Es indiscutible que las enfermeras tienen un trabajo muy duro y sin su trabajo desinteresado, los pacientes tendrían muchos problemas. Su vida en general consiste en muchas horas de servicio, poco sueño y refrigerios rápidos.
¡Pero algunas logran combinarlo todo con las tareas domésticas y el cuidado de sus hijos! Es una lástima que pocas personas aprecien el trabajo que hacen.
Pero esto no se aplica a Philip Urtz, quien publicó en las redes sociales una emotiva carta dirigida a su esposa Jessica.
Ella trabaja como enfermera y muchas veces se ve obligada a comer sola a altas horas de la noche. Su turno puede extenderse hasta 14 horas. Esto es lo que Philip escribe al respecto:
“Esta es mi esposa Jessica cenando después de un día laboral de 14 horas.
Después de regresar a casa solo tiene tiempo para comer algo y dormir, pues al día siguiente le espera otro turno.
Ella tiene que levantarse muy temprano. No le gusta que la molesten por la mañana y respeto eso. Se da una ducha, se recoge el pelo en una cola, toma su desayuno, alimenta al perro, me besa y sale de casa.
En el trabajo ella se preocupa por aquellos que lo están pasando mal. Personas en un estado delicado, víctimas de accidentes, caídas, fracturas, personas con daño cerebral y mucho más.
Ella se preocupa por madres, padres, hermanas, hermanos, amigos y familias enteras. No importa quién sea o qué le haya sucedido. Ella cuidará de cualquier persona. A menudo no le da tiempo de cenar y rara vez puede darse el lujo de simplemente sentarse.
Así, ella regresa a casa luego de 14 horas de trabajo, se quita los zapatos y simplemente se sienta.
No le pregunto nada, no le gusta hablar de su trabajo. El solo hecho de que ella ya está en casa es algo bueno. Si ella quiere hablar, la escucho.
A veces llega a casa feliz, a veces triste. A pesar de su estado de ánimo, ella siempre está lista para el siguiente turno.
La amo con todo mi corazón. Mi esposa es mi heroína”. Quizás todos nosotros deberíamos pensar en el arduo trabajo del personal médico, especialmente de las enfermeras, a quienes no siempre se les da el crédito que se merecen.