El desierto no es precisamente el espacio más grande de la zona terrestre, pero, sin duda, es uno de los más misteriosos. La arena ocupa casi una cuarta parte del mundo y nadie sabe cuántas cosas inusuales se esconden en su sepulcral silencio ardiente. Hoy estamos listos para revelarte un poco más sobre sus secretos, contándote algunos de sus más increíbles hallazgos.
A continución verás una colección de objetos asombrosos, cuyo estudio aún trae de cabeza a las mejores mentes del mundo.
1. La Estructura de Richat del Sahara en Mauritania
Para cualquier excursionista, estas podrían ser solo unas colinas, pero la realidad es que se trata de unos anillos gigantes con un diámetro de 50 kilómetros formados por rocas de diferentes edades (desde 2 500 a 480 millones de años). Dependiendo de la hora del día, los anillos poseen la peculiaridad de cambiar de color. Científicamente, se les ha denominado como la Estructura del Richat, pero hay quienes prefieren un nombre aún más misterioso como el “Ojo del Sahara” o “El Ojo de la Tierra”.
Los astronautas fueron los primeros en notar este objeto extraño. Durante mucho tiempo fue un punto de referencia para aquellos que estaban en órbita. Lo más probable es que Richat sea consecuencia de una erosión natural.
2. Momias del Tarim
En 1899, el viajero Sven Hedin se encontró con la ciudad de Loulan Kingdom, perdida en el desierto de Taklamakán. Cuál fue la sorpresa de los científicos cuando se hizo evidente que el extinto oasis en el territorio de la China actual había sido fundado por representantes de una raza atípica en este enclave.
Los habitantes que vivían aquí se distinguían por su elevada estatura y cuerpos esbeltos, narices y cráneos alargados, grandes ojos hundidos y un cabello largo de color rojo o rubio. También vestían ropas de corte occidental. El análisis de ADN confirmó lo siguiente: son caucásicos. Pero ¿por qué vivían en Asia en la antigüedad? No existe una respuesta exacta a esta pregunta.
3. Círculos de hadas en Namibia
El desierto africano de Namibia está salpicado por áridas áreas circulares de tierra que alcanzan los 15 metros de diámetro. Los llamados “círculos de hadas” aparecen en territorios alejados de las zonas residenciales.
La población autóctona de los himba cree en lo siguiente: en el lugar bajo la corteza terrestre vive un dragón y su respiración ardiente irrumpe en la superficie creando enormes burbujas. Son estas las que queman todo a su alrededor. Pero los científicos, por su parte, estiman que los enigmáticos círculos son “generados” por hormigas o termitas, venenos de plantas o bien por la radiactividad del suelo. El estudio se ha prolongado ya durante casi 50 años.
4. Rollo de cobre del Mar Muerto
A mediados del siglo pasado, en Khirbet Qumrán (cerca del Mar Muerto) se descubrieron cientos de manuscritos del siglo I. Pero algo no cuadraba en este impresionante hallazgo: todos los textos estaban escritos en pergamino o papiro, y solo uno de ellos, el llamado Rollo de Cobre, sobre metal. ¿Por qué?
Al descifrarlo se reveló lo siguiente: esta es una lista de lugares en las proximidades de Jerusalén y el oeste de Palestina, donde se ocultan un total de 400 toneladas de oro y plata. Es probable que sean los tesoros del legendario templo de Jerusalén, destruido por los romanos.
5. Esferas púrpuras (Purple Balls), en Arizona
En un día de verano de 2013, el curioso matrimonio Vargas se adentró en la esquina aislada del desierto de Arizona, cerca de la ciudad de Vile. Allí vieron miles de pequeñas esferas translúcidas de color púrpura, brillando con los rayos del sol. Cerca de allí no había ni plantas, ni huellas de animales.
Los periodistas han filmado y escrito sobre esta historia. Como resultado, las opiniones científicas están divididas: ¿son producto de la actividad vital de los hongos, son perlas de hidrogel convencionales o un desinfectante arrojado desde una avioneta? Los ufólogos (que estudian la ovnilogía) también han opinado sobre este caso: los humanos hemos tenidos el honor de ver huevos o quizás excrementos de los alienígenas.
6. Las bibliotecas del desierto de Chinguetti
El desierto africano alberga la ciudad de Chinguetti en Mauritania que sorprende a muchos por sus bibliotecas. En el siglo XI era un próspero centro comercial. En sus mejores años llegó a albergar 30 depósitos de libros y solo 5 han sobrevivido hasta nuestros días.
Los manuscritos siguen en poder de los descendientes de sus propietarios y no están por transferir sus reliquias al gobierno de Mauritania. Solo el 5 por ciento de un total de 33 000 libros están en museos. Pero las condiciones del desierto son extremadamente dañinas para tales artículos tan frágiles. Existe el riesgo de que todo se pierda y nunca podamos conocer su contenido.
7. El cementerio de las ballenas en Atacama
Desierto de Atacama, Chile. Año 2010. Los trabajadores que hacían obras de ampliación de una carretera fueron testigos de una imagen increíble: sobre una superficie similar a dos campos de fútbol se encontraron unos esqueletos perfectamente conservados de 75 cetáceos que habían fallecido, como se descubrió después, entre 2 y 7 millones de años atrás. El mar estaba a más de 1 kilómetro. ¿Cómo fue que llegaron aquí?
Los científicos llegaron a la conclusión de que este cementerio de ballenas es fruto de una catástrofe (los animales murieron aún en el mar y después la tormenta los llevó a tierra firme). Probablemente, todo sucedió a causa de los venenos que desprenden las algas tóxicas durante su proliferación.
8. Estructuras megalíticas en el desierto de Nubia
Nabta Playa, así se llaman unas estructuras megalíticas en el desierto de Nubia: cinco filas de bloques montados verticalmente con una altura de tres metros y que pesan varias toneladas, con una edad superior a los 1 000 años parecidos a Stonehenge.
Este crómlech fue descubierto accidentalmente en la década de 1970. La versión principal apunta a que es una especie de calendario. Con su ayuda, se podía determinar la fecha del solsticio de verano y esta, a su vez, indicaba el momento adecuado para la migración invernal de la gente (en verano, aumentaba el nivel de agua del lago ubicado al lado).
9. Vidrio libio
El vidrio de sílice, también denominado Lechatelierita, una especie de piezas verdosas, amarillentas o completamente transparentes que se asemejan al cristal. Fueron encontradas en el desierto de Libia en la época del Antiguo Egipto, que eran utilizadas como adornos por los faraones. ¿Qué tiene esto de extraño? Este mineral, muy raro en la Tierra, se formó a una temperatura de miles de grados hace millones de años.
La primera descripción científica del vidrio libio se hizo en 1932. Las disputas sobre el origen no cesan. Algunos están convencidos de que esta es una terrible consecuencia de una guerra nuclear prehistórica. Otros se inclinan más por la teoría de la lluvia de meteoritos.
10. Las ’ruedas’ de Jordania
En 1927, un piloto de la RAF (Fuerza Aérea Británica) llamado Percy Maitland iba volando sobre Jordania cuando notó geoglifos circulares en el Desierto Negro. Luego resultó que estas no eran imágenes individuales, sino partes de toda una red que se extendía también a Siria, Arabia Saudita y Yemen.
Algunas de las “ruedas” son más antiguas que las líneas del desierto de Nazca. ¿Por qué motivo comenzaron sus habitantes en aquella época una construcción de tan grandes dimensiones? Es muy posible que los geoglifos de Oriente Medio estén relacionados con la exploración astronómica, tipos de entierro u operaciones militares.