10 Cosas poco agradables de diferentes países que los turistas deberían saber de antemano

Prevenido significa armado. Al irse de viaje, hay que hacer averiguaciones previas sobre las peculiaridades del país que se desea visitar, de lo contrario no se podrán evitar pequeños y grandes problemas.

Por ejemplo, en el Reino Unido puedes ser abordado por los chuggers, en Indonesia debes mirar muy atentamente donde pisas para no terminar en la cárcel, y en Australia el peligro no solo te acecha bajo los pies, sino también sobre la cabeza, en el sentido más literal de la palabra.

Hemos preparado varios consejos útiles que te ayudarán a ahorrar dinero y nervios en los viajes al extranjero.

1. En Corea del Sur no hay que contar con Google Maps

Lamentablemente, Google Maps no te ayudará a construir una ruta de viaje independiente en Corea del Sur. El gobierno de este país no le otorga a Google el derecho de usar sus datos cartográficos por cuestiones de seguridad nacional. Así que antes de viajar a Corea del Sur, vale la pena instalar una de las aplicaciones de navegación locales. La más popular de ellas es NAVER Map, que ahora está disponible no solo en coreano, sino también en inglés.

2. En el Reino Unido puedes cruzarte con recolectores legales de donaciones demasiado persistentes

Para estas personas incluso hay una palabra especial: “chugger”, que se formó por la fusión de las palabras caridad (“charity”) y ladrón (“mugger”). Estos muchachos actúan de manera muy decisiva: literalmente se lanzan sobre los transeúntes, los saludan alegremente y luego les piden insistentemente que donen un par de libras para un buen propósito. También pueden pedirle a una persona que complete un cuestionario y transfiera las donaciones mensualmente.

El método funciona: algunos transeúntes dan dinero solo para que los chugger los dejen en paz. Pero si no quieres dar dinero, lo mejor será no interactuar con los recaudadores callejeros de fondos, porque, al fin y al cabo, las donaciones son voluntarias. En general, a los británicos no les gustan los chugger por lo cargosos, pero los tratan con tolerancia, considerando que su actividad es una forma de hacer caridad.

3. En Singapur está prohibido comer y hasta beber en transporte público

A Singapur a veces se le dice “el país de las prohibiciones”, y con razón. Probablemente, ya hayas escuchado que fumar en lugares públicos se castiga con una multa de 1 000 USD. La pena por comer, beber y amamantar a un bebé en el transporte público es más modesta, “sólo” 500 USD. Así que si estás viajando en el metro, y tienes mucha sed, tendrás que ser paciente.

¿Por qué tanto rigor? El hecho es que el gobierno de Singapur quiere evitar posibles peligros y molestias a los pasajeros. Una bebida o algún alimento derramados accidentalmente pueden echar a perder el espacio para sentarse, además de que uno puede resbalar y caerse si hay líquido en el suelo.

4. En Indonesia puedes terminar en prisión si pisas un canang sari o hablas mal sobre él

Si visitas la isla indonesia de Bali, debes tener mucho cuidado al ver un canang sari: las ofrendas que se le hacen al dios hindú Sang Hyang Widhi Wasa, y que los residentes locales dejan a diario directamente en la acera. Una persona que lo ha pisado (incluso accidentalmente), o que ha mostrado falta de respeto de alguna otra manera al ver estas ofrendas, puede ser penada con hasta 4 años de prisión y una multa considerable.

Esto fue lo que le sucedió a una mujer que dijo que el canang sari era “sucio” en presencia de su suegra, que inmediatamente hizo una denuncia a la policía. Como resultado, el tribunal encontró a la mujer (que, por cierto, no profesaba el hinduismo) culpable de haber insultado a esta religión y la envió a prisión por 14 meses.

5. En Suiza es casi imposible hacer compras después de las 21:00

La mayoría de las tiendas suizas cierran a las 18:30 (a las 21:00 los jueves), y los domingos no abren en absoluto. Aunque también existen pequeñas tiendas que funcionan según sus propias reglas.

Pero aún si una tienda de comestibles sigue abierta después de las 21:00, no se te permitirá comprar alcohol, su venta a esa hora del día está prohibida. Por lo que en Suiza vale la pena ocuparse de comprar los alimentos y otros productos con anticipación. Esto también se aplica a algunos otros países europeos, como Austria y Alemania.

6. No se puede sacar de Túnez la moneda local, el dinar tunecino

El dinar tunecino forma parte de las llamadas “monedas cerradas”, por lo que un intento de sacarlo fuera del país puede generar problemas con la ley. Aún así, algunos turistas sacan billetes o monedas como souvenirs, mezclándolos en la billetera con una divisa diferente, a pesar del riesgo de una revisión en el aeropuerto, a la salida de Túnez. Aunque es poco probable que se te aplique un castigo penal por un par de billetes o monedas, lo más seguro es que te confisquen el dinero y te agiten un dedo en el aire.

7. Los baños de Tailandia pueden shockearte

Esto no solo es válido para Tailandia, sino también para muchos otros países asiáticos (especialmente en las zonas alejadas de los lugares turísticos populares) donde son comunes unos baños que resultan extraños para los europeos o los estadounidenses.

Al usar el inodoro en este tipo de baños hay que ponerse en cuclillas, y el agua se tira con un balde o con un cazo. Además, puede no haber papel higiénico, ya que los residentes locales muchas veces prefieren usar agua.

8. En Italia operan oficiales de policía falsos

En este país, como en algunos otros, existe el riesgo de toparse con agentes de la ley falsos que, bajo diversos pretextos, “controlan” a los turistas y les limpian los bolsillos. Muchas veces, las personas que representan el papel de estos policías están vestidas de civil (el uniforme de los policías reales se muestra en la foto), pero con una identificación falsa.

Los policías reales vestidos de civil no revisan los documentos de los turistas porque tienen tareas completamente diferentes. Si te topas con una persona así, no te apresures a mostrar tus documentos y el contenido de tu cartera o bolso, mejor dile que llamarás a la policía de verdad. Por lo general, esta amenaza es suficiente para que los falsos policías se evaporen.

9. En China corres el rriesgo de “romper” accidentalmente un taxi

Prácticamente en todos los países del mundo existen todo tipo de trucos para engañar a los turistas en los taxis, pero en China también se te puede acusar de haberle causado daños al vehículo. Esto se hace de la siguiente manera: el malicioso taxista pega la manija a la puerta de pasajeros con pegamento o cinta scotch, y cuando el desprevenido turista intenta abrir la puerta de repente la “rompe”.

El taxista arma un escándalo y obliga al pasajero a pagar por el daño presuntamente causado por él. En estos casos, lo mejor es ponerse en contacto con la policía, lo más probable es que la razón se te dé a ti y no al taxista. Y, por supuesto, lo mejor es averiguar de antemano los teléfonos de los taxis con licencia oficial, a fin de evitar una situación desagradable. Por ejemplo, en Pekín todos los números de registro legales de los taxis comienzan con los símbolos 京 B.

10. No todo en Australia quiere matarte, pero hay algo de verdad en este chiste

En este país, el peligro puede provenir no sólo de las arañas y las serpientes, sino hasta de la hierba de aspecto inofensivo y de pájaros simpáticos. Los propios australianos bromean que con la llegada de la primavera (en el hemisferio sur, como se sabe, llega en septiembre), aparecen dos desgracias: bindi y urracas. Te contaremos un poco sobre las dos cosas.

El bindi australiano no es la marca sagrada en la frente, como se podría pensar por su nombre (y ni siquiera es la hija de Steve Irwin), sino una hierba perniciosa, un poco parecida al perejil. El peligro no está en la hierba en sí, sino en sus semillas espinosas que se clavan furiosamente en los pies de las personas (y los zapatos no las detienen) y en las patas de los animales. Para deshacerse de esta plaga, los australianos usan un herbicida especial.

Los ostreros negros australianos​ no se parecen a las urracas comunes y, de hecho, pertenecen a una especie de aves muy diferente. Su principal característica es un comportamiento bastante agresivo durante la temporada de apareamiento. Las aves atacan a los peatones violentamente, así como a los que montan una bicicleta o una motocicleta. Mira con qué persistencia un ostrero persigue a un ciclista australiano, pero aparentemente él está acostumbrado desde hace tiempo a esa actitud de las aves.

A pesar de su mal temperamento, algunos ostreros se llevan bien con las personas que los alimentan, se posan en sus manos y les presentan a sus polluelos. El hecho es que los ostreros australianos (igual que los cuervos) recuerdan perfectamente el rostro de las personas y no se olvidan de aquellos que alguna vez fueron agresivos con ellos. Las autoridades australianas aconsejan a los ciudadanos no provocar a las aves y, de ser posible, evitar los lugares donde anidan.

¿Y qué características de otros países conoces tú? Cuéntanos sobre ellas en los comentarios y, tal vez, salves a alguno de nuestros lectores de sorpresas desagradables durante los viajes.