Usó un vestido tradicional chino para su fiesta de graduación y ha sido duramente criticada

Como todas las adolescentes, Keziah Daum quería que su vestido de graduación fuera especial y sobresaliera sobre los demás.

La joven de Salt Lake City, en Utah, visitó una tienda de ropa vintage y halló un cheongsam rojo, también conocido como qipao, el vestido chino tradicional de cuello alto y colores brillantes que se usa ceñido al cuerpo.

Lo llevó a su graduación, y también como suelen hacer las chicas, lo mostró luego en las redes sociales. Pero Daum nunca imaginó las reacciones que generaría tras publicar la foto en Twitter.

“Mi cultura NO es tu … vestido de fiesta”, tuiteó días después un usuario identificado como Jeremy Lam.

“Estoy orgulloso de mi cultura, incluidas las barreras extremas que las personas marginadas dentro de esa cultura han tenido que superar”, escribió Lam. “Que sea simplemente estar sujeto al consumismo estadounidense y sirva a una audiencia blanca, es paralelo a la ideología colonial“.

“Mi cultura NO es tu … vestido de fiesta”, tuiteó días después un usuario identificado como Jeremy Lam.

“Estoy orgulloso de mi cultura, incluidas las barreras extremas que las personas marginadas dentro de esa cultura han tenido que superar”, escribió Lam. “Que sea simplemente estar sujeto al consumismo estadounidense y sirva a una audiencia blanca, es paralelo a la ideología colonial“.

El tuit, que ha sido compartido más 42.000 veces, provocó una avalancha de críticas a la vestimenta de Daum, y muchas personas la acusaron de apropiación cultural.

Este es un término que se emplea particularmente en EEUU para denunciar a aquellas personas, especialmente de la mayoría blanca, que usan elementos característicos de otra cultura -como vestuario, accesorios, peinados, bailes-, de forma a menudo frívola y sin autorización.

En otras palabras, hay quien considera que los vestidos tradicionales no deben usarse como disfraz y fustigan que las personas blancas lo hagan a manera de burla.

Como se explica en este artículo de la agencia AFP, los artistas y marcas son denunciados más que nunca en las redes sociales por apropiación cultural. Y el debate es tan sensible que muchos optan por pedir disculpas.

Las polémicas se suceden: los turbantes en los desfiles de Gucci -denunciados por la comunidad sij-; el estilo cholo de Rihanna y Selena Gómez; el álbum de los Rolling Stones en homenaje al blues; los tocados con plumas de las modelos de Victoria’s Secret; los clichés sobre Japón en la “Isla de perros” de Wes Anderson; Bruno Mars acusado de expoliar la cultura negra; las hermanas Kardashian usando camisetas con la imagen del rapero asesinado Notorious Big en un anuncio de Pepsi, y un poco antes, el twerking de Miley Cyrus en un espectáculo trasmitido por televisión.

La etnóloga francesa Monique Jeudy-Ballini lo resume de esta manera: “Los pueblos autóctonos o grupos minoritarios denuncian a quienes se atribuyen elementos extranjeros a su cultura, sin haber tenido que pagar su costo social e histórico”.

“Es solo un vestido. Y es hermoso”

Del otro lado, muchos, como Daum, niegan que esto se trate de una apropiación cultural, y consideran que es más bien una muestra de respeto y apreciación por otras culturas.

“Para todos los que causan tanta negatividad: no quiero faltarle el respeto a la cultura china. Simplemente estoy demostrando mi aprecio por su cultura. No borro mi publicación porque no hice más que mostrar mi amor por su cultura. Es un maldito vestido. Y es hermoso”, escribió Daum.

“Elegí el vestido porque lo admiraba y su historia cultural”, comentó luego la joven a Yahoo Lifestyle. “Algunos argumentan apropiación cultural. Sin embargo, no fue así. No estaba de ninguna manera burlándome de la cultura. Me sorprendió bastante porque lo hice por amor”.

Daum también fue criticada por una foto en particular en la que ella y sus amigos juntaban sus manos en actitud de oración. La joven tuvo que salir a explicar que se inspiraron para hacer la pose de una personalidad popular de YouTube, h3h3Productions, y que no tenía idea de que fuera interpretada como culturalmente ofensiva.

La joven también recibió muestras de apoyo. Muchas personas, incluyendo decenas que se identifican como asiáticos-americanos, defendieron su elección y dijeron que no la consideraban ofensiva.

¿Y tú qué opinas?

Vía: Yahoo