Algunos gastan más del 30% de sus salarios en alimentos. Y para la mayoría de nosotros, las compra están acompañadas no solo por pérdidas financieras, sino también por el estrés que sentimos al darnos cuenta de cuánto dinero hemos gastado en cosas innecesarias.
Más de una vez te hemos dado recomendaciones sobre cómo puedes reducir tus gastos, pero en las condiciones de una situación económica inestable, estos consejos, lamentablemente, seguirán siendo relevantes. Toma un bloc de notas y un bolígrafo y anota lo que no sabías antes.
1. Antes de ir de compras, realiza una revisión de tu refrigerador
Incluso una inspección breve del contenido de tu refrigerador ayudará a hacer la lista de compras correcta. No olvides anotar productos que están por acabarse para evitar salidas no planificados a la tienda.
2. Planifica las recetas que cocinarás antes de tu próxima salida de compras. Da preferencia a los productos estacionales
Los productos básicos del menú básico incluyen varios cereales, papas, verduras y frutas de estación, pastas, productos lácteos y productos lácteos fermentados. Por supuesto, no olvides las fuentes de proteínas: aves, pescado, carne, huevos. De estos productos puedes combinar desayunos, almuerzos y cenas saludables que no aburrirán a tu familia.
Seguramente has notado que la lista de productos básicos es bastante simple y accesible para todos, y tampoco incluye productos enlatados, embutidos ni dulces.
3. Haz que 2-3 días de tu semana sean vegetarianos
Planifica tu menú para que puedas reducir el consumo de carnes en un 25-30%. La deficiencia de proteína se puede reponer con otros alimentos ricos en proteínas, pescado o huevos. Tal experimento ayudará a ahorrar una parte significativa del presupuesto.
4. Usa trucos de cocina
Usa bolsas con cierre, contenedores especiales para guardar alimentos y otras cosas útiles que los mantendrán frescos. Compra un pequeño sellador de paquetes. Así te deshaces de verduras pasadas, frutas podridas y limones mohosos. Recuerda siempre que casi todos los productos pueden ser congelados.
5. Compra verduras y frutas en los mercados de agricultores o ferias agrícolas
Como regla general, en tales lugares, el costo de los productos de estación es mucho menor que en los supermercados.
6. Verifica los precios de los productos más populares en tu menú
Mantén un registro de los precios de los productos que compras con mayor frecuencia. Verifica su costo en varias cadenas de supermercados. Suena difícil, pero vale la pena. Renuncia al hábito de pagar de más por la marca. A veces, el precio del mismo producto de diferentes marcas puede variar en un 30-50%. Los productos de marca más caros se encuentran en los estantes que están a la altura de tus ojos. Solo mira hacia abajo y verás exactamente lo que estás buscando.
7. Recuerda las ofertas en Internet
Muy a menudo, las grandes tiendas en línea hacen buenos descuentos en varios grupos de productos. Compra en Internet productos no perecederos, productos de limpieza y de higiene personal que estén en oferta. Compra productos que están por acabarse, pero que todavía no necesitas urgentemente. Puede ser una botella de aceite de oliva, comida enlatada, té o café. Por lo tanto, no tendrás que ir a la tienda, y todas las compras las realizarás sin prisa y con la cabeza despejada.
8. Compra carne en una carnicería, y pan en una panadería
Si no tienes un par de pedazos de jamón o panecillos para preparar la cena, ve a la tienda donde puedes encontrar esos mismos productos y no tendrás la tentación de llevar a casa una bolsa llena de dulces. Al llegar a casa, comprenderás que no los necesitabas.
9. Controla tus deseos espontáneos
Es difícil rechazar las ofertas supuestamente rentables que los mercadólogos nos imponen. Especialmente si el precio tiene un descuento muy atractivo. Verifica en Internet el valor real de este producto. Lleva menos de un minuto, pero en la mayoría de los casos, ahorrará dinero. Y si el descuento es real, solo piensa, ¿necesitas tres paquetes de espinacas, si este producto en tu familia no es popular?
10. No compres productos semifabricados
Como regla general, el precio de las comidas preparadas excede el costo de los productos en un 100-150%. Rechaza comprar productos semielaborados y simplemente haz tiempo para que tú mismo prepares la comida casera no perecedera.
11. No uses tarjetas
Yendo a la tienda, planifica tu presupuesto con anticipación, llevando solo dinero en efectivo. Cuando pagas las compras con una tarjeta, tu cerebro no está completamente al tanto del dinero gastado. La comprensión de que no has calculado bien tu presupuesto solo se produce cuando miras tu cuenta bancaria. Evitando utilizar tarjetas durante las compras en la tienda de comestibles, tomarás el control de tus gastos.
¿Tienes maneras de ahorrar dinero en el supermercado? ¡Comparte con nosotros en los comentarios!
