En Internet hay una gran cantidad de datos sobre Japón, y la mayoría ya no sorprende a nadie. Todos saben sobre la puntualidad japonesa, su adicción al trabajo, sobre las islas con animales y las sandías cuadradas. Pero aún quedan cosas que pueden llevar a un callejón sin salida incluso al mayor admirador de la cultura japonesa. Por ejemplo, ¿cuál es la idea de una “sala de desocupación”? ¿Existe una tienda que vende un solo libro? ¿Por qué y adónde desaparecen los japoneses? Encontrarás las respuestas a estas y a otras no menos interesantes preguntas en este artículo.
Hemos averiguado 14 hechos inusuales sobre Japón y sus habitantes y, al conocerlos, verás al “país del sol naciente” con otros ojos.
1. Los japoneses “desaparecidos”
Para los japoneses no hay nada más terrible que perder el respeto de la sociedad. Un examen reprobado, el despido del trabajo, el divorcio, las deudas: esos y otros fracasos vitales muchas veces llevan a un intento de librarse a sí mismo y a la familia de la desaprobación social. Unos se suicidan, y otros simplemente desaparecen para siempre de la vida de sus seres queridos.
Todos los años, en el país desaparecen de 80 a 100 mil personas. Por lo general, ni el estado ni la familia buscan a los desaparecidos, pensando que se han suicidado. Por cierto, el tema de los “ciudadanos desaparecidos” es tabú en el país, y se trata de no mencionarlo.
Hay 2 caminos para aquellos que decidieron desaparecer. El primero es irse al área de Sanya, un barrio pobre de Tokio. Para preservar la reputación de la ciudad de la presencia de los vagabundos y la mafia, el distrito fue eliminado de todos los mapas. Vivir allí es muy difícil debido a las condiciones y el trabajo duro. La segunda forma es quedarte en tu ciudad natal, cambiar de trabajo y tratar de no aparecer ante los ojos de tus familiares y amigos.
2. Otaku como una forma de escape
Otro tipo de escape popular entre los jóvenes japoneses es el fenómeno otaku, cuando una persona se escapa hacia “dentro de sí misma”, llevando una vida paralela como el héroe de su anime favorito.
Algunos, habiendo decidido convertirse en otaku, se disfrazan como el personaje elegido y pueden pasar mucho tiempo en su realidad alternativa. Algunos la crean en su casa, armados de distintos artículos de anime relacionados a sus personajes favoritos, y llevan una vida de ermitaños, mientras que otros prefieren pasar tiempo en los clubes del distrito de Akihabara, donde se venden diferentes productos para aquellos que se consideran otaku.
3. Familia y pareja en alquiler
El amor no se puede comprar, pero es posible contratar a un actor profesional que se convertirá en lo que el cliente le pida. Hasta se puedes alquilar por un par de días un bebé; hay agencias que los “rentan”. Una de ellas es Family Romance, creada hace más de 8 años por Ishii Yuichi.
El objetivo principal de la agencia es ayudar a las personas a sobrellevar una pérdida o lidiar con la soledad. Pero se reciben distintas clases de encargos. Por ejemplo, desempeñar el papel de un novio traidor o disculparse por un empresario que ha cometido una equivocación. Incluso hubo un caso en que la agencia recibió un pedido de organizar una boda completa, con participación de 50 actores. La misma le costó a la clienta unos 18 millones de dólares.
Este trabajo tiene un lado oscuro: la mayoría de los actores son personas solitarias que temen perderse entre sus roles. Nadie conoce quiénes son realmente, tienen prohibido hablar sobre sí mismos, y las personas solo se sienten atraídas por los personajes que ellos han creado.
4. Ciudades detrás de las paredes
No, no es un set de filmación de la película Titanes del Pacífico, donde se construyeron muros similares para protegerse de los Kaiju (monstruos) emergentes de una falla en el fondo del océano. Es el Japón moderno.
Después del gran terremoto en el este de Japón que ocurrió en 2011 y causó el accidente de la planta de energía nuclear “Fukushima-1”, el gobierno del país comenzó a proteger las ciudades costeras. Se decidió levantar muros de 12 metros de altura que, en caso de un tsunami, debían recibir el mayor golpe y, si no evitar una posible catástrofe, al menos darles a las personas más tiempo para evacuar.
Inicialmente, la población local apoyó la creación de las paredes, pero después de un tiempo, sus opiniones se dividieron. Algunos se sienten incómodos: las paredes resultaron ser demasiado altas y bloquean la vista al mar, y mucha gente del pueblo se siente prisionera. Pero otras personas creen que el muro es una garantía de que el desastre de 2011 no volverá a suceder.
5. Una agencia de disculpas
¿Odias disculparte, pero debes hacerlo? En Japón, para casos así, existen agencias especiales que lo harán por ti. Es más, los “expertos en pedir perdón” de esas compañías son buenos psicólogos que tienen mucha experiencia y tal vez serán capaces de sacarte incluso de las situaciones más difíciles.
Los precios varían dependiendo del tipo de disculpa y de la agencia misma. En promedio, por una disculpa en persona se pide cerca de 240 USD, y por una disculpas por teléfono o por correo electrónico, 96 USD. Algunas agencias cobran tarifas por hora (un promedio de 33 USD por hora).
Otras, por el contrario, prefieren no distribuir el precio públicamente, y lo dan por teléfono; por lo general, en esas agencias hay opciones inusuales, como categorías de disculpas ante personas especialmente sensibles o extremadamente temperamentales.
6. “Sala de desocupación” para los empleados
Generalmente, los empleados inservibles son despedidos. En Japón, las reglas de los despidos de las grandes empresas son muy diferentes y muy inconvenientes para ellas. Por ejemplo, una jubilación anticipada en Sony significa el pago al empleado de una asignación de 54 salarios mensuales.
Las compañías que no querían pagar esas cantidades encontraron una salida: transferir a los trabajadores a unas “salas de desocupación”, donde se les asignan las tareas más aburridas. Pasan todo el día leyendo literatura especial, miran video clips durante varias horas seguidas, etc. Y al final de la jornada, deben enviar un informe sobre el “trabajo” que han realizado.
Sony no ve nada malo en esas “salas de desocupación”. Pero aquellos que las critican creen que el objetivo principal de esos lugares es hacer que los empleados se sientan olvidados e inútiles y simplemente renuncien.
7. Abrazos pagados
En Japón, donde el problema de la soledad es bastante agudo, muchos encuentran una salida yendo a los establecimientos donde ese sentimiento se atenúa aunque sea por un tiempo. Por ejemplo, son populares lugares como Soineya (literalmente, “tienda del sueño acompañado”) y similares, donde puedes simplemente dormir al lado de una chica hermosa. Sin intimidad, solo sueño y abrazo.
Por lo general, estos establecimientos cobran entrada (alrededor de 27 USD) y luego todo tiene un precio fijo. Así, 20 minutos de sueño le costarán al cliente otros 27 USD, y una hora, alrededor de 54 USD. Se pueden elegir algunos servicios extra por una tarifa adicional. Por ejemplo, dormir abrazados, acariciar la cabeza de la chica, mirarse a los ojos durante un tiempo determinado, poner la cabeza en las rodillas del otro, etc. Cada elemento tiene su propio precio.
8. Clubes nocturnos para hablar con mujeres
Otra forma de enfrentar la soledad en Japón son los kyabakura, clubes donde se puede hablar y beber una copa en la agradable compañía de una mujer bonita. Por dinero, por supuesto. Los establecimientos económicos cobran 27 USD por 40 o 60 minutos, los más refinados, entre los 45 USD y 137 USD por 45 o 90 minutos.
Se suele decir que las mujeres que trabajan en los kyabakura son la versión moderna de las geishas: kyaba-jo, o dueña; y su tarea es entretener con la conversación y con la bebida. En los kyabakura tradicional, las mujeres no brindan ningún servicio íntimo, por lo que los clientes pueden ser expulsados del club incluso si solo tratan de abrazar a la interlocutora.
Estos clubes son populares entre los hombres de negocios, y también como recompensa para los empleados de una compañía. Pero, por supuesto, los principales clientes de este tipo de clubes son los hombres solteros y aquellos que no reciben suficiente cariño y atención en su familia.
9. Cafeterías con lugares para las personas solteras
Moomin Bakery & Cafe es un acogedor lugar en Tokio que ya ha sido apodado en la red “café antisoledad”. A todos los visitantes que van allí solos, se les sienta a la mesa un enorme muñeco de felpa, en cuya compañía se puede comer algo o beber un café.
La idea atrajo rápidamente tanto a los japoneses como a los numerosos turistas, por eso, en Moomin Bakery & Cafe se suelen formar largas colas y hay que esperar por una mesa. Aquellos que no quieren esperar siempre pueden comprar algo en la panadería de la cafetería.
10. El proyecto de las micro casas
Las micro casas (o kyosho jutaku) se popularizaron en Japón en la década de 1990, cuando los precios de las casas comenzaron a aumentar abruptamente. A diferencia de los complejos residenciales, no ocupan mucho espacio y entran perfectamente en los terrenos pequeños que no son aptos para ninguna otra cosa.
Muchas veces, los “trozos” de tierra en los que deben trabajar los diseñadores apenas cubren el espacio de un lugar de estacionamiento para un automóvil. Y a veces deben adaptarse a unas plataformas asimétricas; generalmente cuestan menos y están en demanda.
Al ver el tamaño de la parcela de tierra, da la sensación de que no hay espacio suficiente para nada allí. Pero los diseñadores han demostrado lo contrario repetidamente: a pesar de su tamaño, es mucho más acogedor vivir en este tipo de casas que en los estrechos departamentos de los complejos convencionales.
11. El Club de los Consumidores
Sample Lab es una tienda en Japón donde puedes ser el primero en probar las muestras de tal o cual producto, desde salsas y bebidas alcohólicas hasta cosméticos y mucho más.
Para ser miembro del “Club de los Consumidores” hay que ser mayor de 16 años, hablar japonés, y pagar una cuota anual de alrededor de 9 USD. Además, se paga poco menos de 3 USD cada vez que se visita la tienda. Esto se hace para excluir a todos los “amantes de lo gratuito”, y asegurarse de que el club realmente se forme de personas interesadas en un producto en particular.
Una de las características de la tienda es que sus miembros reciben puntos por las visitas y por llenar formularios, que luego afectan la cantidad de productos que pueden probar.
12. Máquinas expendedoras en las que puedes comprar todo
Las máquinas expendedoras son muy populares en Japón. No tener que contratar vendedores y alquilar un local, la baja criminalidad, así como la gran cantidad de efectivo en circulación, todo esto solo aumenta su popularidad. Además, por lo general no tienen largas filas, funcionan las 24 horas y están a cada paso. Así que no es de extrañar que se pueda comprar todo en ellas. O casi todo.
Entre los productos que se expenden en estas máquinas están incluidos los huevos. Puedes comprar juguetes, souvenirs, pantuflas, corbatas y paraguas. Algunas venden ropa interior femenina. Y en algunas, es usada. ¿O pensaste que cuando dijimos que se podía “comprar todo” estábamos bromeando?
13. La tienda de un solo libro
Yoshiyuki Morioka, la propietaria de una pequeña librería (del tamaño de una pequeña habitación), Morioka Shoten, elige un libro cuyas copias se venderán en su tienda durante una semana.
Los visitantes de Morioka Shoten dicen que se la puede llamar una “librería que organiza una exposición dedicada a un solo libro”: la tienda cambia según el libro que venda. Así, si se vende un libro de floristería, la propietaria pone en la tienda las flores sobre las que habla el libro. Por eso, al ingresar a la librería, se tiene la sensación de haber ingresado al libro que se está presentando en la tienda.
14. Sillones para abrazos
Otra salida para las personas solitarias que quieren ser abrazadas, pero no se atreven a abrazar por dinero a una persona extraña y, menos, acostarse con ella en la misma cama, son los llamados sillones de tranquilidad. Tienen la forma de una muñeca gigante con brazos muy largos, que puedes envolverse a tu alrededor.
Esta silla es una idea original de UniCare, y se puede comprar por unos 419 USD. Es perfecta para aquellos que están solos y no tienen suficiente cariño en su vida, y además, como dicen en la empresa, puedes hablar con ella. Otra función de los asientos: pueden reproducir la vieja música japonesa que le gusta especialmente a los ancianos, ya que esta silla fue inventada, en primer lugar, para ellos.
¿Cuál de los hechos sobre Japón te pareció el más interesante? ¿Qué datos inusuales conoces tú? No dejes de compartirlos en los comentarios.