Los franceses consumen unos 160 millones de ancas de rana cada año, mientras que los estadounidenses, durante el mismo período, obtienen con la venta de langostas alrededor de 300 millones de dólares. Estas delicias de fama mundial no dejan de sorprender por su costo. La moda de subir sus fotos en las redes sociales está en constante crecimiento, sin embargo, la historia de algunos de estos platillos de alta cocina es más que cuestionable y puede decepcionar a muchos de los aficionados a presumir del contenido de sus platos.
Preparamos para ti una lista de los manjares más populares y también averiguó qué versiones sobre el origen “innoble” de estos platillos existen en el mundo. Tal vez algunas de ellas te sorprendan.
1. Langostas
Estas antiestéticas “cucarachas marinas” de América del Norte abundaban en las aguas en la primera mitad del siglo XIX, por lo que su captura resultaba sencilla y así fue cómo rápidamente se ganaron la fama de ser una comida propia de las clases bajas. Las langostas se usaban como fertilizante, cebo para peces, y alimento para los prisioneros en las cárceles o para los sirvientes. Algunos expertos aseguran que el consumo de langostas se veía tan vergonzoso, que los niños tiraban los bocadillos que sus madres les preparaban con estos crustáceos, para que esta “señal de pobreza” no fuera vista por su círculo de amigos. Con el comienzo del enlatado y el desarrollo del transporte ferroviario, la historia previa de las langostas como alimento para los pobres cambió de forma significativa.
2. Grappa
Esta tradicional bebida italiana de alcohol fuerte tiene como base el desperdicio de la uva. En el pasado, la grappa era considerada el vodka de los pobres y esencialmente era un aguardiente casero. Sin embargo, en la actualidad, se ha convertido en una bebida de élite para los verdaderos amantes de este sector.
3. Caviar negro
El caviar negro ha sido consumido y apreciado desde hace mucho tiempo. Pero no en todas partes fue así. Por ejemplo, en Rusia, hasta casi mediados del siglo XIX, el caviar negro, rojo y de otro tipo, se consideró comida para los campesinos más pobres, y se apreciaban solo los filetes de pescado. La popularidad en Rusia por el caviar negro comenzó a subir solo en el reinado de Pedro I. Más tarde, a mediados del siglo XIX, el caviar comenzó a ponerse de moda tras ser recomendado por los nutricionistas de la época. El caviar consolidó su estatus de platillo de restaurante en la década de 1920 en Francia, cuando fue inaugurada en París la Casa del Caviar.
4. Caracoles
Los caracoles son una rica fuente de proteínas. En Francia, los platillos de caracoles están inersos en la alta cocina. Pero, por ejemplo, tanto en España como en Marruecos, se venden como comida rápida. Los caracoles se consumían ya en la Antigua Roma, mientras que los pobres campesinos franceses sobrevivieron gracias a este manjar en las etapas de hambruna durante la Guerra de los Cien Años.
5. Ancas de rana
Este es otro hallazgo “refinado” de los pobres campesinos franceses, cuyo consumo también les salvó en épocas de hambruna. Aunque algunos científicos señalan que, a escala gastronómica, los primeros que comenzaron a consumir ranas fueron los habitantes de Gran Bretaña. Ahora, esta invención culinaria surgida de la necesidad y la desesperación es un manjar de fama mundial.
6. Polenta
La polenta, en líneas generales, una comida de harina de maíz cocida, comenzó a prepararse en Italia desde finales del siglo XVI. Entonces, el maíz era importado a Europa desde América y comenzó a ganar popularidad a gran escala. La polenta era uno de los platillos principales inmersos en la dieta de los campesinos italianos, así como también de los monjes errantes. Más adelante, comenzó a incluirse en las tabernas sirviéndose con diferentes acompañantes: queso, setas, mariscos y similares. Ahora, la polenta se puede encontrar en el menú de los restaurantes más sofisticados.
7. Foie-gras
El hígado de ganso se usaba a menudo como alimento ya en el Antiguo Egipto. El foie-gras, más parecido a su versión clásica, ganó fama en Europa, en gran medida, gracias a los judíos. Con el fin de conseguir grasa, engordaban a los gansos con una tecnología especial, pero su hígado no les interesaba. Y este simplemente se vendía sin más en el mercado.
8. Ostras
Hasta el siglo XIX, las ostras se consideraban comida barata. Una docena de estos mariscos llegaba a costar casi lo mismo que una hogaza de pan. Sin embargo, su captura masiva e incontrolada condujo al hecho de que su población disminuyera significativamente. Es justo por eso que, ahora, las ostras son un manjar caro.
9. Bullabesa
La bullabesa (bouillabaisse) es la tarjeta de visita de la Marsella francesa. Hoy en día, este platillo solo se puede preparar con ciertos tipos de pescados y mariscos que aparecen en una lista especialmente creada. Las primeras bullabesas respondían a una especie de sopa preparada por los pescadores para combatir el hambre durante todo un día entero. En su receta encontrábamos los restos de pescado que se quedaron sin vender, así como trozos de pan.
10. Fondue
Platillo nacional suizo. Apareció gracias a los pastores, quienes derretían en una olla de barro los restos de queso, añadían vino y después bañaban en esta mezcla trocitos de pan. Más tarde, el platillo se trasladó a las mesas de la gente adinerada donde, para su preparación, ya se abogaba por utilizar quesos caros.
11. Salmón
Hace unos siglos, el salmón era el alimento principal de los pobres europeos. Los pescados rojos abundaban y la gente estaba casi obligada a comerlos todos los días. Cocido, frito, ahumado y también como sopa, eran algunas de las recetas de antaño.
12. Lechecillas
Anteriormente, estas entrañas se tiraban como restos carentes de utilidad. Ahora, estas mollejas (el timo y el páncreas, especialmente de ternera y cordero, aunque también pueden ser de buey o cerdo) tienen un costo elevado. Los platillos elaborados con este manjar se han convertido en una verdadera delicia gourmet.
13. Paella
Actualmente, encontramos centenares de variedades de este platillo español que se puede degustar también en restaurantes sofisticados. Sin embargo, al principio, la paella se concibió como un producto altamente nutritivo con el que se podía alimentar a toda la familia. Se preparaba básicamente con arroz, al que se le añadían los restos de todo lo comestible que se podía encontrar en casa, por ejemplo, mariscos, verduras, salchichas y otros.
14. Trufas
Existe la opinión de que la trufa era ya famosa incluso antes de Cristo. La historia sobre cómo un granjero pobre la encontró es muy famosa. Su único cerdo encontró varios hongos al cavar la tierra y se los comió. El granjero pensó que eran venenosos y que el animal moriría pronto. Sin embargo, todo salió bien, y entonces decidió probar él mismo este hallazgo inusual. Ahora, las trufas se sirven en restaurantes caros, donde se usa una báscula muy precisa cuando se pesa una porción de estos hongos, ya que generalmente, su peso no supera los 5-8 gramos.
15. Filete de falda
La falda: un bistec alternativo, cuya carne no pertenece a los clásicos filetes de res. Anteriormente, no se apreciaba tanto. Se daba como parte del salario a los vaqueros mexicanos. Ahora, a pesar de que los filetes de falda no están considerados como carne “premium”, su costo es varias veces más elevado que la carne de res habitual y ocupa un lugar digno en el menú de las steak-houses.
Las tradiciones de la alta cocina no siempre llegan a ser comprendidas por todos. Sin embargo, es imposible no notar su originalidad. Y la “sorpresa” de saber que en otras épocas ciertos platillos se consideraban “comida de pobres”, solo ha aumentado el interés por ellos.