A Tsunaida la siguen más de 200 000 personas en Instagram, aunque tiene menos de un centenar de fotos, las fotos nuevas no aparecen con bastante frecuencia. Ella no es una estrella en ascenso de Internet, porque es escéptica a la gloria de la Web, especialmente porque ya ha hecho una carrera en el negocio del modelaje real. Y, sin embargo, los usuarios de Internet se han enterado de ella y quieren obtener más información.
Tsunaida realmente proviene del Tíbet, pero ha vivido y trabajado en Gran Bretaña durante mucho tiempo. La chica no es alta, ni fornida, su físico está lejos de los estándares de belleza. Incluyendo la cara: una gran nariz recta, una poderosa mandíbula y una mirada fascinante, sus ojos hundidos parecen haber sido creados por los maestros de Hollywood encargados de crear el aspecto de las criaturas de la película de Cameron. Pero ella es terrenal, descubierta por cazadores de modelos experimentados, quienes la llevaron al negocio del modelaje.
La chica ha participado repetidamente en London Fashion Week, colaboró con Christian Dior y otras marcas. No encaja en los cánones y por lo tanto no se promociona en las redes sociales, no busca reunir un ejército de admiradores. En parte porque la apariencia de Tsunaida no es una especie de curiosidad exótica, sino un modelo de esa belleza femenina original y poco convencional que se puede ver, solo al viajar por los rincones lejanos del mundo. Muchas personas no entienden este tipo de belleza, pero es justamente que las personas como ellas, se convierten en un objeto de atención extra.
