El ex vocalista falleció en julio, a los 41 años, y se descubrió que él hizo más que ahorcarse antes de morir.
El 20 de julio, el mundo del rock perdió a uno de sus artistas más icónicos en la actualidad. El vocalista de la banda de nu metal Linkin Park, Chester Bennington, fue hallado muerto tras ahorcarse en su casa, en California. La noticia impactó a una gigantesca legión de fanáticos, además de romper el corazón de sus colegas en la banda.
Pero aún quedaba más tristeza que sentir, pues suautopsia revela que el cantante no estaría solamente en un profundo estado depresivo al morir.
Según reveló el sitio TMZ, la autopsia del cuerpo de Chester revela que el cantante “tenía pequeñas cantidades de alcohol y MDMA (éxtasis). Autoridades también encontraron un envase de Zolpidem (sedativo utilizado mayormente para problemas de sueño). Había también una botella vacía de Corona y un vaso de cerveza Stella Artois a medio lleno”.
Y tales detalles muestran que el cantante sucumbió a volver al consumo de drogas y estaba en un estado de mucha ansiedad.
La policía también halló restos de uñas debajo de su iPhone y de una mesa y, según su esposa Talinda Bennington, él dejaba ese rastro cuando estaba ansioso.
La viuda, además, señaló que él tenía un historial de intentos de suicidio. Uno de ellos fue en 2006, cuandosalió de casa armado y ebrio.
De acuerdo con ella, además, su marido estaba en un tratamiento ambulatorio para controlar su drogadicción y que Chester dijo a algunos amigos que llevabaseis meses de sobriedad.
Pero finalmente el cantante incluso volvió a las drogas, de las cuales se había alejado por un tiempo, quizás por la fuerza de su drama psicológico.
Descanse en paz, Chester Bennington.