Cuando una mujer está embarazada sufre muchísimos cambios, no solo en su cuerpo sino en su estado de ánimo. Un minuto está de buenas y al otro parece un ogro y a eso le podemos sumar el malestar general, la cambiante temperatura corporal, la sensibilidad a ciertos olores y los temibles y extraños antojos.
Todo esto en conjunto NO es fácil de sobrellevar y por eso hoy queremos reconocer a esos hombres que saben lo que es tener una mujer embarazada en casa y han aprendido a ser pacientes y complacientes con ellas. ¿Y cómo no serlo? ¡Ella lleva en su vientre la mayor muestra del amor que hay entre ustedes!