Esta confesión podría acabar por siempre con el modelaje como lo conocemos hoy.
El mundo de la belleza siempre está atento a los nuevos talentos. Todos habremos oído alguna vez sobre una modelo que se hizo conocida, primero, en Instagram o alguna otra red social, y ahora tiene al mundo en sus manos. No es raro considerar que las redes son un enorme impulsor para que el mundo conozca la belleza de una persona, y menos raro aún, es pensar en las marcas que podrían estar interesadas en sumar esta nueva belleza a sus filas.
Así mismo fue que el mundo se enteró de la increíble belleza de la modelo africana Shudu Gram. Su gran fama e increíble aspecto físico, hacía que sus seguidores pensaran en ella como la próxima “It Girl” de la moda, pero a través de su propio Instagram, un escabroso secreto fue revelado a sus seguidores.
A pesar de lo intensa, real, humana y profunda que puedan llegar a verse tanto ella como sus miradas, el mundo jamás verá a Gram de gira, o sobre una pasarela. La razón es sencilla e increíble: Shudu Gram es, en realidad, una simulación de computadora.
En su perfil se la describe como la “primera supermodelo digital del mundo”. El creador de la imagen y la cuenta, es un fotógrafo británico llamado Cameron James Wilson. Tiene 28 años, y quiso jugar un poco a ser dios en el mundo de la moda. Aseguró que estaba aprendiendo de manera autodidacta a ilustrar de manera digital, cuando se le ocurrió dibujar a la mujer más hermosa que podría imaginar.
Desde entonces, la creación de ilustrador no ha hecho más que ganar fama. Ha firmado contratos con marcas millonarias; tiene 300,000 seguidores; y responde cada mensaje de sus fans. Según él, la bella mujer digital se hizo popular cuando compartió una foto de ella utilizando maquillaje de la línea de cosméticos de Rihanna, publicada por la marcad Fenty Beauty.
¿Será este el inicio de una nueva era de modelos digitales? Nadie podría estar seguro, pero si hablamos de contratos millonarios, a cambio de no pagarle a nadie, de seguro para muchos magnates de la moda, es una verdadera opción.
