11 Prohibiciones a las mujeres en Arabia Saudita que son difíciles de creer

Desde elegirse un marido hasta los viajes en transporte público, en este país casi todo está prohibido para las mujeres. Según el Foro Económico Mundial, Arabia Saudita ocupa el 129° lugar de 134 países en términos de igualdad de género. ¿Cómo viven las mujeres realmente en este país del mundo árabe, donde los derechos de las mujeres son particularmente controlados? ¿Cuáles de los estereotipos que conocemos son un mito y cuáles son verdad?

Hoy te contaremos sobre las prohibiciones más inesperadas que las mujeres locales enfrentan todos los días. Lee hasta el final para descubrir cómo castigan a quienes se niegan a vivir según las reglas estrictas y toman el riesgo de incumplirlas.

1. No pueden dar un paso sin su mahram


Las mujeres en Arabia Saudita no tienen derecho a moverse de forma independiente sin un cónyuge legal o un pariente varón. Tal acompañante se llama mahram. Sin su permiso, la chica no puede ir al extranjero, conseguir un trabajo, casarse, ir a la universidad e incluso someterse a una cirugía.

En caso de ir a la corte o a la policía, se necesita un hombre-guardián para confirmar su identidad, porque una mujer no puede quitarse el hiyab. En tales circunstancias, es imposible quejarse acerca del mahram, incluso si abusa de su autoridad. Sin embargo, las chicas locales no solo no se rebelan, sino que también defienden activamente su derecho a estar bajo la tutela de los hombres.

2. Derecho a tener una licencia de conducir

Este asunto muy pronto se convertirá en cosa del pasado. En los últimos años, se han promulgado varias leyes en los países del Golfo Pérsico sobre la liberalización de los derechos de las mujeres. En septiembre de 2017, el rey de Arabia Saudita emitió un decreto que permite a las residentes del país conducir automóviles. El permiso entrará en vigor en junio de 2018. Sin embargo, para poder manejar, las amantes de los autos necesitarán obtener el permiso de su tutor. Mientras tanto, conducir, por desgracia, sigue siendo ilegal.

3. Transporte público está prohibido

Parece que si no se puede usar un automóvil, se debe usar el transporte público, pero aquí tampoco es tan simple. Las mujeres pueden moverse en tren, pero solo en un vagón separado ubicado al final. Pero la mayoría de las compañías de autobuses se niegan a atender a las mujeres.

Por eso, las residentes de Arabia Saudita deben moverse a pie, en taxi o con un conductor personal.

4. Un vestido negro bastante grande

En la calle, las vecinas de Arabia Saudita cubren su cuerpo por completo, dejando abiertos solo la cara, las manos y los pies. Abaya negra (vestido largo con mangas) y hiyab (prenda de cabeza): esa es toda la variedad que una mujer puede permitirse. La ropa debe estar hecha de tela densa, libre, opaca y no enfatizar las curvas. Las reglas pueden ser más o menos estrictas, dependiendo de la región. Por ejemplo, la ciudad portuaria de Yeda es más liberal, y el distrito de Néyed, donde habita la dinastía de los saudíes, es muy estricto y conservador. En algunas áreas, el niqab sigue siendo necesario: un tocado tipo velo que solo deja abiertos los ojos.

Mohammad bin Salman Al Saud, el Príncipe Heredero de Arabia Saudita, dijo que las mujeres tienen derecho a rechazar un código de vestimenta tan estricto. Si van a escuchar tal recomendación es una gran pregunta. La opinión pública y las leyes tribales tienen un gran peso en el país. Por lo tanto, una víctima de violación puede ser declarada culpable si su ropa no fue lo suficientemente modesta.

5. Se puede obtener una educación superior. Pero, ¿se necesita?

Las mujeres pueden estudiar, pero también hay muchas restricciones. Irónicamente, el porcentaje de mujeres en Arabia Saudita que tienen educación superior es más alto que el de la población masculina. Al mismo tiempo, la calidad de la enseñanza en las universidades de mujeres deja mucho que desear.

Si el tutor de la chica le da permiso, puede obtener una educación fuera del país, pero será más difícil conseguir una beca: la preferencia se le da a los hombres. La mayoría de las mujeres tiene una educación pedagógica o de ciencias naturales. Pero no trabajan después de estudiar.

6. El trabajo

A pesar de las numerosas reformas y el levantamiento de las prohibiciones, la proporción de mujeres en el mercado laboral es solo del 17%. Esto significa que la mayoría de las mujeres que viven en Arabia Saudí todavía de dedican a cuidar la casa y a sus hijos.

La Sharia no prohíbe trabajar a las mujeres si no descuidan sus responsabilidades familiares. Para obtener un trabajo, se requiere el permiso de un hombre-guardián. La elección de las ocupaciones para las mujeres aquí es pequeña: pueden ser médicas, enfermeras y maestras, para evitar la comunicación con hombres desconocidos. Raras excepciones son mujeres políticas y abogadas. Es mucho más difícil crear una carrera para las mujeres en Arabia Saudita que para los hombres: reciben salarios más bajos y se ven privadas de privilegios como el seguro de salud. Para contratar a una mujer, el empleador tendrá que gastar en el arreglo de oficinas, baños, áreas de recreación e incluso entradas individuales para ellas.

7. ¿Casarse por amor?

Las relaciones familiares en Arabia Saudita son uno de los temas más candentes para las discusiones internacionales. El hecho es que las chicas se casan muy temprano allí, a menudo incluso antes de la pubertad. Por eso tienen que dejar los estudios. Además, los embarazos y partos precoces debilitan la salud e incluso pueden provocar la muerte. Los derechos sobre un niño mayor de 7 años pertenecen exclusivamente al padre.

No hay edad mínima para contraer matrimonio. Formalmente, los matrimonios obligatorios están prohibidos, pero el contrato entre el novio y el padre de la chica es obligatorio.

8. Las visitas

Tampoco se puede recibir visitantes. Más precisamente, pueden hablar con amigos, pero estrictamente en su “propia” mitad de la casa, llamada harén. Ahí no hay que cumplir con el código de vestimenta. A los invitados los reciben en la mitad masculina, donde a las mujeres, por supuesto, la entrada está estrictamente prohibida. Si una esposa necesita decirle algo urgente a su marido, puede contactarlo por teléfono interno.

La mayoría de las casas en Arabia Saudita están equipadas con dos entradas separadas: para hombres y para mujeres.

9. La segregación sexual

La segregación sexual es uno de los principios fundamentales de la vida de las mujeres en Arabia Saudita que ayuda a evitar el contacto con hombres desconocidos. Se trata de la división de la sociedad en zonas para mujeres y hombres, no solo en el hogar, sino también en lugares públicos: playas, transporte, restaurantes. Especialmente estrictamente, esta regla se cumple en los establecimientos de alimentos: hay diferentes espacios para las familias, solteros y solteras.

Las grandes empresas occidentales como Pizza Hut, McDonalds y Starbucks, que no quieren perder clientes, también se niegan a las salas comunes que se convierten en blancos para la crítica de los ciudadanos liberales. También hay lugares en el país donde la segregación sexual no se cumple estrictamente: hospitales, bancos e instituciones médicas.

10. Todas las personas son iguales, pero algunas son más iguales

El testimonio de una residente de Arabia Saudita en la corte es dos veces menos valioso: para presentar una demanda necesitará hasta seis testigos varones. El veredicto puede referirse a costumbres tribales, y no a leyes.

Un niño no tiene derecho a obtener la ciudadanía saudí si su padre es extranjero. Según el Corán, cuando un hombre hereda, obtiene 2 veces más que una mujer. En las áreas rurales, como regla, las mujeres están excluidas de la lista de los herederos.

11. Practicar deportes

Las residentes de Arabia Saudita por primera vez tuvieron el derecho de representar al país en los Juegos Olímpicos de 2012. La decisión fue tomada bajo la presión del Comité Olímpico Internacional. Fue el único país del mundo que prohibía a las mujeres participar en competiciones.

Sin embargo, hacer una carrera deportiva en el país no es fácil: esta ocupación no es alentada por la sociedad ni el estado. Las mujeres no reciben educación especial y tienen acceso limitado a equipos deportivos.

¿Que pasa si no cumples?

Por violación de las leyes y tradiciones de Arabia Saudita, una mujer enfrenta un castigo, y es lejos de ser siempre justo. La policía religiosa puede castigar a una vecina del país por hablar con un hombre desconocido o por una tela insuficientemente densa. Uno de los castigos más suaves son latigazos.

También existen casos de violencia física extremadamente brutal contra mujeres que ni siquiera eran residentes del país. La liberación de prisión solo es posible después de la aplicación del tutor. Él también puede exigir endurecer el castigo, y entonces, la delincuente será encarcelada por muchos años.

Pero mientras la comunidad mundial lo critica y lamenta, las mujeres de Arabia Saudita viven su vida habitual, y muchas de ellas no quieren cambiarla. Quizás es una cuestión de tradiciones centenarias, una diferencia de mentalidad o religión. ¿Qué piensas al respecto?