No es ningún secreto que comer sano y hacer ejercicio son las claves para adelgazar, sin embargo, esas no son las únicas cosas que hay que tener en cuenta si queremos llevar un estilo de vida saludable. Lo cierto es que si queremos bajar de peso con facilidad, debemos empezar el día con buen pie, y eso implica no caer en los típicos errores que cometemos por la mañana.
Echa un vistazo a los principales comportamientos que te están dificultando bajar de peso:
1. Dormir demasiado
Al igual que resulta perjudicial no descansar lo suficiente, dormir demasiado también puede resultar contraproducente.
Pasar demasiadas horas en la cama aumenta las posibilidades de sufrir diabetes y enfermedades del corazón. Además, si eres de los que siempre está pulsando el botón de “posponer alarma”, lo más probable es que te levantes con prisa y no tengas tiempo para desayunar adecuadamente.
2. Saltarse el desayuno
Al saltarte el desayuno, le estarás haciendo un flaco favor a tu metabolismo y harás que el resto de comidas tengan que ser más pesadas.
Además de aumentar tu energía y estabilizar los niveles de glucosa, un buen desayuno también ayuda a disminuir los niveles de cortisol en la sangre (la hormona del estrés).
3. Olvidar pasar por la báscula
Llevar un seguimiento de tu progreso de pérdida de peso es una estupenda forma de mantener la motivación.
Para poder hacer un seguimiento correcto de tu peso, subirte a la báscula será lo primero que debes hacer en la mañana después de haber ido al baño (cada gramo ayuda, ¿verdad?)
4. Comprobar las notificaciones nada más levantarte
Si lo primero que haces es coger el móvil y no apartar la cara de la pantalla incluso antes de que puedas abrir los ojos, estarás preparando el terreno para un completo fracaso.
Si te despistas demasiado a causa de un correo electrónico o la foto que subió uno de tus amigos, estarás perdiendo un tiempo vital y necesario para poder completar una rutina saludable durante el resto de la mañana.
5. Elegir prendas incómodas
Cada trabajo necesita un tipo de uniforme específico, por lo que a veces no hay mucho donde elegir, sin embargo, optar por ropa cómoda cuando salimos a la calle es esencial.
Si eliges llevar un traje ajustado o utilizar tacones altos, estarás menos predispuesto a utilizar escaleras o dar un paseo exprés durante la hora de tu almuerzo. Si perder peso es realmente un objetivo importante para ti, opta por ropa cómoda que no te impidan moverte durante el día. Cada paso que das, cuenta.
6. Ingerir los carbohidratos equivocados
Los carbohidratos son una parte importantísima de cualquier dieta ya que constituyen una de las fuentes principales de energía. Sin embargo, ingerir demasiados de estos nutrientes durante el desayuno podría aumentar las ansias y hacer que comas de más durante el resto del día.
7. Saltarte la meditación
Practicar un poco de meditación durante la mañana podría ayudarte a perder peso. La respiración profunda y la música relajante ayudan a reducir la presión arterial y los niveles de cortisol, que como dijimos anteriormente, es la hormona del estrés. Si comienzas el día estresado, serás más propenso a experimentar un aumento de apetito y por consiguiente, un aumento de peso.
8. No estirar
Los estiramientos matutinos te ayudarán a relajar los músculos doloridos, despejar tu mente y preparar tu cuerpo para el resto del día.
No es necesario que pases 20 minutos estirando cada mañana, con que realices algunos ejercicios suaves para evitar lesiones durante 3 o 4 minutos conseguirás obtener el impulso de energía que necesitas.
9. Iniciar el día a oscuras
¡La luz del sol es tu amiga! Comienza el día abriendo las persianas y dejando que la luz del sol inunde la habitación. Además de mejorar tu estado de ánimo, la luz natural despeja tu mente y prepara tu cuerpo para aguantar el resto del día. Y recuerda, más energía significa más predisposición para realizar ejercicio.
10. Pasar del vasito de agua de la mañana
Estando aún en ayunas, toma una taza de agua fría para ayuda a tu cuerpo a mantener el equilibrio entre nutrientes, la temperatura corporal y facilitar la digestión de los alimentos.
Un solo vaso de agua a primera hora de la mañana pondrá en marcha tu cuerpo y llenará tu estómago, por lo que será menos probable que comas en exceso durante el desayuno.