Todos tenemos fotografías de las que nos sentimos completamente avergonzados y que nunca le mostraríamos a nadie, a menos, que pasen más de 10 años desde que fueron tomada. Y es que, a medida que pasan los años, estas imágenes nos hacen reír y nos recuerdan algunas de las situaciones más alocadas, curiosas y divertidas de nuestra infancia.
A continuación, te dejamos algunas fotos antiguas que seguramente te harán reír y recordar algunos divertidos sucesos de tu pasado. Así que ponte cómodo y prepárate para recibir una buena dosis de risas con estas imágenes, estamos seguros que desearás ver tus antiguas fotografías después de esto.
1. Cuando prefieres ahorrar dinero que tener una mejor fotografía
“Mi mamá se hizo la nariz dos días antes de las fotos familiares. El encargado le dijo a mi madre que habría un recargo si reprogramábamos las fotos de nuestra familia, así que decidimos ir de todos modos”.
2. “Mi hermano se quedó sin días de vacaciones para regresar a casa por Navidad. Esto no nos impidió tomar nuestra foto familiar anual”
Absolutamente nada iba a impedirle a esta familia tomarse su tradicional foto familiar. Puede que este chico no haya podido estar allí en cuerpo, pero su alma sí que lo estuvo. ¡Miren lo felices que están!
3. “Tenía 2 o 3 años en esta foto. Estábamos en la boda de un familiar de un amigo”
“Aparentemente, mi mamá se estaba divirtiendo bailando y no me prestaba atención. La mordí en el trasero, la leyenda dice que la hice sangrar”.
4. Los anuarios siempre tienen las peores fotografías
“La cruel persona que hizo mi anuario de séptimo grado decidió usar esta foto mía saltando la cuerda”.
fotos de albumes
5. Cuando te das cuenta que tu “yo” del pasado era más genial que tu “yo” del presente
“Mi mamá me envió esta foto esta mañana. Creo que mi genialidad alcanzó su punto máximo a los 4 años”
6. “Le dije a mi esposo que quería una foto sola con Jason Momoa, pero él no se sentía cómodo con eso”
De cualquier forma, esta sigue siguiendo una de las fotos más geniales que he visto de Jason Momoa. ¡Al diablo con el esposo!