Las vacaciones en la playa sirven para tonificar y fortalecer el cuerpo, mientras que la natación nos pone en forma de una manera saludable. Pero, al mismo tiempo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ahogamiento supone una de las tres principales causas de accidentes mortales en el mundo.
Queremos recordarte la necesidad de tener en cuenta las normas de seguridad al estar en la playa, al objeto de saber a qué atenerse y evitar así cualquier tipo de peligro.
1. No vayas a bañarte solo
Es peligroso darse un baño solo, ya que incluso un atleta experimentado puede sufrir accidentes en el agua. La razón más común de un ahogamiento es que este sucede de manera silenciosa y casi imperceptible.
Si quieres nadar un rato, es mejor buscar compañía para ponerse de acuerdo y mantenerse ambos dentro del campo de visión uno del otro. De este modo, te podrán ayudar en caso de que sea necesario y viceversa.
2. No te precipites a la hora de tirarte al agua
En un lugar desconocido, entra al agua poco a poco desde la orilla y sin prisa alguna. Esto es especialmente recomendable cuando se visitan lagos o ríos en los cuales no puedes ver el fondo.
El agua del mar transparente también puede ocultar algunos peligros debido a la refracción de la luz. Te puede parecer que la profundidad es suficientemente segura para sumergirte de un salto, pero comprobar esa distancia con tu propio cuerpo es siempre una mala idea.
3. Evita los cambios bruscos de temperatura
Las consecuencias del sobrecalentamiento (hipertermia) son dolores de cabeza, náuseas y mareos que pueden no aparecer de inmediato, pero sí de una forma muy inesperada, sorprendiéndote cuando estás nadando.
Cuando el calor aprieta, un salto al agua desde una plataforma o trampolín puede desencadenar un síncope termodiferencial (parada cardíaca por inmersión) debido a un choque emocional o a un brusco cambio de temperatura. Esto provoca una muerte clínica, por lo que la persona acabará en el fondo del mar.
4. No organices competencias
Nadar haciendo carreras o aceptar retos que aparentemente resultan divertidos, pueden terminar en tragedia. La adrenalina excesiva y la sensación de excitación dificultan que se evalúen de manera adecuada las circunstancias. Además, al esforzarte para ganar una carrera, puedes acabar lejos de la orilla y sintiendo una total impotencia.
Incluso bromeando, no debes bucear pasando por debajo de las personas, sujetarlas por las extremidades ni sostenerlas. El sujeto puede entrar en pánico inesperadamente y hundirse, o bien, golpearte sin querer mientras intenta liberarse.
5. Evalúa riesgos adicionales
En lagos pantanosos, cubiertos de lodo o lirios de agua, a menudo viven microorganismos y bacterias perjudiciales. Estos son más comunes aún en zonas de agua artificial, en donde no circula la corriente (por ejemplo: estanques y albercas inundadas). Piénsalo dos veces antes de nadar en sitios de ese tipo.
Evita nadar en estanques en donde haya patos, gansos y otras aves acuáticas portadoras de larvas de gusanos planos, parásitos que causan cercariosis, también llamado “prurito del nadador”. Esta enfermedad no es fatal, pero es extremadamente desagradable.
Presta atención a los pescadores y a sus utensilios. Una red de pescar puede ser identificada por pequeñas boyas en la superficie del agua. Como con cualquier otro objeto de este tipo, lo mejor es no acercarse a ellos.
Además, no te olvides de que el hilo de pesca puede estirarse debajo del agua de 20 a 30 metros en cualquier dirección. En las profundidades no será visible, pero, al engancharse en una pierna, puede desencadenar una situación peligrosa, sin contar que los ganchos metálicos pueden ocasionar lesiones graves.
No te olvides de las corrientes frías en las profundidades ni de los chorros helados en los lagos. No te sumerjas en lo más profundo tratando de alcanzar el fondo. Siempre es mejor mantenerse en las capas superiores y más templadas de agua. Un cambio brusco de temperatura puede provocar espasmos musculares.
6. ¿Qué hacer si sufres un calambre?
Para evitar espasmos musculares, tendrás que hacer un poco de ejercicio antes de entrar en el agua. Si aun así sufres un calambre dándote un baño, lo más importante es no entrar en pánico.
Con más frecuencia, los espamos se producen en los músculos de los gemelos. Sujeta los dedos del pie que ha sufrido el calambre y tira de ellos hacia ti con fuerza, estirando el talón hacia delante. Con la otra mano, mientras tanto, masajea los músculos de la pierna afectada.
7. Vigila tu respiración
Si deseas contemplar el fondo marino, su flora y fauna, utiliza tubos para respirar en el agua. La respiración frecuente y profunda, así como mantenida por mucho tiempo, pueden causar apnea, mareos e incluso pérdida de conciencia.
El tiempo que podemos pasar debajo del agua no depende tanto de la cantidad de aire inhalado en los pulmones, sino de los niveles de dióxido de carbono en la sangre. Cuanto más aumenten, más rápido el cerebro envía una señal al tórax e involuntariamente empezamos a respirar.
Bucear y nadar bajo el agua siempre se deben hacer en dirección hacia a la orilla.
8. Los juguetes inflables dan una sensación falsa de seguridad
Es mejor dejar un colchón inflable en la orilla. Estos artículos reemplazan perfectamente a una toalla o esterilla, pero en el agua solo aparentan ser compañeros fiables. Con un sol ardiente y bajo la influencia del agua salada, una colchoneta puede desinflarse en el momento más inoportuno. Y también puede ser empujada por una ráfaga de viento junto con la persona que está sobre ella, y muy rápidamente alejarse de la orilla hacie el mar abierto.
Los niños, a menudo, intentan bucear junto a un flotador, dejando la cabeza bajo el agua y las piernas hacia arriba. En esta postura, resulta bastante difícil volver a darse la vuelta.
Es fácil deslizarse de un flotador simplemente levantando los brazos.
Mientras más temprano tus hijos aprendan a nadar sin ningún tipo de ayuda, más seguros se sentirán en el agua cuando crezcan. Por no mencionar el beneficio general que esto supondrá para sus cuerpos.
9. Recuerda los colores de las banderas de las playas y su significado
Blanco o verde: baño permitido. Puede no colocarse si la playa cuenta con servicios de rescate.
Amarillo: el mar no está tranquilo, oleaje moderado. El baño está permitido, pero con cuidado.
Rojo: está prohibido bañarse.
Doble rojo: está prohibido incluso entrar en el agua.
Negro: elevada probabilidad de ataque de tiburones. En algunos países también puede significar que está prohibido bañarse.
Violeta o azul: habitantes marinos peligrosos en la zona costera.
Marrón, con menos frecuencia, naranja: el agua está contaminada.
Rojo-amarillo: por regla general suele haber dos, delimitando la zona que cuenta con servicio de socorrismo.
Blanco y negro como un tablero de ajedrez: lugar para surfear. Se debe tener especial cuidado de no toparse con los surfistas y sus tablas al nadar cerca de esa zona.
Bandera azul con un dibujo: ¡tienes mucha suerte! Estás en una de las mejores playas del mundo, la cual cumple con los más altos estándares de calidad.
10. Bañarse de noche
Muchas personas encuentran que el baño nocturno es emocionante, inusual y, por lo tanto, atractivo. No existen prohibiciones estrictas sobre este pasatiempo, pero no debemos olvidar que nadar en la oscuridad supone más riesgos que hacerlo durante el día.
En primer lugar, los socorristas no están en las playas por la noche. Si necesitas ayuda, no habrá nadie para prestártela.
Y, en segundo lugar, puedes salir lastimado al pisar algo que simplemente no viste. Por ejemplo, un erizo de mar. O bien toparte con una bandada de medusas a las que les gusta cazar cerca de la orilla por la noche.
11. Barcos y catamaranes
Durante un paseo en barca, catamarán o cualquier otro medio de transporte acuático, siempre debes llevar puesto un chaleco salvavidas. Selecciónalo atendiendo a tu tamaño y aprieta correctamente los seguros todavía en tierra.
Se debe subir a bordo de uno en uno. Durante el movimiento, no debes balancearte, saltar o sentarte en los bordes, y si vas a caminar, hazlo agachándote. Todo esto es peligroso, no solo para ti, sino para todos los que estén en el bote.
Si tu barca vuelca, no entres en pánico. Recuerda que tienes un chaleco salvavidas puesto. ¡Este evitará que te hundas! Agárrate a los bordes de la embarcación, tratando de que no se voltee, y nada a su lado hacia la orilla.
12. Renuncia al alcohol antes y durante un baño
Parece obvio, todos lo saben, se recuerda constantemente… Pero, sin embargo, casi la mitad de los accidentes en el agua están relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.
Es importante recordar que por muy equipada que esté la playa y por muchos socorristas que presten servicio en ella, solo tú eres el responsable de tu vida.
Quiérete y cuídate.