En la vida estamos expuestos a pasar por todo tipo de circunstancias, unas más llevaderas que otras, pero que sin duda nos dejan alguna enseñanza. Es algo muy común que todos tengamos pequeñas tendencias a esperar que las cosas sean de cierta forma, funcionen de cierta forma, o incluso se vean de cierta forma, ¿no es verdad?
Después de todo pasamos años y años aprendiendo de todo lo que el mundo tiene para ofrecernos y en general de lo que existe a nuestro alrededor, así que no es de extrañar que de vez en cuando veamos algo que de alguna forma no encaja o no sea lo que habíamos esperado, y de inmediato nos sintamos un poco confundidos, decepcionados, o incluso ¿por qué no? Molestos.
¡Es que uno no puede simplemente construir una puerta de 20 cm de ancho y salirse con la suya! ¿En qué diablos estaban pensando? ¿¡Para quién!? ¿Para que la escoba se sienta especial por tener una puerta para ella sola? Por favor que alguien nos explique de dónde han salido estas ideas.
Para ver cosas como estas será mejor que respires profundo.
De hecho, si te sentiste así con ese pequeño ejemplo que acabo de describir, quizás lo mejor sea que te prepares un té relajante y hagas una pequeña sesión de meditación antes de seguir abajo.
1. Las manillas de esta puerta ¡Agh!
Y es que no son pocas las ocasiones en las que alguien, por alguna razón, simplemente se sale con la suya con una de estas aberraciones ¡¿por qué lo hacen?!