Al tener un encuentro con las demás personas, son suficientes unos cuantos segundos para hacer conclusiones esenciales el uno del otro. Nosotros inconscientemente enviamos al interlocutor señales verbales y no verbales que, al notarlas, él subconscientemente determinará qué tan seguros estamos de nosotros mismos.
Reunimos ciertos patrones de conducta por los cuales las inseguridades o una baja autoestima son visibles a simple vista. Para que otros te perciban como una persona segura de sí misma, como un igual y no te atormenten con desprecio o lástima, deshazte inmediatamente de estos 6 hábitos.
1. Vergüenza por cumplidos y elogios
Cuando a una persona con una baja autoestima le hacen un cumplido, esta comienza a especular desesperadamente, y no porque tenga una mala pasada, tal vez, en realidad se están burlando de él. Pero incluso si tiene seguridad de que el cumplido es sincero, en lugar de tomarlo de manera tranquila y agradecer por este, la persona se justifica de la siguiente manera: “Gracias, pero seguramente tú lo habrías hecho mejor que yo”. Cuando las personas con una baja autoestima elogian a otros, ellos también pueden menospreciarse de forma encubierta: “Se te ve muy bien ese vestido, a mí no se me vería así de bonito”, “Ha sido un resultado increíble, yo nunca lo habría logrado”.
Aquellas personas que no se aman a sí mismas no aceptan sus propios méritos. Si ellos ascendieron de puesto o les dieron un bono, consideran que esto simplemente fue por casualidad, resultó ser un buen día. “Pero poco después, la suerte puede darme la espalda”, comenta una persona no segura de sí misma, “y todos sabrán que mi éxito era inmerecido”. A esto se le conoce como el síndrome el impostor.
¿Qué se debe hacer? Aprende de manera tranquila y con mérito a recibir cumplidos y elogios.
2. Estar de acuerdo inmediatamente con su interlocutor
Cuando te hacen una pregunta o te piden algo, ¿te das el tiempo para pensar detenidamente o intentas responder lo más rápido posible para que no te consideren indiferente? Las personas no seguras de sí misma frecuentemente están de acuerdo con su interlocutor y sin reflexiones particulares responden “sí” a sus peticiones. Incluso si después resulta ser que no quieren aceptar por completo a sus peticiones. Pero para tal persona, es más importante evitar los conflictos, ser buena persona ante los ojos de los demás y por eso aguanta y está de acuerdo con la otra persona.
¿Qué se debe hacer? Responder a las preguntas y peticiones sin prisas y con prudencia. La carencia de agitación y el voto de amén hacia palabras ajenas hará exactamente que tu opinión sea más importante ante los demás.
3. Intolerancia al silencio
El silencio, especialmente en las empresas con gente poco conocida, hace que todos se sientan un poco incómodos, pero para las personas con una baja autoestima, esto es algo especialmente insoportable. Ellos intentan rellenar el silencio con algo: arduamente buscan un tema para conversar, recuerdan bromas y, finalmente, tosen y suspiran. Pero los silencios pueden haber sido causado por cualquier cosa: un descanso durante una conversación, personas que aún no se conocen bien, no tienen una buena comunicación con otra persona—una persona insegura de sí misma se esforzará por “establecer” la atmósfera. Esto lo incita un sentimiento de una gran responsabilidad.
Otra estrategia al estar en compañía desconocida es sumergirse en su teléfono, navegando por las redes sociales, incluso sabiendo que nadie le ha escrito nada. Esto le permite esconderse sin comenzar una primera interacción.
¿Qué se debe hacer? Dejar de asumir la responsabilidad por el comportamiento y estado de ánimo de los demás. Tal vez estés al lado de dos personas que no se soportan la una a la otra, y tu intento por conseguir una conversación agradable termine agravando aún más la situación. Al estar entre nuevas personas, aprende a comportarte y hablar de manera relajada.
4. Sobrecompensación
Otra señal de inseguridad es la compensación, la manifestación pública de su arrogancia, o sobrecompensación. Una persona por todos los métodos intentará subrayar su estatus o pertenencia a cierto grupo. Los investigadores de Gran Bretaña y EE. UU. descubrieron lo siguiente: los aeropuertos pequeños procuran expresar su estatus utilizando en su sitio la palabra “internacional” más frecuentemente que los aeropuertos más grandes de EE. UU. Lo mismo sucede con las universidades: aquellas poco conocidas que no son de la “Ivy League” (compuesta por 8 universidades de educación superior) frecuentemente hacen mención de una nueva afiliación a la liga, a diferencia de la más prestigiosa: Harvard.
Estos estudios les permitieron a los investigadores llegar a la conclusión de que los agentes que se encuentran en las últimas filas de algún grupo, frecuentemente intentan con mayor fuerza enfatizar su pertenencia a ese grupo que aquellas figuras que son piezas clave de él.
¿Qué se debe de hacer? No hagas hincapié en la atención de los demás por el prestigio, el elitismo de tu trabajo/educación/automóvil, entre otros. Las personas realmente seguras de sí mismas no gritan en cada uno de sus pasos alcanzados.
5. Cuerpo paralizado
No importa cuánto tratemos de ocultar nuestra inseguridad, nuestro cuerpo puede delatarnos. En primer lugar, vale la pena supervisar tu postura. Es sorprendente, pero científicos han encontrado una relación entre la postura y la autoestima. A lo largo de un experimento, a un grupo de participantes se les pidió acudir a una entrevista de trabajo, sentados con la espalda recta y la cabeza en alto; al segundo grupo se les permitió sentarse cómodamente, encorvándose o “extendiéndose” sobre la silla. Después de la entrevista, el primer grupo dijo que evaluaban de manera favorable sus oportunidades para conseguir el trabajo, y el segundo grupo no tuvo tal seguridad. “Nuestra posición no solo influye en lo que los demás piensan sobre nosotros, sino también en cómo nosotros pensamos sobre nosotros mismos”, comenta el director de la investigación, Richard Petty.
Otras señales que pueden indicar falta de confianza en uno mismo y una tensión excesiva son la mandíbula rígida, morderse los labios, cara sombría o una expresión de preocupación en el rostro, posición “cerrada”, manos o piernas cruzadas.
¿Qué se debe hacer? No es necesario tomar una posición de “superhéroe” ni fingir ser amable, pero de todos modos, intenta mantener la espalda recta y la cabeza en alto. Aquí puedes leer un poco más sobre el lenguaje corporal, posiblemente, esto te ayude a sentirte más cómodo y seguro de ti mismo.
6. Mirada vacía
El contacto visual es muy importante para establecer confianza entre los interlocutores. La vista vacía y continua en el espacio de inmediato delata a un mentiroso o a una persona insegura, la cual está muy confundida y a quien le da miedo mirar a los ojos de otra persona. La socióloga Nora Murphy, durante las investigaciones, averiguó que las personas que miran tranquilamente a los ojos a su interlocutor se perciben como personas abiertas, seguras de sí mismas y que poseen un alto nivel del intelecto.
¿Qué hacer? No evitar las miradas “cara a cara”, aunque te critiquen o regañen. Mirar hacia abajo es como si aceptaras la justicia de todas las acusaciones, y despiertas más el descontento de esa persona contigo.