Según los últimos datos, 1 de cada 10 niños sufre de trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Estos niños experimentan dificultades con la concentración, se mueven constantemente, son ruidosos y caprichosos. Entre 1989 y 2003, los gastos en psicoestimulantes para el tratamiento de este tipo de niños aumentaron 9 veces en Alemania. Al mismo tiempo, muchos investigadores dicen que un enfoque alfabetizado de aprendizaje es mucho mejor que las drogas costosas.
Hemos estudiado las investigaciones científicas y ha recopilado los consejos más actuales que ayudarán a los padres de niños hiperactivos.
1. Divide cualquier actividad en períodos cortos
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se manifiesta en dificultades de concentración en la realización de cualquier trabajo que requiera atención y precisión. Para que la tarea no se convierta en una tortura para el niño y para sus padres, hay que usar una regla simple, conocida por todos los adultos. Se reduce al hecho de que hay que dedicarle a la tarea que cuesta realizar solo entre 10 y 20 minutos.
Durante este período, el niño tendrá tiempo para involucrarse en la tarea completamente, y le será difícil cambiar a otro tipo de actividad incluso después de que el tiempo haya llegado a su fin. Si después de 10 minutos el niño se distrae, está bien, marca la hora nuevamente y proponle hacer otra cosa.
2. Sigue una rutina diaria
Los resultados de un estudio que duró 50 años demuestran que los niños de familias donde había una rutina diaria predecible se adaptan más fácilmente al horario escolar, se comportan de forma más moderada y tienen menos probabilidades de padecer ataques de hiperactividad y cambios de humor.
Una rutina diaria correcta debe suponer despertarse y acostarse a la misma hora. No solo el niño, sino también los padres deben renunciar al hábito de ver televisión y usar la computadora por la mañana y por la noche. Es excelente si se logra organizar las comidas a la misma hora, y si la familia puede hacerlo en conjunto. Además, los psicólogos recomiendan dedicarle tiempo a los paseos y juegos al aire libre, esto ayudará al niño a gastar la energía acumulada durante el día.
3. Critica menos y alienta más
“Muchos padres confunden las nociones de ‘disciplina’ y ‘castigo'”, – dice en su libro sobre la relación entre el comportamiento de los adultos y los niños el doctor en ciencias, Sal Severe. Estudios recientes confirman que los niños con TDAH tienen una tendencia muy alta a las emociones negativas, por lo que son inmunes a las prohibiciones y sanciones, pero responderán muy fácilmente a las emociones positivas: es mucho más efectivo alabar a estos niños por el buen comportamiento que regañar por el malo.
Tampoco estará demás prestar atención a la relación entre los padres de un niño así: las peleas y los conflictos constantes solo aumentan los síntomas.
4. Presta especial atención a la buena alimentación
En el curso de los estudios recientes se ha determinado que la comida basura, el medioambiente contaminado y el estrés emocional pueden acumularse, acrecentando los síntomas de TDAH. Lo más sencillo de modificar de esta lista es la comida: además de renunciar a la comida rápida, los científicos recomiendan limitar la cantidad de dulces en el menú.
También se descubrió que los niños hiperactivos tienen menos contenido de ácidos grasos poliinsaturados que sus compañeros. Una fuente adicional de omega-3 en forma de suplementos de vitaminas o aceite de pescado reduce la inflamación, afectando positivamente la condición de membranas intracelulares y ayudando a aliviar los síntomas de TDAH.
5. Aprende a ver la diferencia entre el niño y su enfermedad
Al haber tomado la decisión de tener hijos, los padres ya tienen en mente una cierta imagen del futuro niño. Cuando un niño que sufre de síntomas de TDAH comienza a comportarse en contra de sus expectativas, es muy fácil sucumbir al pánico y comenzar a sentir aversión hacia él. En estos casos, los padres pueden evitar inconscientemente el contacto con el niño, lo que intensifica los síntomas aún más.
Carol Brady, una psicóloga infantil de Houston, recomienda ver al enemigo en la enfermedad, y no en el niño. Tan pronto como los padres comienzan a asociar el mal comportamiento con un niño, y no con la enfermedad, su autoestima baja. Cuando se unen con el niño en una lucha común, se crea una atmósfera de amor y apoyo, a pesar de las deficiencias.
6. No exageres la importancia de la medicina y de la atención especializada
Es muy fácil justificar los problemas del comportamiento del niño a la falta de competencia de otras personas. Si el maestro y el psicopedagogo de la escuela no pueden controlarlo, no es una razón para bajar los brazos: ni siquiera las acciones más ineficientes de los especialistas liberan a los padres de la necesidad de luchar por el futuro de sus hijos.
Esta posición también se aplica al tema de la toma de medicamentos. Sara Bykowski, madre de dos hijos con TDAH, dice: “Cuando les pido a los niños que tomen la medicina, lo comparo con usar lentes: pueden mejorar la visión que una persona ya tiene, pero no la reemplaza. Mis hijos saben que su autocontrol es el factor principal en el manejo de su comportamiento”.
7. Permite que el niño tenga individualidad y deja de compararlo con otros niños
Los científicos dicen que la presencia de TDAH puede retrasar el desarrollo varios años en comparación con los compañeros del niño. La crianza de estos niños tiene poco que ver con la crianza tradicional: es importante que los padres reconozcan el hecho de que sus hijos son diferentes de sus compañeros y que la mayoría de las comparaciones con ellos no serán a su favor.
En esta situación, los padres son los responsables de aceptar la individualidad de sus hijos y proteger su derecho a ser diferentes a otros niños. Y solo los padres pueden elegir entre hacer que el niño sufra debido a su disparidad con sus pares o hacer que su ya de por sí difícil infancia sea más feliz.
Bono: las estrellas que en su infancia fueron diagnosticadas con TDAH
Avril Lavigne, la famosa cantante, cuyas canciones la convirtieron en una ídolo de los adolescentes, no la pasó tan bien en la suya propia: era regularmente expulsada de la clase por su pobre progreso y mal comportamiento. Afortunadamente, los padres de la niña siempre estuvieron de su lado, y a la edad de 15 años ya había logrado reconocimiento como cantante principiante.
Will Smith, su energía y el carisma que hoy tanto le gustan a los espectadores, no le caían tan bien a los profesores y educadores de su infancia. El segundo obstáculo en el camino hacia la fama es su dificultad con la lectura: el actor admite que prefiere los audiolibros debido a su dificultad para concentrarse.
Justin Timberlake, quien apoyó a este famoso artista y actor en la lucha contra la enfermedad, fue su madre. A pesar de las dificultades para concentrarse y de sufrir pensamientos obsesivos y atemorizantes, el joven logró encontrarse a sí mismo y conquistar la mayor parte del mundo con su talento.
¿Y tú qué piensas sobre los niños hiperactivos? Tal vez hayas tenido la oportunidad de estudiar en la misma clase con un niño así, o tú mismo te has enfrentado a su crianza.