Meghan Markle rompe el protocolo de la familia real en el desfile en honor a la reina Isabel

El pasado 9 de junio se conmemoró el cumpleaños número 92 de la reina Isabel II con el tradicional desfile “Trooping the Color” en Londres. El desfile militar contó con la presencia del príncipe Carlos, los duques de Cambridge, y los duques de Sussex.

El príncipe Felipe, quien se retiró de los deberes reales y está por cumplir 97 años no asistió al evento.

Los medios de comunicación dieron cobertura al desfile, pero la atención de la opinión pública se ha centrado en Meghan Markle, que una vez más obtiene el protagonismo por su naturalidad, carisma y sobre todo por romper el protocolo de la familia real británica.

Desde que se comprometió con el príncipe Harry ha cautivado la atención de millones de personas, la actriz estadounidense se convirtió en la primera americana en ser parte de la familia real más mediática y poderosa del mundo.

La boda de Harry y Meghan el pasado 19 de mayo fue una celebración histórica llena de detalles memorables que demostraron que la inclusión, la igualdad y la tolerancia se hicieron presentes en una sociedad marcada por estereotipos y estrictos protocolos.

Meghan Markle asistió al desfile de ayer ataviada con un vestido rosado hecho a la medida de la diseñadora venezolana Carolina Herrera.

Las reacciones en las redes sociales sobre su atuendo no se hicieron esperar, muchos comentaron que se veía radiante y con mucho glamour.

Pero a pesar de que su look recibió muchas críticas positivas hubo algo que algunos señalaron alegando que Meghan rompió una importante regla.

La duquesa de Sussex no debería tener sus hombros expuestos, sin embargo, decidió pasar por alto la norma.

Según las arraigadas tradiciones de la familia real británica las mujeres deben usar atuendos muy conservadores, no deben tener descubiertos los hombros ni las piernas salvo que sea debajo de las rodillas.

A pesar de las reglas Meghan tomó el control sobre la elección de su vestido usando un diseño muy parecido al que usó el día de su boda de la firma Givenchy.

Meghan estaba muy elegante y se comportó a la altura, así que es poco probable que reciba una amonestación de parte de la reina por haber ido con sus hombros expuestos al desfile donde 1.000 soldados marcharon Horse Guard’s Parade en Whitehall.

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