Sufrió quemaduras en 96% de su cuerpo. Se quitó la ropa y demostró que se puede vivir con cicatrices

“La campaña ofrece una visión inédita de una multitud de personas increíbles y sus cicatrices, con el objetivo principal de desafiar las percepciones de la gente sobre la piel en la que estamos y encontrar belleza en lo inesperado”, reza la descripción de la sesión fotográfica.

En el año 2013, Catrin Pugh de 23 años se vio involucrada en un fatal accidente automovilístico, en los Alpes franceses, en el cual más del 96% de su cuerpo resultó con quemaduras de gravedad. El bus en el que viajaba chocó a gran velocidad y se convirtió en una bola de fuego de enormes proporciones, la cual afectó la totalidad de la superficie de la máquina, convirtiéndolo rápidamente en cenizas.

La gravedad de sus lesiones provocó que los médicos estimaran que la joven tenía prácticamente nulas posibilidades de sobrevivir. Pugh permaneció durante tres largos meses en coma inducido, mientras fue sometida a más de 200 operaciones que permitieron la reconstrucción de su cuerpo y las cuales lograron de forma milagrosa que la joven no muriera en el intento.

Hoy y a cinco años del accidente, la inspiradora joven decidió ser parte de un fascinante proyecto “Behind The Scars” (detrás de las cicatrices), el cual busca cambiar la percepción de la sociedad sobre las cicatrices. La iniciativa tiene como protagonistas a decenas de personas que sobrevivieron a accidentes que dejaron consecuencias en su piel, cuya belleza permanece intacta.

Sin pensarlo dos veces, la joven que busca ingresar a la universidad, se quitó la ropa y dejó ver las cicatrices que dejaron las llamas que atravesaron su cuerpo. La encargada del proyecto es Sophie Mayanne, una fotógrafa que busca desafiar las percepciones sobre las cicatrices.

“Escuché sobre el proyecto de Sophie a través de las organizaciones benéficas con las que trabajo, las principales son Katie Piper Foundation y Changing Faces, y me puse en contacto con ella”.

“Me sentí bien y quería mostrar que mis cicatrices no son un gran problema, las veo todos los días y no me siento incómodo con ellas”.

“Hay personas por ahí que pueden sentirse avergonzadas o avergonzadas por sus cicatrices y al mostrar todo lo mío, quería hacer que se sintieran más seguros de ellos”.