10 cosas más tenebrosas que en algún momento de la historia se consideraban totalmente aceptables.
10. Tratamiento con cocaína
Hace 100 años esta sustancia no se consideraba peligrosa. Al contrario, se podía conseguir en cualquier farmacia. La cocaína se les recomendaba incluso a los niños como somnífero. También se usaba para curar la tos y aliviar el dolor de las muelas. Y, como cualquier otra medicina, a las gotas y jarabes a base de cocaína se les daba mucha promoción.
9. Envío de niños por correo
Parece una broma, pero a principio del siglo XX en los Estados Unidos era absolutamente legal enviar a un bebé por correo con sus parientes. El envío costaba aproximadamente 15 centavos, siempre y cuando el niño no pesara más de lo que pesaba un envío estándar. Tal vez de esta manera los padres “cariñosos” ahorraban a la hora de enviar a su niño con la abuela.
8. Jaulas en las ventanas para bebés
En los 1930’s en Gran Bretaña se podía ver jaulas de alambre en las ventanas de muchas viviendas. Con estos artilugios tenebrosos los bebés respiraban aire fresco mientras sus mamás se ocupaban de las tareas domésticas. Es increíble, pero este tipo de jaulas se consideraban seguras. ¿En qué estaban pensando los padres de aquella época?
7. Ermitaños de jardín
Desde siempre los ricos han hecho sufrir a otras personas solo para cumplir sus caprichos locos. En el siglo XVIII existía la moda de tener en el jardín a un “ermitaño personal“, vestido con harapos. Al ermitaño se le prohibía bañarse, cortarse el cabello y las uñas y tenía que vivir en una ”gruta” artificial. Todo para poder presumir su “decoración viva” ante sus invitados.
6. Tratamientos dudosos
En un pasado no tan lejano, los médicos no tenían ni idea acerca de la desinfección y usaban todo tipo de métodos extraños: sangría para todas las enfermedades, corte de lengua para “curar” tartamudeo, lobotomía y descargas eléctricas. Hasta para los médicos más exitosos de aquella época, por ejemplo, el cirujano ortopedista Lewis Sayre (en la foto de arriba está con una paciente), las cirugías con un desenlace letal no eran una rareza.
5. Juguetes radiactivos
En los años ’50 del siglo XX la radiación no estaba mal vista como ahora: simplemente no se consideraba peligrosa. Los juegos “atómicos” como el mini laboratorio que se puede ver arriba eran muy populares. El kit contenía elementos radiactivos: polonio y uranio, pero, por supuesto, en dosis microscópicas.
4. Zoológicos humanos
Hace tiempo, en Occidente era popular el “entretenimiento“que exhibía a los asiáticos y africanos como salvajes, a menudo al lado de monos para ”comprobar” la teoría de Darwin. Esta práctica vergonzosa existió durante mucho tiempo: en la foto de arriba puedes ver el zoológico de Bélgica en 1958.
3. “Excursiones” a los manicomios
En el pasado, a los pacientes de los establecimientos psiquiátricos se los trataba de formas horribles y casi no se los alimentaba. Esto sucedía a pesar de que su mantenimiento estaba pagado por sus seres queridos. Pero esto les pareció poco a los dueños de los manicomios: decidieron organizar un pequeño negocio. Por un pago moderado, cualquier persona podía entrar a mirar a los enfermos mentales e incluso punzarlos con un palo.
2. Colecciones de partes del cuerpo
Hoy en día solo un psicópata coleccionaría partes del cuerpo como trofeos. Pero hace tiempo este hobbie no provocaba ningún repudio: las personas de alta alcurnia tenían colecciones privadas de partes del cuerpo humano y los soldados a veces llevaban a casa el cráneo de su enemigo. Esto fue justo lo que hizo un marino de la Segunda Guerra Mundial, al cual puedes ver en la imagen de arriba con el cráneo de un soldado japonés.
1. Recomendación de fumar durante el embarazo
Hoy en día hay muchas regulaciones que prohíben fumar en ciertos lugares, pero hace 70 años los doctores estadounidenses les recomendaban a las embarazadas fumar para combatir el estreñimiento. Las mujeres podían fumar en el hospital después de haber dado a luz. No queremos ni imaginar qué sería de nosotros si la medicina aún compartiera esta opinión.