Perdió 60 kilos y ahora se ve irreconocible.
Todo cambio que sea fruto del esfuerzo, la constancia y las ganas de superarse a sí mismo, terminará por darnos una cuota importante de bienestar. Y cuando estas modificaciones tienen que ver con el aspecto físico, la comodidad aumenta porque el cambio es tanto interno como externo. Los resultados se hacen visibles y, por ello, absolutamente innegables. Si bien muchas personas sostienen que aquello es sólo un asunto superficial, todo el trabajo psicológico y emocional que se llevó a cabo no puede ser subestimado.Danny Mabley es un perfecto ejemplo de esto.
Es un chico canadiense de 21 años que, hasta hace dos años, poco y nada sabía sobre nutrición y alimentación saludable. No estaba al tanto, por ejemplo, de lo que eran las calorías. Así lucía en ese entonces.
Danny Mabley
Pesaba 141 kilos y su obesidad comenzó a pasarle la cuenta. Tenía problemas para dormir, además de dificultades y fuertes dolores en las rodillas.
Pero el mayor problema surgió cuando Danny se convirtió en objeto de burlas por su peso. El bullying se hizo insoportable y él dejó de asistir a clases y se sumergió en una depresión.
Pero todo cambió cuando uno de sus amigos lo invitó al gimnasio. Al ver que Danny estaba en una situación de sobrepeso bastante compleja, decidió ayudarlo e incentivarle el gusto por el ejercicio. Lo que su amigo no sospechó era que Danny se lo tomaría tan en serio.
Entonces, antes de que nadie pudiera advertirlo, estaba yendo al gimnasio 5 veces por semana. Los kilos empezaron a desaparecer rápidamente.
Y así terminó luego de poco más de un año.
Un cambio radical que le hizo sentir realizado.
Hoy, Danny es entrenador personal y ayuda a otras personas a bajar de peso tal como lo hizo él. Además, tiene una cuenta de Instagram que es seguida por más de 68 mil personas. A través de ella muestra su impactante transformación.