Muchos sueñan con sentir aquel amor en el que flotan mariposas por tu barriga, sobre el que se escriben infinidad de libros y se ruedan películas. Pero existe también ese amor en el que una persona es excesivamente dependiente de la otra. Y eso no es amor, tan solo te arrastra al autoengaño.
Hemos decidido contarte 7 señales que te alertarían si vives una relación que para nada te conviene. Y será urgente que le pongas freno cuanto antes. Tienes que replantearte las cosas si…
1. Sientes angustia y ansiedad cuando no está contigo
Y eso no solo se refiere a esos momentos en que se fue a robar un banco o a una cena de negocios con su secretaria, sino siempre. En cuanto él sale de casa, en tu mente se suceden multitud de escenarios sobre situaciones que, seguramente, solo te llevan a pensar en que le ocurrirá algo malo y ya no volverá.
2. Lo controlas todo
El geolocalizador está siempre activo para ti, se ha convertido en tu amigo más fiel. En estos casos, ni siquiera vale la pena mencionar que en tales situaciones ya conoces hasta de memoria todas las contraseñas de sus páginas en redes sociales y su teléfono está más en tus manos que en las suyas, como si tu pareja fuera una propiedad.
3. Te portas tal y como le gusta a él
Si constantemente le ocultas que no te gusta llevar solo prendas de cuero y de color negro por no hacer daño a su afición maníaca por el hard rock, no te engañes pensando que solo intentas ser flexible armonizando tu relación.
4. Esperas que tu amor lo cambie
Si ahora ya le pasa algo (deudas por los juegos de naipes, amigos con caras que recuerdan a identikits policiales, una casa llena de botellas vacías de cerveza), ¡ningún amor lo cambiará! Las excepciones existen, sí, pero más bien por un corto periodo de tiempo.
5. No tienes tiempo para los demás
Y no estamos hablando de esta obsesión romántica de estas las primeras semanas de una relación. Pero cuando todo tu mundo se reduce exclusivamente a él, o aún peor, que él limite tus relaciones para con los otros, claramente es una señal de alarma.
6. Renuncias a tus objetivos
Puedes ir de manera habitual con tu pareja a los conciertos de rock, partidos de fútbol o programas de cocina, pero negarte a ti misma el deseo de escribir libros infantiles o cantar en el coro, cuando llevabas haciéndolo toda tu vida, esto no es serio. Te perderás a ti misma.
7. Simplemente te asusta la soledad
¡No tengas miedo! Recuerda que mientras estás sola, ese sitio queda libre para alguien que realmente valga la pena y se adapte a tu ideal de compañero sentimental. ¡Y esta persona, sin duda alguna, aparecerá en tu vida!