Katie Stephens, de 22 años, y Eddie Zytner, de 25, son una pareja de enamorados canadiense que decidió vacacionar en un reconocido balneario de República Dominicana: Punta Cana.
Caminando descalzos por la paradisíaca playa, ambos contrajeron una extraña enfermedad a la piel que dejó sus pies completamente hinchados y con pústulas amarillas y violeta.
Luego de su estadía, ambos volvieron a Canadá y comenzaron a notar extraños síntomas. “Estábamos rascándonos los pies”, dijo Stephens según recoge el portal de noticias Daily Mail. De todas formas, suponían que tenía relación con las conocidas pulgas de arena.
Pero tras algunos días todo empeoró. En ese momento fue que decidieron buscar ayuda médica. Luego de visitar a dos especialistas que no dieron con ningún diagnóstico, pudieron llegar a uno que llegó a la certeza.
La pareja había contraído larvas migratorias, capaces de provocar una desconocida afección llamada anquilostomosis. Según la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos, se trata de una “infección en humanos con larvas (gusanos inmaduros)” o parásitos.
Estos, generalmente, se encuentran en las heces de los perros y gatos, y cuando los huevos eclosionan son capaces de infestar la superficie.
Así es como podrían entrar en la piel, causando erupciones cutáneas y picazón.
Lo más común es poder ver “huellas elevadas en la piel similares a una serpiente que se pueden diseminar con el tiempo, por lo regular aproximadamente de 1 cm por día en (…) los pies y en las piernas”.
En el caso de Katie y Eddie, los signos se mostraron así:
La afección se trata con medicamentos antiparasitarios y, en general, las únicas medidas de prevención tienen relación con la higiene.
Así, la Biblioteca de Medicina llama a desparasitar a los animales y a cubrir los pies en las playas. “El uso de calzado en las áreas donde se sabe que se presentan las infestaciones por anquilostoma ayuda a prevenir la infección”, plantea.