12 Hábitos que solo poseen las personas que son muy educadas

Ser cortés es muy importante para nuestra vida social y empresarial, pero a veces puede causar vergüenza a los demás o a nosotros mismos. La regla esencial es mostrar respeto. Pero hay una muy delgada línea entre ser respetuoso y convertirse en un objetivo fácil para todos los malos en este mundo o, a la inversa, tender a ser grosero.

Te presentamos una lista con los hábitos que solo la gente con mucha educación posee.

1. Dejan que el anfitrión se siente primero y nunca se sientan al final

Como parte de la etiqueta de negocios, se considera educado permanecer de pie hasta que tu anfitrión tome su lugar. Si no hay uno, entonces no debes sentarte hasta que lo haga la persona más vieja en la mesa. Pero si eres el empleado más joven en una reunión o conferencia, no tienes que esperar a que todos tomen asiento. Ese comportamiento puede ser desagradable para otros y podría interpretarse como “un deseo de permanecer en el círculo”, lo cual no es siempre tan conveniente para tu carrera.

2. Están dispuestos a ayudar pero no dejan que las personas caminen sobre ellos

La cortesía significa tener respeto, pero para respetar a los demás primero debes aprender a hacerlo contigo mismo. Es agradable dar una mano aquí o allá y ser un empleado eficaz, pero esto no debe convertirse en decir siempre “sí”. La gente simplemente te considerará una persona débil y te forzará a hacer cosas, incluso si te niegas. Tratarán de que te ocupes de su trabajo aunque ya estés cargado con el tuyo.

3. Dan consejos cuando se les pregunta pero nunca toman decisiones por ti

Esto se refiere principalmente a ordenar por alguien en un restaurante o decidir algo por otra persona, cuando ella debería decidir por sí misma. Sí, es educado ayudar a otros, pero deberías de hacerlo con gracia. Las personas con clase siempre recuerdan que lo correcto para ellos puede no serlo para los demás, y permiten que el otro ordene por sí mismo en todo momento, para que el otro no se sienta avergonzado.

4. Saben cómo escuchar sin ofrecer consejos

Los amigos y los colegas tienden a expresar o desahogar sus problemas con otros, pero esto no significa que se deba dar algún tipo de consejo. Aconsejar a alguien generalmente puede parecer que se le está juzgando o criticando. Las personas educadas nunca juzgan a otros por tener diferente cultura, raza o sexo. Ellos se dan cuenta de que tampoco son perfectos.

Si quieres ser respetuoso, debes mantener tus opiniones para ti mismo, a menos que te lo soliciten.

5. Dan cumplidos, pero nunca sobre la apariencia de alguien

Dar cumplidos o elogiar a los colegas por sus habilidades o logros es parte del “código comercial”, pero nunca debes comentar sobre la apariencia de alguna persona. No todos están dispuestos a recibir dichas palabras y a menudo esto solo los hace sentir inseguros o cohibidos.

6. Son excelentes anfitriones pero nunca recogen la mesa demasiado temprano

Esto es algo que la mayoría de nosotros hacemos. Parece bastante educado limpiar o retirar de la mesa los platos sucios mientras todavía hay gente comiendo para poder despejar todo. Pero algunos expertos de etiqueta afirman que este hábito puede estresar a las personas. Pareciera que quieres que tu invitado se apure, coma y se vaya.

Es mejor esperar hasta que todos hayan terminado su comida o reemplazar el plato vacío por uno nuevo. Esto es algo que algunos camareros también deberían notar.

7. Son muy comunicativos, pero nunca asienten cuando no pueden escuchar a sus acompañantes

Es muy importante mantener una conversación, especialmente cuando estás en algún tipo de evento dentro de las redes de comunicación. Pero no importa qué tan ruidoso sea y cuán abarrotado esté el lugar, nunca debes fingir escuchar lo que alguien dijo si no fue así. Incluso si parece que la otra persona no se ha dado cuenta de que has fingido una reacción, seguramente si lo notó.

Aunque tratamos de ser amables, cuando hacemos esto, solo estamos alejando a las personas de nosotros mismos. Es mejor hacer preguntas, aclarar y mostrar interés en la conversación. Muestra que te importa un poco.

8. Saben que llegar tarde a una fiesta es de mala educación, pero tampoco asisten muy temprano

Incluso si suena increíble, asistir temprano a un evento para ayudar a las personas que no te lo han pedido no es muy cortés, en realidad es tan grosero como llegar tarde. Tus intenciones podrían ser muy buenas pero pudieran interponerse en el camino del anfitrión y sorprenderlo antes de que esté todo listo para recibirlo. Eso puede ser bastante incómodo.

9. Son maestros de la charla, pero no vuelven las conversaciones demasiado personales

 

Sí, es muy educado conversar con tus nuevos compañeros de trabajo o con personas que acabas de conocer, pues eso te hace amistoso y abierto para tener nuevos contactos. Pero nunca debes compartir tus historias de vida con ellos, pues eso puede hacer que la gente desconfíe de ti.

Una persona notablemente educada debe ser un maestro del jiu-jitsu social. Es el arte antiguo de hacer que otras personas hablen de sí mismas sin que ellas lo noten.

10. Son amigables pero nunca tocan a las personas ni se sientan demasiado cerca de ellas

ncluso si crees que darle palmaditas a alguien en el hombro o en el antebrazo es extremadamente amable y cortés, no lo es. Las personas educadas esperan que la otra establezca “las reglas de roce”: no tocar a menos que sean tocados primero por un extraño.

Recuerda mantenerte a una distancia educada de tus colegas y socios (aproximadamente, a un brazo de distancia). Pero si realmente no puedes prescindir de un pequeño toque aquí y allá, no te olvides de preguntar primero.

11. Mantienen el contacto visual, pero nunca miran fijamente

Mantener un contacto visual es el mensaje más cortés y sin palabras que puedes enviar a otros. No tener suficiente puede hacer que parezcas indigno de confianza. Pero si la otra persona ni siquiera te mira, tratar de hacer contacto con ellos se verá como si estuvieras espiando, y todos sabemos que no es educado mirar fijamente.

12. Sostienen las puertas, pero no exageran

Dejar que una puerta se cierre en frente de alguien es bastante grosero, ¿no es así? Es por eso que es una cortesía común el mantenerlas abiertas para los demás, pero no siempre. Todo depende de la distancia entre la persona y tú. Si ella está justo detrás de ti, entonces no debes cerrar la puerta, pero si está a un kilómetro de distancia, sería bastante incómodo esperarla ahí parado.

Siempre debes tener en cuenta esa delgada línea y confiar en tu detector de zona de confort interior.

¿Hay gente en tu vida que parece ser muy educada pero en realidad quiere aprovecharse de ti? ¡Comparte tus experiencias con nosotros en los comentarios a continuación!