De acuerdo con las pautas dietéticas más recientes, se recomienda tomar 2300 miligramos de sodio (1 cucharadita) al día. Sin embargo, se estima que nuestro consumo diario promedio es más cercano a los 3400 miligramos de sodio (alrededor de 1 y 1/3 de cucharadita). El consumo excesivo de sal puede causar hipernatremia y conducir a serios problemas de salud con el tiempo.
Hicimos una lista de las señales más comunes que indican que probablemente estás comiendo demasiada sal en tu dieta.
1. Hinchazón
Si tus anillos se sienten un poco apretados, tus pies se sienten inflamados o tienes los ojos hinchados por la mañana, probablemente estés comiendo demasiada sal. La condición en la que tu cuerpo comienza a retener agua extra como resultado de la ingesta elevada de sal se llama edema y debe tratarse con una dieta muy restringida.
2. Sed excesiva
El sodio que se encuentra en la sal ayuda a equilibrar el líquido en tu cuerpo. Cuando comes demasiada sal, tu cuerpo necesita más líquidos para ayudar a limpiar tu sistema, haciendo que tus músculos y otros órganos puedan funcionar correctamente. Esa es la manera en que tu cuerpo corrige la relación sodio-agua y el beber agua potable es la mejor manera de regresar las cosas a la normalidad.
- Recuerda que no beber suficiente agua podría obligar a tu cuerpo a extraer líquidos de las células y esto podría deshidratarte.
3. Cambios en la micción
Como regla general, la acumulación de sodio en tu cuerpo provoca cambios graves en la micción, que pueden ocurrir debido a dos razones:
- Consumir muchas sal hace que los riñones trabajen horas extras para poder sacarla del cuerpo. Esto puede provocar una enfermedad renal que generalmente hace que la micción sea más frecuente con orina que parece transparente o completamente transparente.
- Tener demasiado sodio en tu cuerpo puede ser el resultado de la pérdida de líquidos que a menudo conduce a la deshidratación. Cuando hay una pérdida significativa de agua en el cuerpo, tu producción de orina disminuye y se vuelve espesa y de color amarillo oscuro.
4. Dolor constante en los huesos
El consumo de sal puede ser un gran obstáculo para los huesos robustos. Cuando comes demasiada sal común de mesa, tus riñones no pueden eliminarla por completo y esto aumenta enormemente la pérdida de calcio. Una deficiencia crónica de calcio puede dar como resultado huesos débiles, problemas con los dientes e incluso puede causar el desarrollo de osteoporosis.
5. Calambres musculares
Mantener el equilibrio adecuado de sodio y potasio es crucial para tu salud, ya que estos elementos químicos son responsables de la contracción muscular. Si se trastorna el equilibrio al usar en exceso un salero o consumir alimentos salados en exceso, puedes experimentar calambres, presión y dolor en los músculos.
6. Dolores de cabeza persistentes
El consumo excesivo de sodio aumenta el volumen de tu sangre para que ocupe más espacio en los vasos sanguíneos. Esta expansión de los vasos sanguíneos causa presión arterial alta (hipertensión) y como resultado, puede desencadenar dolores de cabeza severos.
7. Problemas cognitivos
La hipertensión causada por la alta ingesta de sal puede dañar las arterias que conducen a tu cerebro. Esto podría afectar tu capacidad para pensar con claridad y dificultar tu concentración en las tareas diarias.
Además de eso, la deshidratación constante puede conducir a una memoria deficiente, una sensación de cansancio y un tiempo de reacción más lenta.
Bono: cómo reducir la ingesta de sal
- Mantente alejado de los alimentos llamados “los salados seis”: pan y panecillos, pizza, sándwiches y hamburguesas, embutidos y carnes curadas, sopas enlatadas, burritos y tacos.
- Evita alimentos procesados o de restaurante ya que generalmente son altos, no solo en aditivos y conservantes, sino también en sodio.
- Siempre mira la etiqueta de nutrición y verifica el porcentaje de sodio, es mejor elegir alimentos con un 5% o menos del valor diario de sodio por porción.
- ¡Experimenta con nuevos sabores! En lugar de agregar sal, trata de mejorar el sabor de tus comidas con hierbas frescas o secas, o ácidos como el jugo de limón y vinagre.
¿Cuánta sal ingieres diariamente? ¡Cuéntanos sobre tus hábitos alimenticios en los comentarios!