De acuerdo con las estadísticas, el 70 % de los empleadores revisan los perfiles en las redes sociales de sus candidatos para tomar la decisión de contratarlos o no. La protagonista de nuestro artículo no estaba buscado trabajo, pero Internet le causó aún más problemas con el empleo que ya tenía. Lo que ella no esperaba era la sorprendente reacción de las personas que decidieron ponerse de su lado y apoyarla.
Te contaremos la historia de una maestra rusa, cuyas fotos en traje de baño le causaron demasiado problemas. Pero no te preocupes, la historia tuvo un final muy feliz.
Victoria Popova, de Omsk, Rusia, trabaja como profesora de historia y también hace modelaje. Durante una de sus sesiones fotográficas, ella estaba aprendiendo a posar con traje de baño. Las fotos fueron publicadas por una revista y se volvieron públicas, lo cual causó una ola de resentimiento.
Los padres de sus alumnos le pidieron al director de la escuela despedir a la maestra vestida de manera tan inapropiada, explicándole que los que trabajan en el campo de la educación no deberían publicar fotos tan indecentes en sus redes sociales. Las autoridades de la institución cumplieron la petición de los padres y Victoria perdió su trabajo.
En su entrevista, Victoria explicó que sus fotos no estaban promoviendo nada inapropiado y solo eran parte de su entrenamiento. Después de todo, no estaban hechas para que la gente las viera. Ella no las publicó, sino que lo hizo una revista de moda.
Victoria no fue la única persona que sintió que no era justo. Por eso, miles de maestros de toda Rusia empezaron a publicar fotos en traje de baño en Instagram y otras redes sociales.
Ellos crearon el flashmob #TeachersAreHumansToo (“Los maestros también son humanos”), apoyando a Victoria y diciendo que ser profesor no significa que tengas prohibido publicar fotos en traje de baño y ser castigado por eso.
Incluso el tiempo frío no fue un obstáculo para tomarse fotos y participar en el movimiento.
Los hombres también se pronunciaron a favor de Victoria, publicando fotos con torsos desnudos.
El álbum fotográfico del movimiento muestra a personas diferentes: jóvenes y adultos, hombres y mujeres, con o sin niños: el punto clave era comprobar que las fotos en traje de baño no son ofensivas ni inapropiadas, que la gente que va a la playa, incluyendo a los maestros, y que todos usan bañadores.
Algunas personas incluso usaron su sentido del humor y mostraron qué ropa espera la sociedad que usen los maestros.
La protesta fue escuchada por las autoridades de Omsk, y el despido fue reconsiderado tanto por ellos como por los miembros del Ministerio de Educación. Victoria Popova recibió una propuesta para recuperar su empleo y la aceptó.