Como es bien sabido, sobrecargarse de trabajo puede llegar a embotar nuestros cerebros, y es que a veces tenemos tanto trabajo, que no nos damos cuenta de que ya no podemos más. Así que, sencillamente, hay un interruptor en nuestras cabezas que de repente se apaga, haciendo que de pronto dejemos de prestarle la debida atención a lo que estamos haciendo, por lo que los resultados pueden ser impredecibles y, en la mayoría de los casos, lamentables. En esos momentos, empezamos a hacer nuestro trabajo de forma automática, sin siquiera imaginar las consecuencias que esto podría acarrear.
Sentimos mucha curiosidad acerca de qué tan lejos puede llegar la gente que se siente agotada. Y tal parece que las posibilidades en estos casos son prácticamente ilimitadas. Así que si quieren explorar esas posibilidades con nosotros, sigan leyendo, para que puedan ver con sus propios ojos los ejemplos más representativos de este fenómeno que hemos recopilado para ustedes hoy.
22. “Las escaleras me quedaron tal como en el plano”
Sólo nos queda tratar de imaginar las caras del arquitecto, el ingeniero y el capataz a cargo de esta construcción, luego de ver el trabajo realizado por los albañiles que con tanta diligencia construyeron estas escaleras.
21. El baño de Houdini
Es realmente difícil lograr imaginar qué tipo de cuerpo es necesario tener para poder hacer uso de este sanitario. Aunque eso no es lo único extraño en la imagen. También es difícil entender qué hace la lavadora en el baño.
20. Parece que alguien perdió la cuenta
Lo difícil en este caso es dar indicaciones para la entrega del correo y para que cualquiera que necesite ir allá pueda llegar.
19. Voy al piso… No sé a dónde voy
Es un poco difícil orientarse en este ascensor tan confuso. Me pregunto qué tenía en mente la persona que colocó los botones.
18. Las escaleras para incendios de este edificio no se ven muy seguras que digamos…
Creo que más de uno, en caso de que ocurra un incendio, va a preferir morir quemado antes que aventurarse por esas escaleras.