¿Sabías que la fibra para lavar los trastes puede estar 200 mil veces más sucia que la tapa del inodoro? En su superficie, a menudo hay Salmonella y E. coli. Para cuidarte de las sorpresas desagradables, nosotros recopilamos los errores más comunes que se cometen diariamente en la cocina.
1. Probar la comida para verificar si se ha echado a perder
Diferentes productos se echan a perder de diferente manera y, por desgracia, aquí no hay una receta precisa. Frecuentemente, nosotros nos centramos en el gusto, el aspecto físico y el olor de la comida, pero con este método no se podrán encontrar todas las bacterias dañinas. Por lo tanto, sigue esta regla: si la frescura de los productos o la comida hecha te hace dudar un poco, es mejor tirarlos a la basura de inmediato. A veces es suficiente incluso una pequeña cantidad de comida podrida para provocar una grave intoxicación.
2. Descongelar los productos directamente en la mesa
Nunca coloques la carne, aves o mariscos crudos cerca de la comida preparada, esto puede causar contaminación cruzada. Los microbios nocivos de la carne cruda pueden rápidamente extenderse en los platillos preparados para consumir y provocar una grave intoxicación. Utiliza cuchillos, tablas y platos separados para los productos crudos y los ya listos para consumir.
No descongeles la comida en el horno, ya que así las bacterias se reproducen muy rápido, el margen de 4 a 60 °С es perfecto para ellas. Es mejor descongelar los productos poniéndolos en el estante inferior del refrigerador o colocarlos en agua fría o en un horno de microondas en el modo especial de descongelación.
3. Lavar la carne cruda
Si en la carne no hay rastros evidentes de contaminación, no vale la pena lavarlas. Bajo el flujo de agua, las bacterias de la carne llegan al fregadero, mesa y otras superficies de la cocina. Es bastante peligroso, ya que así las bacterias pueden fácilmente llegar a tus platos. Lava minuciosamente solo las frutas y verduras crudas antes de cocinar o consumir.
4. Enfriar la comida durante mucho tiempo antes de guardarla en el refrigerador
No dejes la comida en la mesa más de 1 o 2 horas si la temperatura en la habitación es más de 32 °C. Los patógenos en los productos que se echan a perder muy rápido se reproducen en temperaturas de 4 hasta 60 °C. Siempre enfría los productos en el refrigerador, colocándolos en un tupper. Si estás en el camino, tienes poco tiempo o vas a un picnic, pon los productos que se echan a perder en la nevera portátil.
5. Probar productos crudos de carne
No vale la pena comer huevos crudos de ninguna manera ni probar carne cruda durante la preparación. Puede contener bacterias peligrosas u otros microorganismos nocivos. Respeta el modo de preparación de todos los platillos y no pruebes las mezclas y los productos que sabes que contienen huevos crudos o no cocidos.
7. Utilizar el adobo de la carne con la comida preparada
No utilices el mismo adobo para la carne cruda y la comida preparada. No dejes la carne, el pescado o mariscos crudos marinados en la mesa, es mejor guardarlos en el refrigerador. Si picas la carne marinada en la mesa, los microbios nocivos pueden reproducirse rápido a temperatura ambiente. Utiliza una tabla por separado.
8. No cocer completamente la carne, el pescado y los huevos
Puedes estar seguro de una comida preparada solamente después de que esta haya sido calentada hasta una temperatura bastante alta, con la cual mueren las bacterias dañinas. Siempre verifica la preparación de los productos con ayuda de un termómetro de cocina, ya que es el único método seguro para determinar la seguridad del platillo preparado. No vale la pena confiar totalmente en la vista, el olfato o el gusto en una cuestión tan importante.
9. No cambiar las fibras para lavar los trastes a tiempo
Según los resultados de una investigación, en casa no hay cosa más sucia que una fibra de cocina. Esta contiene la cantidad más grande de bacterias activas particularmente peligrosas como E. coli y Salmonella. El mejor método para protegerte es desinfectar la fibra en el horno de microondas después de cada lavado de trastes y cambiarla cada semana.
10. Cenar en el sillón
Si te gusta acomodarte en el sillón con tu comida favorita al ver una película, entonces te arriesgas a tener acidez. Al consumir de manera incorrecta la comida junto con el jugo ácido del estómago puede particularmente caer de nuevo al esófago y provocar una sensación de ardor. La mejor manera de evitarlo es estar en posición vertical más de una hora después de la comida. La sobrealimentación, las inclinaciones hacia adelante y levantar objetos pesados después de la comida también contribuyen a tener acidez.
11. Guardar la leche en el lugar inadecuado
Todos los productos lácteos: crema, yogur, suero de leche, leche, hay que conservarlos en los estantes del refrigerador y no en la puerta. Vale la pena recordar que, en los estantes, la temperatura es más baja, por eso, los productos a base de leche se echan a perder lentamente.
