11 experimentos macabros que se realizaron en humanos a lo largo de la historia

A lo largo de la historia se realizaron experimentos en seres humanos bastante macabros, muchos en nombre de la ciencia, otros a cargo de psicópatas que disfrutaban del sufrimiento de las personas.

1. MK-ULTRA:

Fue un proyecto de la CIA que buscaba encontrar maneras de controlar la mente, En el marco del Subproyecto 68, el Dr. Cameron sometía a los pacientes de su Instituto Memorial Allen en Montreal con depresión bipolar o trastornos de ansiedad a una ‘terapia’ que les dejó serios daños y alteró sus vidas de forma irreparable. Así, entre 1957 y 1964, Inducía a sus pacientes a estado de coma con drogas durante meses y reproducía cintas con declaraciones simples o ruidos repetitivos una y otra vez.

Las víctimas olvidaron cómo hablar, olvidaron quienes eran sus familiares y sufrieron amnesia grave, esta terapia sobrepasaba entre 30 y 40 veces las normas establecidas. Para lograr que el proyecto siguiera siendo financiado, Cameron involucró a niños en los experimentos, induciendo en una ocasión a un niño a mantener relaciones sexuales con un alto funcionario gubernamental, para luego utilizar la grabación de esta escena en chantajes.

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2. Soldados en cámaras de gas mostaza:

En los años 40 mientras se probaba la eficiencia de las armas químicas y métodos de defensa el Gobierno de EE.UU. involucró a personal militar en sus experimentos, encerraban a los soldados en cámaras de gas mostaza y otros productos químicos para probar máscaras antigás y ropas de protección, este experimento les dejaba quemaduras en la piel y destruían los pulmones de los soldados, que desconocían que formaban parte del experimento. El gas mostaza tiene propiedades mutágenas y cancerígenas que han costado la vida a muchas personas expuestas.

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3. Unidad 731 japonesa al mando del comandante Shiro Ishii:

En nombre de la investigación biológica, extremidades de cuerpos humanos fueron amputadas y luego cosidas en otras partes del cuerpo; las extremidades de las víctimas fueron congeladas y volvieron a descongelarse, resultando en gangrena; diversas bacterias y enfermedades se inyectaron en prisioneros para estudiar sus efectos, etc. Después de la Segunda Guerra Mundial, Ishii fue arrestado, pero nunca llegó a pagar por sus crímenes, ya que el general estadounidense Douglas MacArthur le concedió la inmunidad a cambio de información bacteriológica obtenida mediante estos experimentos macabros.

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4. Pulverización de ciudades con agentes químicos:

Para investigar los posibles efectos de un ataque químico aéreo, las Fuerzas Armadas de EE.UU. y la CIA realizaron una serie de simulaciones de ataques químicos y biológicos contra varias ciudades estadounidenses a mediados del siglo pasado, se dispersó el virus de tos ferina en la bahía de Tampa, estallando una epidemia y dejando 12 muertos todo esto al mando de la CIA, la Marina de guerra roció en San Francisco bacterias patógenas que produjeron neumonía a muchas personas.

Sobre Savannah estado de Georgia, el Ejército militar soltó millones de mosquitos portadores de la fiebre amarilla y dengue, infectando a miles con estas enfermedades. Después de los ataques, a las zonas afectadas llegaban militares disfrazados de trabajadores sanitarios, con la intención secreta de estudiar los efectos a largo plazo de todas las enfermedades mientras ayudaban a las víctimas.

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5. Infección de guatemaltecos con enfermedades venéreas:

En los años 40 miles de guatemaltecos fueron infectados con sífilis, gonorrea o cancroide sin su conocimiento en el marco de una serie de experimentos dirigidos por el médico estadounidense John Cutler. Para realizar sus experimentos, el Gobierno de EE.UU. envió prostitutas sifilíticas a los presos, enfermos mentales y soldados de Guatemala. Si alguien lograba evitar la infección, la enfermedad le era inoculada.

Una vez infectadas, algunas víctimas eran tratadas con penicilina y otras no, para estudiar las diferentes reacciones. Alrededor de un tercio de las víctimas no recibió penicilina. Más de 80 ‘participantes’ en el experimento murieron.

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6. Experimentos secretos para estudiar los efectos de la bomba atómica:

Estos experimentos incluyeron la inyección de microgramos de plutonio a soldados en el marco del proyecto Oak Ridge. De los 18 pacientes que fueron utilizados para el experimento, solo cinco vivieron más de veinte años después de la inyección. Además de plutonio, también se realizaron experimentos con uranio. Así, entre 1946 y 1947, el doctor William Sweet inyectó uranio a 11 pacientes del hospital de Massachusetts, bajo la financiación del Proyecto Manhattan.

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7. Inyecciones de ‘agente naranja’ a los presos:

El Gobierno de EE.UU. probó el peligroso producto tóxico en presos voluntarios de una cárcel de Filadelfia, haciéndolo pasar por una “investigación dermatológica”. Los experimentos, que se realizaron entre 1951 y 1974, fueron encabezados por el doctor Albert Kligman. Los presos recibían pagos por permitir la aplicación de inyecciones de dioxina, uno de los componentes del ‘agente naranja’. Entre los efectos que sufrieron los presos figuran las erupciones (cloracné) en las mejillas, detrás de las orejas, axilas e ingle.

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8. Infección de puertorriqueños con cáncer:

En 1931 el doctor Cornelius Rhoads recibió la financiación del Instituto Rockefeler para realizar una serie de experimentos en Puerto Rico. Durante la investigación, Rhoads infectó a cientos de ciudadanos puertorriqueños con células cancerígenas. Trece de ellos murieron.

En noviembre de 1931, en una carta a su compañero de Boston, describía a los puertorriqueños de una manera muy despectiva. “Yo he hecho lo mejor que he podido para adelantar el proceso [del exterminio de la población] matando a 8 y trasplantándoles el cáncer a varios más. Esto último no ha causado muertes todavía… La cuestión de la consideración por el bienestar de los pacientes no juega papel alguno aquí —de hecho, todos los médicos se deleitan en el abuso y tortura de los desafortunados sujetos”, rezaba la carta.

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9. Tratamiento de cáncer con dosis extremas de radiación:

Entre 1960 y 1971, Eugene Saenger, radiólogo de la Universidad de Cincinnati (Ohio, EE.UU.), llevó a cabo un experimento consistente en exponer a 88 pacientes con cáncer, pobres y en su mayoría negros, a radiaciones en todo el cuerpo. A las victimas solo les dijeron que recibirían un tratamiento que les podría ayudar. En una hora recibieron el equivalente a cerca de 20.000 radiografías, sufriendo en resultado náuseas, vómitos, dolor de estómago severo, pérdida del apetito y confusión mental. Un informe de 1972 concluyó que hasta una cuarta parte de los pacientes murieron a causa de la radiación.

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10. Proyecto 4.1:

Fue un estudio médico realizado en los nativos de las islas Marshall, que en 1952 fueron expuestos a lluvia radioactiva tras una prueba nuclear en el atolón de Bikini. En lugar de informar a los residentes de la isla de su exposición y de tratarlos mientras eran estudiados, EE.UU. prefirió simplemente esperar y ver los resultados de la exposición. Después de la primera década, la cantidad de los niños con cáncer de tiroides creció significativamente por encima de los índices normales. En 1974, casi un tercio de los isleños habían desarrollado tumores.

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11. Experimento Tuskegee:

En 1932 médicos financiados por el Gobierno de EE.UU. realizaron en Tuskegee, Alabama, un experimento para determinar como la sífilis actuaba sin tratamiento, 399 pacientes sifilíticos, la mayoría de ellos pobres, negros y analfabetos, creyeron que se les estaba ayudando con asistencia médica gratuita. Usaban esta excusa para controlar su estado de salud y así ver si se daba algún caso de autocuración de la enfermedad.

Al final del estudio, solo 74 personas sobrevivieron, mientras que 28 pacientes murieron directamente a causa de la sífilis, otros 100 murieron a causa de complicaciones relacionadas con la enfermedad, 40 esposas de los pacientes resultaron infectadas y 19 niños nacieron con sífilis congénita.

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