En aquel entonces, Sam tenía 19 años y pesaba 154 kilos al comenzar en el programa. Para cuando terminó, había perdido 71 kilos. Ahora tiene 29 años y es bombero, así que queda claro que ha mantenido sus buenos hábitos desde que apareciera en televisión.

Compartió una foto de cuando era un grueso adolescente en el programa junto a una actual, en la que es un bombero muy en forma, y es imposible reconocerle. Ha encontrado el amor y  ha aparecido como modelo en calendarios de bomberos. Ahora se dedica a llevar un estilo de vida saludable y hacer ejercicio. “Soy adicto a hacer ejercicio, me encanta correr y entrenar con mi hermano. Hago algo de deporte para estar en forma y también voy al gimnasio,” dijo al periódico australiano The Daily Telegraph.

A pesar de su cuerpo cincelado, aún le queda algo de la ansiedad que tenía en sus días de obesidad. “Me siento extremadamente cohibido,” dice. “Aún no me gusta quitarme la camiseta, ni siquiera en la playa.”

La historia de Sam es muy inspiradora y muestra lo que se puede hacer con trabajo duro y dedicación hacia una vida sana. Tras conseguir su meta de ser bombero y tener un aspecto increíble en el proceso, Sam cree que “puedes estar tocando fondo y, con trabajo duro y persistencia, darle la vuelta a la tortilla y cumplir tus sueños.”

Este es Sam Rouen. A la izquierda, cuando era adolescente y salió en el reality “El mayor perdedor”