El video de la polémica y la deteriorada relación entre la reina Letizia y doña Sofía

Cuando en noviembre de 2003 se anunciaba el compromiso de don Felipe con Letizia Ortiz, la periodista que en ese momento presentaba el informativo de Televisión Española, la entonces Reina de España se convirtió en un apoyo fundamental para la recién llegada. Testigos de aquella época no dudan en asegurar que doña Sofía “adoptó” a la entonces novia de su hijo. Se ocupó de mostrarle el camino. Fue tal la complicidad entre ambas que doña Letizia quiso agradecer el apoyo en las que fueron sus primeras declaraciones como prometida del entonces heredero. Fue en una escena que ha pasado ya a la historia porque mandó callar a don Felipe para poder terminar el pequeño discurso que se había preparado para pronunciar ante los medios congregados ese día en el Palacio de El Pardo.

“A partir de ahora y de forma progresiva voy a integrarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y cariño de…”, dijo Letizia Ortiz. El Príncipe la cortó y ella pidió: “Déjame terminar… Con el cariño de los Reyes y el ejemplo impagable de la Reina”. Esas palabras fueron una auténtica declaración de intenciones sobre cuál era su modelo de reina. Pero han pasado 15 años y las cosas han cambiado.

Ese apoyo de doña Sofía en los primeros años de doña Letizia en el palacio de La Zarzuela era un trato bien distinto al que la recién llegada recibía de sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina que nunca han tenido una relación cercana con ella, pese a la excelente relación que siempre han mantenido los tres hermanos, solo alterada por el estallido del caso Nóos.

El nacimiento de la princesa Leonor y de la infanta Sofía marcó un antes y un después en la relación entre suegra y nuera. La llegada de las niñas hizo más fuerte a doña Letizia que para entonces, además, ya estaba más familiarizada con las cuestiones de palacio y dispuesta a marcar su territorio. Doña Sofía, a pesar de las críticas, se ha declarado muchas veces madre y abuela antes que reina. Lo ha dejado claro, por ejemplo, en su relación con la familia Urdagarin-Borbón. Por eso, la llegada de Leonor y Sofía, las niñas de su adorado hijo por quien siente una reconocida debilidad, supuso una gran alegría para ella.

Los Reyes ahora eméritos y los Reyes de España viven en el recinto del palacio de La Zarzuela en viviendas separadas solo por un kilómetro. Doña Sofía estaba acostumbraba a visitar algunas tardes a las niñas hasta que se le hizo ver que no era bien recibida ya que alteraba la rutina de las pequeñas. La madre de Felipe VI se ha quejado en pequeños círculos de lo poco que coincide con sus nietas. De hecho, pese a vivir tan cerca ve menos a Leonor y a Sofía que a los hijos de doña Elena –Felipe y Victoria- y que a los de doña Cristina –Juan, Miguel, Pablo e Irene– cuando vivían en España.

Hasta que fue Rey, don Felipe se ocupaba personalmente de llevar a sus hijas a que visitaran los viernes a don Juan Carlos, que tampoco tiene mucho trato con Leonor y Sofía.

Paralelamente, la presencia de la madre de doña Letizia, Paloma Rocasolano, se ha ido haciendo cada vez más habitual en La Zarzuela. La Reina recurre a ella para que se ocupe de las niñas cuando ella viaja, aunque hay dos institutrices contratadas, y también para que compartan mucho tiempo de ocio.

El relevo en la Corona en 2014 estableció también un cambio de poder dentro de la Familia Real. Doña Letizia, una vez más, quiso marcar su territorio, dejó claro que ella era quien poseía ahora el mando por completo. Fuentes conocedoras de esta nueva situación aseguran que la ahora Reina no quería sentirse “humillada” como doña Sofía por don Juan Carlos.

Desde la proclamación de Felipe VI, el propio aparato de la Casa del Rey tomó la decisión de apartar de la agenda oficial a los reyes Juan Carlos y Sofía, dejando todo el espacio a los nuevos monarcas. Sin embargo, después del error cometido por la Zarzuela al dejar fuera al rey Juan Carlos de la celebración del 40 aniversario de la democracia en España (28 de junio de 2017), cambió la política de reparto de papeles públicos de los cuatro reyes. A partir de ese momento, se fueron deteriorando más las relaciones en doña Letizia y don Juan Carlos y doña Sofía.

De cara al exterior la relación entre las dos reinas siempre ha sido buena, sobre todo por la profesionalidad con que doña Sofía ejerce su papel. Pero en palacio el deterioro en las relaciones entre ambas es evidente.

Hay dos familias, la real que aparece en las fotos y la doméstica y cotidiana. En esta última versión las relaciones no son nada fáciles pese a los enormes esfuerzos que hace don Felipe por intentar unir.

Este año, el Rey logró que don Juan Carlos regresara a Palma de Mallorca para la foto de la Misa de Pascua de la que desapareció en 2013. El Rey emérito llegó a la isla con el tiempo justo, procedente de Arabia Saudí donde pasó unos días de descanso. Don Felipe, doña Letizia y sus hijas hicieron lo mismo: descansaron en algún lugar no desvelado por palacio al considerarse un “asunto privado” y se incorporaron a la Misa de Pascua antes de regresar a Madrid. Fue doña Sofía la única que pasó las vacaciones en la isla.

Lo que nadie podía sospechar es que la foto de aparente armonía familiar se iba a romper por un vídeo en el que se ve la tensión entre las dos reinas que salta cuando doña Sofía pretende hacerse una foto con sus dos nietas. La oposición de doña Letizia a este posado lo dice todo, como también las palabras de mediación de don Felipe al descubrir la escena y la mirada de don Juan Carlos y su gesto de apartarse de ese momento del foco de tensión.

La reina Letizia está “preocupada y bastante desolada”. Así lo ha confirmado la consultora política Imma Aguilar en una entrevista en el programa El círculo de Telemadrid.

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Vía: El País