11 situaciones delicadas de relaciones que no deberían incomodaros

Por muy modernos que nos creamos, suele ocurrir que a la hora de enfocar nuestras relaciones de pareja sigamos aplicando reglas anticuadas. Como por ejemplo esa que afirma que hay temas que es mejor no tocar…

Por ese motivo, conviene saber que es complicado que una relación vaya bien si le guardamos secretos a nuestras parejas. El hecho de que haya temas “tabú” va en contra de los principios de una relación sana.

Pero no temáis, que con esta recopilación os vamos a ayudar a hacer crecer vuestra relación…

1. Salud.

No hay que preocuparse por todo, pero tampoco fingir que somos inmortales. Dejarse cuidar por la pareja siempre es buena idea. A fin de cuentas, estáis en el mismo equipo y los jugadores se cubren el uno al otro.

2. Cosas íntimas.

Es obvio que no podemos resolver los problemas que desconocemos. Sin embargo, muchas parejas esperan que los asuntos de su vida personal desaparezcan por sí solos. Dejad de ser tímidos, y permitid que el sentido común domine vuestras decisiones.

3. Costumbres graciosas y debilidades.

Todos tenemos nuestras manías y hobbies: a algunas personas les encanta bailar danzas africanas. A otras, les gustan los cómics, o seguir jugando con los Lego. Vuestra pareja seguro que tiene sus debilidades también… ¿y si descubrís que vuestros hábitos “raros” coinciden?

4. Indiferencia hacia los niños.

Eso de que todo el mundo quiere bebés a su alrededor es un mito. Tenemos el derecho a no querer tener hijos, hasta que llegue el momento indicado… o definitivamente. Lo importante es que hablemos sobre el tema con nuestra pareja a tiempo.

5. Problemas económicos.

“No nos llega el dinero”, “no compres tonterías”… a muchas personas les da pena decirlo, por no parecer tacaños, o dar pie a reproches. Pero la cuestión es que el presupuesto familiar es un tema muy serio, así que es mejor hablar de ello —eligiendo bien las palabras— que llegar a un punto crítico.

6. Faltas y errores de vuestra pareja.

No es bueno estar “educando” a vuestra pareja todo el tiempo, pero tampoco deberíais acumular disgustos. Es mejor tener un diálogo constructivo y resolver el problema de manera pacífica.

7. Derecho a estar solos.

A veces, todos queremos ser como una patata: enterrarnos en nuestros pensamientos y que nadie nos moleste. Siempre hay que tener presente que “quiero descansar de todos” no es lo mismo que “ya no te quiero”.

8. Problemas personales.

Nadie quiere pasarse el día escuchando una y otra vez vuestra conversación con un vendedor maleducado. Pero callarse al respecto puede ser peor. Hay un término medio entre ocultar lo que te preocupa y no hablar de otra cosa.

9. Padres.

Saber llegar a un acuerdo cuando se trata de los padres de vuestra pareja es algo por lo que siempre hay que pasar. Pero no es bueno para nadie cuando los padres de uno de los dos quiere controlar vuestras vidas. Si sentís una influencia negativa por su parte, no dejéis pasar el momento y hablarlo con vuestra pareja. Recordad que habéis creado una familia nueva, no un clan.

10. Planes para el futuro.

No os dejéis llevar por el guión “perfecto” de la vida, si eso significa ir en contra de vuestros sueños. Esto solo hará que todos salgan lastimados. Si queréis hacer cambios radicales, compartid vuestras impresiones con vuestra pareja. Tal vez ellos también quieren algo, y no se atreven a decirlo.

11. Complejos por el aspecto físico.

A todos nos gustan unos rasgos faciales atractivos —o un trasero firme—, pero pensadlo: no amáis a vuestra pareja por sus ojos, ¿verdad? ¿Entonces por qué crees que solo os evalúa por vuestra “portada”?

¿Qué os parece a vosotros?