El día de la boda: es uno de los días más importantes y emocionantes en la vida de cualquier mujer. Casi todas sueñan con casarse con un vestido de novia hermoso con un velo largo que se extiende por varios metros. Toda la atención en el día de la boda está clavada solo en ella. En tal día, la novia debe ser la más bella y la más elegante.
Sin embargo, todas somos personas, con necesidades naturales y esto es lógico. Quieras o no, hay que tener en cuenta que tarde o temprano querrás ir al baño. Y no solo una sola vez. Además la cantidad de champagne bebido hará lo suyo. Y todo estaría bien, si no fuera por el vestido de novia. Aquí, se acaban todos los sueños de un hermoso final de la ceremonia. Y los problemas reales comienzan.
Sin ayuda externa, realizar todas estas necesidades naturales es casi imposible. Algunas incluso toleran hasta el final, porque sienten vergüenza de pedir ayuda. Pero la invención de una costurera estadounidense debería poner fin al tormento de todas las novias en todos los rincones del mundo.
Una residente de Pennsylvania, Heather Stenlake, ha estado trabajando en salones de bodas durante muchos años. Y muy a menudo escuchaba preguntas de muchas novias mientras se probaban los vestidos: “¿Cómo puedo ir al baño?”
Ella siempre tenía que responder, que solo podía hacerlo con la ayuda de sus amigas. Pero todo este tiempo Stenlake pensó en cómo hacer la vida más fácil para las novias. Había que hacer algo, realmente. Después de varios años de reflexión, se le ocurrió algo que se puede llamar con plena confianza, una invención revolucionaria.
Se llama “Bridal Buddy” y es solo una falda hecha de un fino tul. Se pone debajo del vestido de novia y se sujeta con una cinta a la altura de la cintura. El encaje, por cierto, no es visible. Se puede ocultar debajo del dobladillo.
¿Cómo funciona?, cada vez que la novia necesite ir al baño, solo tiene que recogerlo y colocar el vestido dentro de él. Por un lado, puede parecer ridículo: la novia se convierte en una esfera de tela. Pero por lo menos nada le impide ir a hacer sus necesidades. Por cierto, en esta falda inferior incluso hay agujeros especiales. En ellos, la novia pasa sus manos para que sea más conveniente hacerse la higiene personal.
Una vez que hayas acabado con tus necesidades naturales, solo necesitas tirar de los encajes y, es todo, el vestido se verá como antes, hermoso y exuberante. Por lo tanto, la novia puede estar despreocupada y continuar con la celebración.
El estadounidense ya comenzó a vender su invento a través de Internet. Hay dos colores diferentes de “Bridal Buddy”: blanco y negro. El costo es de cuarenta dólares.