Es poco probable que exista una persona en el mundo que, en algún momento de su vida, no haya transitado por el espinoso camino del fin de una relación. La jefa de la agencia matrimonial Tamsen Fadal no es una excepción. A sus espaldas, hubo un doloroso divorcio y la búsqueda de un nuevo sentido a su vida. En su libro “Sola y feliz. Cómo pisar tierra firme tras una separación o divorcio”, cuenta sobre todos los descubrimientos que a uno le esperan tras superar este periplo.
Decidimos compartir contigo las observaciones de Tamsen, ya que hay muchas cuestiones importantes que uno llega a comprender solo tras pasar por una separación. Con su ayuda, en el futuro, podrás construir una relación larga y armoniosa. Y también te contamos qué es mejor no hacer nunca.
1. El mundo no se derrumbó, ni piensa hacerlo
Al principio, sentirás lástima de ti mismo, sufrirás, recordarás los buenos tiempos pasados y te desahogarás con tus amigas y amigos. Pasarás algunas noches sin dormir y días enteros sin apetito. Pero, sin duda, llegará ese momento en el que acabarás diciéndote a ti mismo “¡Basta!”. Y, entonces, la vida siguirá.
Tamsen cree que los primeros 90 días después de una separación son los más difíciles y los denomina “modo supervivencia”. Aconseja no darte prisa, sino mirar a tu alrededor, deshacerte de las cosas que te oprimen y, además, prestar atención a tu apariencia y a tu salud.
2. Desconocías muchas cosas sobre ti mismo
En una relación, quizá te diluiste tanto en tu pareja que te abandonaste a ti mismo y descuidaste tu interior. Recuerda cómo pasabas tu tiempo, qué hacías los fines de semana, dónde te ibas de vacaciones, ¿siempre quisiste eso o a veces te comprometiste y aceptaste, simplemente, porque no querías ofender a tu pareja?
Ha llegado la hora de descubrir lo que a ti personalmente te gusta. Puede ser que no estés del todo encantado con el diseño de tu apartamento, que odies cocinar una cena de tres platillos, y que cada año, esquiando en las montañas, hayas soñado en secreto con el mar.
3. Comer, rezar, desconectar
No todos tienen la oportunidad de viajar, como el personaje de Julia Roberts en la película “Comer, rezar, amar”. Sin embargo, puedes probar una nueva receta o meditar en la ciudad en la que vives. Tamsen también aconseja “desconectar”: al menos, durante una hora, apartar de ti todos los dispositivos electrónicos y permanecer en silencio. Esto te dará la oportunidad de recuperar el aliento y mirar a tu alrededor, y comprender para qué estás preparado y a qué no estás dispuesto en el futuro.
Tal vez no vale la pena hacerlo tan drásticamente como Anne Hathaway en la película “El diablo viste a la moda”, arrojando su teléfono a una fuente, aunque, sin duda, aquello la ayudó a sentirse libre.
4. Es mejor estar solo que sentirse solo en pareja
Una de las principales razones por la que nos aferramos a una relación es el miedo a la soledad. La posibilidad de ir a solas al cine (o a cenar a solas en un restaurante, o pasar a solas el fin de semana) resulta embarazosa, deprimente y aterradora. Pero, en realidad, tememos no tanto a la ausencia física de la pareja, como a la posibilidad de quedarnos a solas con nuestros pensamientos y sentimientos.
Estar solo no es lo mismo que sentirse solo, y no es una enfermedad que deba tratarse, sino la posibilidad de conocerte mejor a ti mismo y hacer, además, todo aquello que quieras, en el aquí y ahora. ¿Recuerdas al personaje de Keira Knightley en la película “Last Night”? Corriendo para casarse, sin sentirse feliz, soñando secretamente con otro… ¿Quién sabe qué destino le espera a una relación así?
5. El único camino hacia “y vivieron felices para siempre” es “sé feliz contigo mismo”
Ellen Burstyn dijo una vez: “Qué agradable sorpresa, descubrir de repente lo poco solitaria que puede ser la soledad”. Es importante saber en quién puedes confiar, pero es igualmente importante confiar en ti mismo. Expresa tus preocupaciones en voz alta: esto reducirá la actividad en las áreas cerebrales responsables de la percepción del dolor.
No será posible encontrar a “tu pareja ideal” si tú mismo “no te perteneces”. Antes de buscar a un nuevo compañero sentimental, debes comprenderte a ti mismo, entender tus deseos y necesidades. En la película “¡Sí, señor!”, el papel de Jim Carrey encontró su felicidad solo cuando se comprendió a sí mismo y entendió su vida.
6. Para encontrar a la persona adecuada, primero habrá que renunciar a la equivocada
El camino se termina cuando se alcanza el objetivo. Esto también se aplica a las relaciones. Dos personas se encuentran y aprenden algo juntas, aprenden mutuamente siendo también maestros el uno del otro. Y cuando la lección termina, la relación se agota. Y aunque ese momento casi siempre está relacionado con la tristeza, es el precio que hay que pagar por pasar al siguiente nivel de desarrollo espiritual.
Pon punto final a las relaciones anteriores antes de precipitarte a otra aventura amorosa. De lo contrario, tu nuevo compañero sentimental simplemente no encontrará su lugar en tu vida. A veces, es necesario quemar todos los puentes y cambiar por completo el entorno, como lo hizo el personaje de Cameron Diaz en la película “El descanso”, para estar dispuesta a volver a abrir tu corazón.
7. Todos los caminos se abren ante ti
Como Michael Jackson cantaba, “si quieres cambiar el mundo para bien, mírate y comienza a cambiar”. Tal vez, antes de encontrarte con la persona amada, tenías algunos planes, o soñabas con algo, pero una vida en común te forzó a reconsiderar tus prioridades. Ahora nada te limita, puedes poner tus sueños en práctica de forma segura.
Los 5 errores principales que se cometen después de una ruptura sentimental:
Muchos de nosotros cometimos extraños actos, no solo por los sentimientos que quedaban en el aire al perder nuestra expareja, sino por el simple hecho de que queríamos hacer algo para no quedarnos paralizados, envueltos en amargos recuerdos. Aquí están los errores más comunes:
Convertir el punto final en puntos suspensivos: otro mensaje, la última conversación, el último argumento. ¡No, no, y otra vez no!
Acostarte con la primera persona que se cruza en tu camino, demostrando que “todavía hay pólvora en el revolver”.
Dar lástima en público, estallando en amargas lágrimas y lamentos del tipo “Todos los hombres son iguales”.
Espiar a tu ex en las redes sociales y, lo que es peor todavía, en su vida real.
Vengarte de tu ex de todas las maneras posibles e intimidar a su nueva pareja, como lo hizo el personaje de Uma Thurman en la película “Mi superexnovia”.
En cualquier caso, vale la pena recordar que una ruptura no es una condena, sino una oportunidad para sacar conclusiones, agradecer los días felices vividos y seguir adelante. ¿Alguna vez has vivido la experiencia de una relación que terminó con una separación, no por iniciativa propia y en contra de tus deseos? ¿Qué podrías aconsejar a esas personas que actualmente están atravesando por una situación similar? Déjanos tus opiniones en los comentarios.