“¿Le importaría compartir el nombre del hotel en el que se hospedó anoche?”. Esta simple y peliaguda pregunta que el senador Dick Durbin planteó este martes a Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, sirvió para poner en evidencia lo delicado del manejo de la información personal. Ocurrió durante la comparecencia de Zuckerberg en el Congreso de Estados Unidos para explicar el escándalo de Cambridge Analytica que supuso la filtración masiva de datos de sus usuarios .
El CEO de Facebook quedó fuera de juego durante unos segundos, en los que sólo pudo titubear y, tras pensarlo respondió ‘no’ con una sonrisa. Mientras los asistentes se reían, el senador siguió preguntando con gesto serio: “Si usted intercambió mensajes con alguien esta semana, ¿le importaría compartir el nombre de esas personas?”. “Senador, no. Probablemente elegiría no hacer eso aquí, en público”, contestó Zuckerberg.
Durbin se marcó a continuación un speech para preguntar a Zuckerberg acerca de las políticas de privacidad de su red social: “Creo que de eso trata todo esto. Su derecho a la privacidad, los límites de su derecho a la privacidad y cuánto regala [Facebook] de esa información bajo la premisa de ‘conectar a las personas en todo el mundo’. La cuestión, básicamente, es: ¿qué información está recogiendo Facebook? ¿A quién se la está enviando? ¿Me han pedido permiso previamente para hacerlo? ¿Eso es algo que un usuario de Facebook puede esperar?”.
“Sí, senador. Creo que todo el mundo debería tener control sobre cómo se usa su información […] Sobre todo hay que darle a los usuarios más control sobre el producto”, admitió el CEO. El momento se ha convertido en uno de los más compartidos y comentados de toda la comparecencia, en la que Zuckerberg, además de reconocer su error, hizo 12 importantes revelaciones acerca de cómo funciona Facebook.
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Vía: Yahoo