magina llevar una vida normal, común y corriente como hijo único, que no hay nadie más idéntico a ti; y de repente, un día, así de la nada, aparecen dos hermanos idénticos a ti, dos personas que no tenían ni la más remota idea que existían.
Este fue el caso de Robert Shafran, Eddy Galland y David Kellman, quienes pasaron 19 años de sus vidas sin saber que eran trillizos.
Fueron separados al nacer y adoptados por distintas familias, sin saber de la existencia del uno y el otro. Pero la verdad afloró, aunque de manera siniestra.
Shafran, Galland y Kellman fueron adoptados en 1961. Cada uno fue monitoreado desde su nacimiento como parte de un experimento del doctor Peter Neubauer, un psicoanalista de origen austríaco del Manhattan Child Development Centre en Nueva York.
El objetivo del estudio era ver hasta qué punto influía en la naturaleza de los niños el entorno socioeconómico y la educación. Los padres adoptivos visitaban al investigador mensualmente para ver el progreso de los niños.
Pero el destino hizo de las suyas en esta historia. Michael Domnitz había asistido al primer año de universidad con su amigo Eddy Gallan. Michael sabía que su amigo había tomado la decisión de no volver a la universidad. Sin embargo, al año próximo todo el mundo empezó a saludar a Gallan, creyendo que había regresado, pero en realidad no era él.
“Cuando lo vi empecé a temblar. Me puse pálido porque sabía que era el doble de Gallan”, contó Michael para el documental Three Identical Strangers (Tres extraños iguales).
Cuando la historia fue registrada por los medios locales, en donde aparecía una fotos de Shafran y Gallan, Kellman los contactó para decirles que creía que también era hermano de ellos.
Luego tuvieron una breve fama, incluso apareciendo de extras en películas de Hollywood.
Pero la historia de los tres hermanos tuvo giro siniestro cuando se enteraron la verdad de por qué fueron separados. El experimento consistía en ponerlos con familias de diferente poder adquisitivo y que éstas no supieran que el hijo que adoptaron tenía hermanos.
Al parecer, el experimento fue practicado con otros niños. Las autoridades investigan cuántos casos pudo haber.
Gallan se suicidó a los 33 años. Ahora Shafran y Kellman buscan una compensación y una disculpa del grupo que llevó acabo la investigación.
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Vía: Infobae