Normalmente, hablando de los primeros síntomas del envejecimiento, siempre se mencionan las primeras arrugas y la pérdida de elasticidad de la piel. Conociéndolos, las mujeres emplean todas sus fuerzas en luchar contra estas imperfecciones externas, perdiendo de vista las señales mucho más objetivas que nos revela el cuerpo al entrar a la etapa de madurez.
Hemos elaborado para ti una lista con los cambios de edad menos obvios, pero al mismo tiempo los más reveladores, que incluso antes de las “patas de gallo” te indicarán que ya es hora de comenzar a cuidar tu salud para ralentizar el proceso de envejecimiento tanto como sea posible.
1. Ralentización de la reacción
Con la edad, la velocidad de reacción comienza a verse reducida notablemente. Si cuando eres joven lo captas todo a la primera, tanto en sentido literal como figurativo, con el paso de los años acumulamos más tazas rotas y parachoques arañados accidentalmente.
Para asegurarte de que esto no sea consecuencia de la fatiga, sino que suponen las primeras señales de alarma que nuestro cuerpo nos da de la madurez, realiza esta prueba simple:
- toma una regla con una longitud de 45 cm;
- abre la palma de la mano con un ancho aproximado de 10 cm;
- pídele a alguien que sostenga la regla encima de tu mano con el máximo valor que indica esta hacia abajo. Luego, la persona debe dejarla caer sin previo aviso y tú, atraparla lo más rápido posible;
- repite la prueba tres veces, anota cada vez en qué valor la atrapaste con tus dedos, para luego calcular el resultado en promedio.
Normalmente, para una persona entre 20-30 años, el resultado será de 30 cm, para una entre 40-50, será de 20 cm. Si tu resultado difiere de estas cifras con un valor más pequeño, parece que los procesos de envejecimiento en tu cuerpo se están acelerando.
2. Aumento del tiempo de curación de las heridas y moretones
Uno de los signos más visibles del envejecimiento prematuro puede revelarse al notar que las heridas y hematomas en el cuerpo tardan mucho más tiempo en curarse que antes. La piel humana tiene la sorprendente habilidad de regenerarse. La alteración de este proceso indica que los sistemas internos fallan, lo que puede ser provocado, entre otras cosas, también por el envejecimiento del cuerpo.
3. Disminución de la capacidad de levantar un peso habitual
Si ahora apenas puedes mover un botellón de agua de 5 litros, mientras que en tu juventud eras capaz de transportar fácilmente dos desde un pozo, no te sorprendas, simplemente ten en cuenta tu edad. Con los años, los músculos pierden masa, lo que afecta principalmente la fuerza y la resistencia.
4. Empeoramiento de la visión
Mucha gente sabe que, con la edad, la visión comienza a deteriorarse. Tras cumplir los 40 años, la llamada hipermetropía senil, poco a poco, comienza a desarrollarse: las personas, cada vez ven peor los objetos de cerca y con frecuencia acaban necesitando lentes para leer.
No es difícil comprobar el estado de la vista: simplemente acerca a los ojos cualquier texto impreso (por ejemplo, un periódico) y mide la distancia mínima con la que puedes ver bien las palabras. A la edad de 20 años, esta será de aproximadamente 10 cm, pero a los 40 ya será de aproximadamente 23 cm.
Dependiendo de cuán diferente sea tu resultado personal de los valores generalmente establecidos, puedes valorar el ritmo del envejecimiento de tus ojos y, en caso de preocupación, deberías contactar a tu médico para corregirlo y prevenirlo.
5. Cambios en el patrón a la hora de ganar peso
¿Notaste que tus pantalones empiezan a apretarte por la cintura y, por las caderas, al contrario, están más sueltos? Es hora de preocuparse: ganar exceso de peso en la zona del abdomen es una señal clara de que tu cuerpo está envejeciendo rápidamente.
La situación se ve agravada por la ya mencionada pérdida de masa muscular, en este caso, en la zona de las caderas. Afortunadamente, con la ayuda de una dieta equilibrada y ejercicio físico puedes en poco tiempo volver a recuperar un buen tono físico, por lo que tu ropa favorita volverá a quedarte bien.
6. Te piden todo el tiempo que vayas más rápido
El hecho de que cada vez te resulta más difícil seguir el ritmo de tus compañeros también puede indicar un aceleramiento de los procesos de envejecimiento en tu cuerpo.
La velocidad a la hora de andar de una persona es un indicador bastante riguroso de la calidad del funcionamiento de los músculos de las piernas, en primer lugar, y de la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos, en segundo. Estos son casi los principales factores que condicionan el envejecimiento. No obstante, se puede hacer frente a ambos con éxito, aumentando la duración de las caminatas y mejorando el nivel de tu tono físico en general.
7. Alteración del funcionamiento del sistema vestibular
La alteración del sentido del equilibrio también es uno de los cambios explícitos que se relacionan con el avance de la edad. Por ejemplo, los científicos han demostrado que, a la edad de 80 años, una persona, en promedio, experimenta poco a poco una pérdida casi total de la capacidad de mantenerse mucho tiempo con los ojos cerrados apoyado en un solo pie.
En esto se basa una prueba simple que te permitirá evaluar la velocidad de los procesos de envejecimiento en tu propio cuerpo:
- ponte recto sobre el suelo, juntando las piernas. Cierra los ojos;
- levanta y dobla una pierna por la rodilla: la izquierda, si eres diestro, y la derecha, si eres zurdo;
- calcula el tiempo para evaluar cuánto podrás mantenerte en esta posición hasta que pierdas el equilibrio.
La norma para una persona de 30 años de edad que no experimenta problemas con el sistema vestibular, es de 20 segundos o más, mientras que una “cigüeña” longeva no duraría ni siquiera 10 segundos.
8. Frente plana
Por supuesto, los más visibles son los síntomas externos del envejecimiento. Sin embargo, pocas personas saben que la edad la revela, no solo las arrugas, sino también una frente absolutamente plana. Este efecto se produce por sufrir de una atrofia de la capa de grasa subcutánea, debido a la cual la frente pierde su volumen propio de la juventud, aunque puede permanecer bastante lisa al mismo tiempo.
Como resultado, el plano de luz y sombra en el rostro cambia, haciéndolo parecer de mayor edad. Empeora la situación la corrección de las arrugas horizontales en la frente con la ayuda de la toxina botulínica, la cual acelera aún más la atrofia de la capa de grasa.
9. Surco nasolabial alisado
Todas las mujeres saben que, con el paso de los años, se pierde el color y el volumen de los labios, por lo que combaten con éxito este problema con la ayuda de un lápiz labial, maquillaje permanente e inyecciones. Sin embargo, existe otro síntoma más difícil de combatir: el alisamiento gradual del surco nasolabial.
El surco nasolabial, conocido como filtrum o surco del filtrum, es la zona comprendida entre la base de la nariz y el “arco de Cupido” (las dos líneas que conectan la nariz con el labio superior recién el nombre de columnas del surco). Esta es una zona importante en la forma del rostro. En la juventud, destaca por su expresión y presenta relieve, pero con el paso de los años se vuelve cada vez menos notoria y, al llegar a la vejez, a la mayoría de las personas se les alisa por completo.
10. Anhedonia
Con esta palabra de origen latino se denomina la disminución o pérdida de la capacidad de disfrutar de la vida. Si sientes que, poco a poco, estás perdiendo interés por las actividades que antes te gustaban, debes encender las alertas. No en vano los síntomas similares pueden venir acompañados no solo por el envejecimiento, sino también, por ejemplo, por la disminución de la vitalidad debido a un cansancio en exceso (trabajo, hogar…) o depresión.
De todos modos, hace falta dejar de inventar más y más razones para negarse a reunirse con amigos o ir al cine a ver una película nueva de tu director favorito y aclarar la situación de una vez por todas. El desánimo tal vez no vaya a hacer que tu vida sea más corta, pero definitivamente reducirá su calidad, y esto no puede tolerarse de ninguna de las maneras.
¿Con qué criterio determinas tú la edad de una persona?