Un niño desaparece de su casa sin dejar rastro. Luego de 21 años le dicen a su madre que está vivo

Esto fue como “un balde de agua fría”.

María Mancia abraza a su hijo. Él ya tiene 22 años, quiere estudiar derecho y hasta hace un tiempo atrás no tenía idea que tenía hermanos o una vida esperándolo en Estados Unidos. ¿Por qué? Cuando él tenía 18 meses de nacido, su padre lo secuestró y lo llevó a México. Desde aquel día, su madre lo buscó y nunca perdió la esperanza de que algún día se volverían a ver. Esta es la desgarradora historia de Maria y Steve.

Como cualquier madre fiel a sus pequeños, María nunca perdió la esperanza de que volvería a reunirse con su hijo, a quien le arrebataron cuando este era apenas un bebé. “Me pase 21 años buscándolo, pensaba que nunca más lo volvería a ver”, dijo en lágrimas.

 

Todo pasó en 1995, cuando la madre había regresado a su casa y se había dado con la terrible noticia de que el padre de Steve se había fugado con todas las fotos y documentos de identidad del hijo. Acudió a la policía pero desgraciadamente el caso, con el tiempo, fue cerrado y olvidado.

En el 2012, aquella aterradora demanda llegó a las manos de la unidad de niños secuestrados de San Bernardino. Y es ahí que se volvió a abrir el caso. Las investigaciones fueron arduas, hasta que por fin se supo el paradero del padre. Estaba en Puebla, México.

Cuando indagaron más sobre el padre, este había desaparecido y los investigadores decidieron usar esa información para acercarse al joven. “Le dijimos que estábamos investigando a su padre y necesitábamos su ADN para localizarlo. No queríamos asustarlo. No estábamos seguros de que resultaría, así que tratamos el tema con bastante cuidado”, afirmó Cragg, uno de los investigadores.

En mayo de 2016, las muestras de ADN de Steven y Maria fueron llevadas al laboratorio del Departamento de Justicia, para ser analizadas. A las semanas ya estaban los resultados: 100% de COINCIDENCIA.

“Fue un shock para mi. Mi padre me había dicho que mi madre me había abandonado de bebé. Así que cuando me llamaron para decirme que me estuvo buscando por 21 años y al fin nos iríamos a ver, fue como un balde de agua fría para mi. Pero fue una gran noticia. Es una gran noticia”.

-Steve a medios locales-

El reencuentro de mamá e hijo fue muy conmovedor y totalmente especial para ambos. Poco después, conoció a sus 4 hermanos.

Ahora, se sabe que Steve, como un ciudadano americano, quiere seguir estudiando derecho allá. Del padre no se tiene ninguna información, aún está en duda si es que sigue desaparecido o si es que lo procesarán por secuestro.

¡Al fin se encontraron!