Hasta los 10 años, Keira Walcott fue como cualquier niña de su edad en Reino Unido. Pero un día extrañas manchas blancas comenzaron a salir en distintas partes de su cuerpo.

Eran las primeras señales del vitíligo, una enfermedad de tipo auto-inmune que se caracteriza por generar pigmentos de coloración más clara en algunas partes del cuerpo.

Al inicio no le molestó mucho, hasta que supo que algunos compañeros de colegio le llamaban “La Pirata Manchada”. “Mi confianza era tan baja que la única forma en que encontré el coraje para enfrentarme al mundo era con base de maquillaje” contó Keira a The Mirror.

Durante su adolescencia, experimentó con muchos tipos de maquillajes y finalmente descubrió una extraña mezcla que podía cubrir por completo los pigmentos que marcaban su rostro. En 2015, Keira conoció a su novio Owen Savage y temía contarle la verdad por miedo a su reacción.

Pasó siete meses completamente maquillada frente a él en todo momento. Dormía con maquillaje e incluso lo retocaba antes de ir a la cama.

Un día al dormir el maquillaje cedió y Keira pensó que Owen se molestaría. Pero algo impactante para ella ocurrió. “Owen me aceptó tanto cuando supo la verdad que supe que tenía que tratar de convertir mi batalla con la condición en algo positivo. Casi no tuvo ninguna reacción, solo lo aceptó y me dio un abrazo. Me sentí idiota por ser tan paranoica y fue un alivio dejar la verdad fuera”, confesó la mujer.