Es increíble todo lo que ha inventado la humanidad en los miles de años de su existencia para atraer la buena suerte. Incluso nuestra generación tecnológica cree en la superstición. Y lo más importante es que la ciencia no nos prohíbe hacer esto en lo absoluto. Por el contrario, los estudiosos dicen a una sola voz: “Puedes y debes atraer la suerte”. Y nosotros te contamos cómo hacerlo.
Leimos varios estudios sobre la suerte y encontró formas científicamente probadas para atraerla. Cuando reposteas este artículo, el efecto se duplica.
1. Los talismanes funcionan
Unos científicos de Alemania llevaron a cabo varios experimentos y han descubierto que seguir supersticiones realmente ayuda a una persona a alcanzar el éxito. Se trata de psicología, el misticismo no tiene absolutamente nada que ver.
Por ejemplo, los talismanes de la suerte aumentan la confianza de los participantes en que la tarea que harán será bien cumplida. Y esto afecta significativamente su efectividad. En un experimento, la agilidad y el resultado general del juego de golf fue significativamente mayor para los golfistas que han tenido su “bola de la suerte”, y los estudiantes con sus bolígrafos favoritos resolvieron los problemas mejor que sus compañeros escépticos.
2. Los persistentes tienen más suerte
El economista Alan Kirman no tolera las supersticiones, y junto con su grupo ideó un experimento que demuestra que la suerte no es más que el resultado de la perseverancia en el logro de la meta.
Los investigadores crearon un modelo de un pequeño estacionamiento al lado del edificio, y se les pidió a los participantes que se dividieran entre aquellos que se consideran afortunados y aquellos que confían en su propia mala suerte. “Los afortunados” recorrieron el estacionamiento durante varios minutos en busca de un buen lugar, y llegaron a estacionarse más cerca del edificio, mientras que “la gente desafortunada” inmediatamente ocupaba el lugar de estacionamiento más incómodo.
Numerosas historias de éxito de personajes famosos prueban la tesis de Kirman. Por ejemplo, el inventor de las aspiradoras Dysonha diseñó su novedad “Ciclón” sin bolsa para el polvo, solo al intento número 5127, y la autora J. K. Rowling recibió 9 rechazos de las editoriales antes de la publicación de Harry Potter. No se rindieron simplemente porque supuestamente tuvieron “mala suerte”.
3. La intuición es solo un hábito de nuestro cerebro
La intuición, de acuerdo con los científicos, no es más que una forma habitual de razonamiento, creada por la evolución para que podamos evaluar rápidamente el peligro por sus signos no obvios y reaccionar igual de rápido. Pero, desafortunadamente, este sistema no está tan bien ajustado y, a menudo, nos da una falsa alarma.
El fenómeno cuando una persona confía solo en su intuición, descartando las leyes de la lógica, se denomina “falacia del jugador”. Por ejemplo, si tiramos una moneda dos veces y ambas veces sale cruz, estaremos seguros de que a la tercera sale cara. Pero, de hecho, la posibilidad de que salga la cara en este juego en cualquier intento es del 50%.
4. La fe en tu propia suerte aumenta la productividad
Los psicólogos Liza Day y John Maltby llevaron a cabo una serie de experimentos con estudiantes “afortunados” y estudiantes “perdedores”, durante los cuales supervisaron la actividad de sus cerebros. Resultó que la creencia en la propia suerte ayuda a usar sus habilidades mentales al máximo.
La actividad del cerebro de los “perdedores”, por el contrario, se veía notablemente menos pronunciada, mostraban capacidad de gestión baja y les costaba más pasar de una tarea a otra.
Un experimento con los periódicos revela los secretos de la suerte particularmente bien. El investigador dio a sus estudiantes unos diarios y les pidió que encontraran las ilustraciones. Los afortunados notaron inmediatamente la inscripción “No te esfuerces, hay 45 fotos” y los “perdedores”, resignados a una tarea aburrida, simplemente continuaron contando las imágenes de forma monótona. Las personas que están obsesionadas con su mala suerte no notan los regalos del destino que literalmente están delante de sus narices.
5. Puedes “entrenar” tu suerte
Está demostrado que la creencia firme en tu suerte no se trata de cuando uno cree en felices coincidencias de vez en cuando, aumenta la motivación para resolver problemas más complejos y mejora las posibilidades de éxito. Resulta que cuanto más tenemos suerte, más afortunados somos, sin importar cuán extraño pueda sonar.
Podemos engañar a nuestro cerebro y hacerle creer en la suerte constante. Es mejor comenzar con tareas simples que seguramente realizarás con éxito, y luego pasar gradualmente a otras más complejas. Las pequeñas victorias fortalecerán la confianza en ti mismo y llevarán a un verdadero éxito.