Cosas como comprobar dos veces la silla después de levantarte, por si acaso, son situaciones que las mujeres vivimos gracias a la menstruación, echa un vistazo a continuación y cuéntanos más adelante si te sentiste identificada:
1. Inspeccionar un coágulo en el papel higiénico tras limpiarte.
2. Y examinar un tampón después de quitártelo.
3. Tener que arrancarte de un tirón los pelos púbicos que se han quedado pegados en la parte de atrás de la compresa.
4. Poner compresas en capas para fabricar una “compresa pañal” y que no se te escape nada por la noche.
5. Tirar de la cisterna varias veces porque aún quedaban manchitas de sangre en el agua.
6. Sentir cómo hace plaf un coágulo cuando estás en el baño.
7. Salir de la ducha y dejar gotitas de sangre por el suelo antes de tener la oportunidad de ponerte las bragas.
8. De modo que tienes que pegarte una minicarrera para coger tu ropa interior.
9. Esconderte una compresa o tampón en la manga de camino al baño.
10. Estar sentada preguntándote si has tenido una fuga o si simplemente te está sudando el culo.
11. Cruzar las piernas mientras estás sentada para intentar parar el flujo.
12. Levantarte y sentir toda la fuerza de ese flujo de todas maneras.
13. Cagar mucho más de lo normal gracias a esas notorias mierdas típicas del período.
14. O justo lo contrario y pasarte varios días atascada.
15. Limpiarte después de cagar solo para ver que hay más sangre que caca en el papel.
16. Caminar como un pingüino cuando te levantas de la cama porque tienes la compresa repleta de sangre.
17. Pedirle a alguien que te mire por detrás por si hay alguna fuga en tu ropa.
18. Intentar hacerlo tú misma en vano.
19. Utilizar papel higiénico como medida de emergencia.
20. No ser capaz de distinguir la diferencia entre dolores de regla y “me estoy cagando” hasta el último minuto.
21. Llevar una compresa o tampón un poco más largos de lo que realmente deberías.
22. Sentirte extrañamente satisfecha al ver cómo se va la sangre con el agua cuando estás en la ducha.
23. Intentar recolocarte sutilmente la compresa pero terminar pareciendo que te estás sacando las bragas de la raja del culo.
24. Notar la sangre moviéndose hacia la parte posterior de tu culo y preguntarte cómo coño ha llegado hasta ahí.
25. Que te entre el llanto por alguna cosa intrascendente, como descubrir que la serie que estabas planeando ver la han quitado de Netflix.
26. Experimentar el espectro completo de las emociones humanas en el transcurso de unas pocas horas.
27. Temer el segundo y tercer día de tu periodo antes de que siquiera hayan pasado.
28. Tener pánico de que ya tuvieras un tampón puesto cuando te pones uno nuevo.
29. Comprobar dos veces todas las sillas después de levantarte, por si acaso las has manchado.
30. A veces, ponerte discretamente una rebeca o chaqueta debajo como medida de protección contra esto.
31. Adaptar tu armario con todos los colores oscuros de cintura para abajo.
32. Y con todo aquello que pueda amoldarse a la hinchazón.
34. Sentirte ligeramente emocionada cuando ves que la sangre empieza a salir marrón porque el final debe andar cerca.
35. Pensar que se ha acabado, ponerte tu ropa interior bonita y comenzar a sangrar de nuevo.