Esta bailarina de ballet pesaba sólo 25 kilos y sobrevivía comiendo 140 calorías al día (+Fotos)

“Bajé 25 kilos en un año y llegué al punto en el que estaba demasiado delgada incluso para ir a terapia. Comencé a disfrutar el hecho de castigar mi cuerpo y odiarme”.

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Margherita Barbieri es una joven de 18 extremadamente talentosa y poco a poco se había estado haciendo un espacio en el mundo del ballet. Sin embargo, un comentario de su instructora, quien le mencionó que sus muslos parecían “de acero” sumado al comentario de otros profesores quienes le aseguraron que físico era “inaceptable para el ballet” terminó causando un caos de proporciones cuando la joven decidió comenzar a perder peso de forma extrema.

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“Estaba sana pero me dijeron que tenía muslos de acero lo cual fue otra cosa que me empujó a querer perder peso. Mi peso estaba bien en ese momento pero no me daba cuenta. Estaba decidida a convertirme en una mejor bailarina así que comencé a ejercitar en exceso y dejé de comer”.

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Según lo recopilado por el Daily Mail, la adolescente desarrolló un trastorno alimenticio y comenzó a seguir una “dieta estricta” de 140 calorías que consistía en ayunar durante dos días y después comer un bol de avena para volver a pasar por el ayuno de 48 horas.

“Bajé 25 kilos en un año y llegué al punto en el que estaba demasiado delgada incluso para ir a terapia. Comencé a disfrutar el hecho de castigar mi cuerpo y odiarme”.

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Después de 12 meses siguiendo esta forma de alimentación, Margherita llegó a pesar sólo 25 kilos. La chica pasó 5 años intentando recuperarse hasta que finalmente se decidió a hacer un cambio radical que la sacaría del oscuro lugar en el que estaba. Fue así que se decidió a crear una lista de 200 alimentos a los que les tenía miedo. Comerlos la asustaba y la ponía ansiosa debido al contenido calórico que entregaban, un contenido que, cabe decir, era más que necesario para su cuerpo.

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Gradualmente comenzó a tachar los alimentos que iba incluyendo en su dieta del día a día y aunque el proceso fue lento, la ayudó a volver a nutrirse y a volver a amar su cuerpo. De a poco Margherita volvió a recuperar la confianza en los alimentos y hoy en día está mucho mejor. Logró subir 25 kilos y llegar a pesar el doble que antes: 50 kilos.

“Ya no me siento exhausta todo el tiempo, estoy recuperando el tiempo perdido y viviendo mi vida al máximo”.

Margherita ha decidido dejar de lado el ballet y dedicarse a otras cosas, siente que la presión del medio es demasiada y le asusta volver a recaer. Sus ojos ahora están puestos en convertirse en bailarina de producciones musicales.

Debido a la difícil experiencia que le tocó vivir y al largo camino que debió recorrer para recuperarse, esta valiente chica quiere ayudar a otras personas que estén lidiando con desórdenes alimenticios.

“El consejo que les puedo dar es que aprendan a amar sus cuerpos, tengan una relación positiva con la comida y no dejen que nadie los haga sentir mal. Creo que todos deberíamos luchar para que exista una cura para la anorexia, es una enfermedad poderosa que usualmente amenaza nuestra vida. Tuve suerte de haber decidido recuperarme”.