Los príncipes William y Harry comparten un vínculo muy especial, no sólo son hermanos sino que también amigos que se han apoyado desde muy pequeños. Ambos crecieron bajo la atenta mirada de la opinión pública, y a pesar de los esfuerzos de su madre para que tuvieran una infancia normal, no lo consiguieron.
Frutos del matrimonio entre el príncipe Carlos y la princesa Diana, desde su nacimiento William y Harry causaron un gran revuelo y despertaron la curiosidad del público quienes siguieron su vida de cerca.
Lady Di hizo todo lo que pudo para que ambos tuviesen experiencias similar e intentó con todas sus fuerzas que Harry no se sintiera desplazado por el hecho que su hermano fuera el segundo en la línea de sucesión para el trono de Inglaterra, pero lo cierto es que ambos no podían ser más distintos.
Los hermanos crecieron con caracteres muy diferentes, pero siempre con un profundo cariño el uno por el otro, especialmente William, quien se tomó muy enserio sus responsabilidades de hermano mayor.
De hecho, en una carta a un amigo, Diana destacó lo feliz que estaba su hijo mayor con el nacimiento de su hermano. “William adora a su hermanito y pasa todo el tiempo inundando a Harry con un abanico interminable de abrazos y besos, casi sin dejar que los padres se acerquen”, señaló.
Con el paso del tiempo, las personalidades de ambos se fueron acentuando, siendo el menor el que más dolores de cabeza causó a sus padres. En otra carta escrita por Lady Di, relata que el comportamiento del colorín, no era de los mejores. “Los chicos están bien. Disfrutan el internado, pero Harry siempre está en problemas”, señaló sobre el niño de entonces ocho años.
En 1997, la infancia de ambos se truncó cuando su madre falleció en un accidente de Francia. Ese hecho separó a muchos miembros de la familia real, pero a ellos los unió aún más. Con 12 y 15 años, y pese a su gran dolor, tuvieron que enfrentar al mundo entero y salir a aceptar el cariño y respeto que el mundo le brindaba a Diana.
Muchos años después, Harry reconoceria que la muerte de su mamá lo afectó de una forma impensada pues jamás habló de su dolor ni siquiera con su hermano, lo que lo llevó a tener un comportamiento autodestructivo durante la mayor parte de su juventud. Esto cambio sólo cuando William lo ayudó a tomar la decisión de ver a un terapeuta, a los 27 años.
Ambos también estuvieron juntos cuando su padre decidió casarse con la mujer con la que le fue infiel a Diana, Camilla Parker Bowles. Aunque ambos estuvieron presentes para apoyar al príncipe Carlos, durante su infancia nunca quisieron conocerla y con los años la relación tampoco fue de las mejores.
“Nos hemos acercado más debido a las circunstancias. . . estamos unidos de forma única debido a lo que hemos pasado. Pero incluso Harry y yo a lo largo de los años no hemos hablado lo suficiente sobre nuestra madre”, señaló William en el aniversario 20 de la muerte de Diana.
El sacrificio
Cuando la princesa Diana falleció el 31 de agosto de 1997, los chicos se fueron a vivir con su padre en el palacio St. James. Pero antes de partir, les permitieron ir a la habitación de su madre en el palacio de Kensington para que eligieran algo de ella que pudieran guardar como recuerdo.
William eligió el reloj de Cartier de su madre, mientras que Harry se decidió por el anillo de compromiso de zafiro de Lady Di, señaló el diario ingles Daily Star.
Cuando “Wills” decidió pedirle matrimonio a Kate Middleton, tras 10 años de relación, Harry cedió desinteresadamente la joya a su hermano mayor, para que se la entregara a su novia.
Esta fue una forma en la que Harry le agradeció a su hermano todo el cariño y cuidado que le había prestado en su vida, y una forma de dar la bienvenida a Kate, quien no era bien recibida por parte de la familia, especialmente por Camilla.
Fue el mismo William quien le contó al mundo la importancia de la joya. “Es el anillo de compromiso de mi madre, y es muy especial para mí, y Kate también es muy especial para mí ahora. Fue justo que los dos estuvieran juntos”, dijo William en el canal de noticias británico ITV tras anunciar su compromiso en 2010.
“Fue mi manera de asegurarme de que mi madre no se perdiera el día de hoy y la emoción y el hecho de que vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos”, agregó.
Debido a este sacrificio, Harry no pudo darle el anillo de su madre a su futura esposa Meghan Markle, a quien le propuso matrimonio en octubre del año pasado. En compensación diseñó un anillo usando diamantes de una de las tiaras favoritas de la colección personal de Diana.
“El anillo es -obviamente es oro amarillo porque eso es lo que es – su favorito, y la piedra principal la conseguí en Botswana. Los pequeños diamantes de cada lado son de la colección de joyas de mi madre para asegurarse de que ella esté con nosotros en esto…en este viaje loco juntos”, señaló Harry, tras anunciar su compromiso.
La relación entre los tres es tan profunda, que el joven príncipe fue el padrino de bodas de su hermano e incluso del príncipe George. Los tres también fundaron una organización juntos impulsando el cuidado de la salud mental e incluso durante muchos años la prensa bromeó con que Harry era la “tercera rueda” (algo así como el violinista) del matrimonio.
Desde hace varios años, el trío vive junto en el Palacio de Kensington, aunque en departamentos separados, y se espera que después de su boda con la actriz, sigan en la residencia aunque en una acogedora cabaña, la misma que usaron los duques de Cambridge durante sus primeros años de matrimonio (actualmente viven en el departamento principal del palacio).
Recientemente se anunció que William será el padrino de Harry en su boda, ante lo cual señaló que estaba muy emocionado y bromeó diciendo que la venganza será muy dulce.
