Una de las niñeras del resort portugués Ocean Club, donde desapareció Madeleine McCann en 2007. Por primera vez, la mujer decidió contar detalles de lo que se vivió esa noche en el hotel.
La babysitter, que quiso reservar su identidad, aseguró que Maddie era la favorita de todas sus compañeras de trabajo. “Recuerdo su carácter y temperamento. Era ligeramente tímida, muy dulce”, contó al periódico británico The Mirror.
Recordó que la noche del 3 de mayo, alguien se le acercó y le dijo que un padre estaba buscando a su hijo, pero nunca pensó que era Madeleine. Poco después pudo ver a Kate, la madre, llorando desconsolada y gritando “Se la llevaron”. “Ella lloraba, pero casi en un estado catatónico. Y Gerry estaba muy angustiado. Eso es lo que recuerdo de él, buscando debajo de los automóviles. No puedo olvidar eso. Nos dijeron que comenzáramos a buscar en cubos de basura en caso de que su cuerpo estuviera en alguno. En ese punto, nos dimos cuenta de que era algo serio”, relató la mujer, que en ese momento tenía 20 años.
Los empleados y la familia de la niña realizaron esa misma noche un rastrillaje por las calles de Praia da Luz, donde los McCann, que residían en Reino Unido, estaban de vacaciones. La mujer destacó lo inseguro que era el lugar, al punto que sus jefes no la dejaban salir sola de noche por temor a que sea violada.
La niñera, como todos los trabajadores del hotel, tuvo que declarar ante la policía. Cuando le preguntaron si creía que los padres habían tenido relación con la desaparición, aseguró que no. “Les dije que no, en absoluto. En primer lugar, por los tiempos, y en segundo lugar, dónde estaban, sus reacciones, todo. No hay opción de que hayan sido”.
Esa noche, los padres habían ido a cenar cerca de la habitación y dejaron a la pequeña de 4 años sola con sus hermanos gemelos de 2 años. Al regresar, Maddie había desaparecido.