Las relaciones dentro de una familia siempre son una cosa muy interesante y ambigua. En algunas cosas son terriblemente apasionados, en otras se restringen y en algunas son absolutamente frescos.
La vida de las personas es diversa y extremadamente variable. Pero a veces hay situaciones que, cuando se examinan por primera vez, simplemente no caben en la cabeza.
Por ejemplo, cuando lees la noticia de que una mujer de 61 años está embarazada de su propio nieto. Y por extraño que parezca, este no es el resultado de una relación antinatural entre parientes cercanos.
Esta historia comenzó después de la boda de Susan Casey y Bill Connell. Como cualquier familia, los recién casados, por supuesto, querían tener hijos. Pero por muy triste que parezca, Susan no podía quedar embarazada.
Susan tuvo un aborto involuntario, luego perdió a unos gemelos otra vez, antes de que nacieran. Desesperada por quedar embarazada de una manera natural, la pareja decidió tratar de concebir por el método de inseminación artificial.
Por supuesto, surgió la cuestión de encontrar una madre sustituta para su futuro bebé y fue en ese momento que la madre de Susan, Christine Casey, de 61 años, les ofreció su ayuda.
A pesar de tener una edad bastante seria para un embarazo, esto no le impidió a Christine convertirse en una madre de alquiler para su propio nieto, y, al final, todo terminó bien.
El tan esperado hijo y nieto, Bill Connell Jr. nació totalmente sano.
¿Qué opinas de este caso?