Si alguna vez has visitado un gimnasio, puedes concordar con nosotros cuando decimos que lo único que necesitas para inscribirte es tener una ropa cómoda y mucha fuerza de voluntad. Sin embargo, un gimnasio en Carolina del Sur parece no aceptar cualquier clase de “ropa cómoda”.
Recientemente, una chica se hizo viral en Facebook luego de compartir la injusticia que sufrió en el Gimnasio de su Universidad, en donde fue expulsada por llevar un atuendo que los encargados consideraban inapropiado, aunque a nosotros nos parece sumamente normal…
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Todos podemos estar de acuerdo en que el gimnasio es uno de esos sitios en donde la vestimenta y la etiqueta es lo último que importa.
De hecho, es allí donde se viste de la manera más informal posible, dado que vamos es a ejercitarnos y no a caminar por pasarelas, ni a lucir nuestro gusto en ropa deportiva.
Por lo que depende de ti, si deseas usar una sudadera o simplemente una camiseta delgada.
Sin embargo, existen establecimientos que tienen la moral al de un mojiigato conservador, en donde le prohíben el paso a las personas por “mostrar demasiado”.
Bueno, fue precisamente eso lo que le pasó a Sarah Villafañe.
Quien acudió al gimnasio con una ropa cómoda que compro precisamente para hacer ejercicio y fue sacada del gimnasio, luego de que el personal del establecimiento considerara que su atuendo era inapropiado.
Sarah acudió al gimnasio usando una camisa tipo “crop top” además de unos leggins negros.
Y, en realidad, no es nada sugestivo sexualmente. De hecho, parece un atuendo bastante común y cómodo para hacer lo que precisamente se hacen en los gimnasios: ejercitarse.
Para la mala suerte de esta chica, su gimnasio en la Universidad de Charleston, en Carolina del Sur, consideró su ropa de entrenar demasiado “atrevida” para ser usada en público.
Por lo que le pidieron que se cambiara y que usara algo más apropiado. De lo contrario, tendría que abandonar el establecimiento.
Según cuenta Villafañe, ella se encontraba tranquilamente siguiendo su rutina de ejercicios cuando un miembro del personal la abordó para solicitarse que se pusiera una camisa.
Incumpliendo con su norma 101 la cual indica que jamás se debe interrumpir el entrenamiento de nadie.
Sin embargo, ella decidió hacer caso omiso a la insólita solicitud del trabajador y continuó trabajando.
Pero, poco después, el gerente del establecimiento se le acercó para pedirle que se cubriera. Y, al negarse, le solicitó que se fuera.
Tras lo ocurrido, ella escribió en Facebook el siguiente mensaje:
“Así que me expulsaron del gimnasio de estudiantes de la Universidad de Charleston por llevar este atuendo. Como si no tuviera permitido hacer ejercicio. Me prohibieron la entrada debido a ESTE ATUENDO QUE COMPRÉ ESPECÍFICAMENTE PARA HACER EJERCICIO”.
“He usado este mismo atuendo todo el día. Fui a 3 clases y hablé personalmente con cada uno de mis profesores hoy y no tuvieron ningún problema”.
“Pero cuando entré al gimnasio me pidieron que me pusiera una camisa diferente. Obviamente no traje una camisa extra al gimnasio y no iba a usar mi franela mientras hacía ejercicio. Así que simplemente dije “mhm ok” y me puse a trabajar bastante enojada porque incluso me pidieron que me cambiara”.
“Luego, cuando estoy en el RINCÓN TRASERO del gimnasio haciendo abdominales en el piso, otro miembro del personal aparece y me pide que me ‘vuelva a poner la camisa'”.
“Dije ‘Tengo una camisa puesta’. Me dijo ‘no, eso no es una camisa. Debes ponerte una camisa completa’, le digo ‘¿cómo es que esto no es una camisa?’ Y ella dice: ‘Necesitas cobertura total. Si tienes un problema, siempre tenemos a nuestro jefe aquí’. Me reí y dije: ‘De acuerdo, tráigalo aquí si tiene un problema'”.
“Unos minutos después, mientras hago más ejercicios en el piso, aparece el ‘jefe’. Quien dice: ‘Voy a necesitar que te pongas una camisa'”.
“De nuevo, les digo ‘Estoy usando una camisa’. Él responde: ‘Necesito que te pongas una camisa o voy a tener que pedirte que te vayas’. Dije: ‘Pero TENGO UNA CAMISA’. Él respondió: ¿¿Te vas a poner una camisa?’ Y le dije: ‘Bueno, si esto no es una camisa… no, no me voy a poner una camisa'”.
“¿Qué c*rajo?. Compré este atuendo para entrenar porque es CÓMODO. ¿Cual es el problema?”.
“¿Por qué no puedo entrenar con este atuendo? ¿El ombligo distrae al 85% de los hombres que usa su gimnasio? Me veo obligada a irme, ¿POR QUÉ? Honestamente, estoy tan sorprendida que me expulsaron por esto. HÁGANLO MEJOR UNIVERSIDAD DE CHARLESTON”, concluye la chica.
Entonces, en un débil intento de ocultar la verdadera razón por la que Sarah fue expulsada, la Universidad de Charleston indicó que se le había echado por “razones sanitarias”.
No obstante, Sarah afirma que nunca le mencionaron esas razones cuando le pidieron que se fuera.
Esto fue lo que dijo Sarah al respecto:
“El gimnasio dijo que me echaron por ‘problemas sanitarios’. Sin embargo, nunca aclararon esas preocupaciones sanitarias cuando me pidieron que cambiara. Me dijeron que necesitaba ‘más cobertura’ y nada más. Sin mencionar, su sitio web no tiene ningún código de vestimenta escrito de todos modos. El código de vestimenta en la parte delantera del gimnasio simplemente dice: ‘Ropa atlética debe ser usada’. Diría que lo que llevo puesto (ya sea que creas que es un sujetador deportivo o una blusa) es completamente normal y se considera un atuendo deportivo”, agregó la chica.