Nuestros antepasados no tenían las comodidades que nosotros poseemos actualmente, pero no eran menos ingeniosos e inventivos, por lo que resolvieron muchos problemas a su manera (a veces, de formas muy inusuales, y usando inventos que hoy podrían parecernos ridículos).
Encontramos varias cosas del pasado que ayudaban a la gente a resolver sus problemas.
1. Cadenas en lugar de bolsas
La ropa del siglo XIX no tenía bolsillos, y los bolsos todavía no estaban de moda en esa época, así que las mujeres llevaban todas las cosas pequeñas que necesitaban en las chatelaines (palabra que proviene del francés “dueño del castillo”). Estas eran un adorno y accesorio en forma de una cadena, con un clip al que se sujetaban diversos objetos: llaves, monedero, reloj, tijeras, cuadernos, perfumes, cosméticos, entre otros.
La importancia de las chatelaines era similar a la que hoy tienen las bolsas. Había modelos para diferentes ocasiones: para la vida cotidiana, los deportes, e incluso el duelo. Por cierto, hoy en día existen los broches de “Chatelaine”.
2. Usaban un cono para el maquillaje
En 1939, en Montreal, la gente buscaba un método que les ayudara a proteger el maquillaje de la lluvia. Entonces se les ocurrió diseñar un cono transparente especial que se pegaba a la cara de la chica y repelía la humedad. A pesar de que este objeto a menudo se empañaba, no era adecuado para las citas y parecía ridículo, muchas mujeres lo usaban con gusto.
3. Apagaban los incendios con granadas
En 1723, en Inglaterra hubo muchos incendios, por lo que el químico Ambrose Godfrey inventó un dispositivo que permitía a los civiles apagar rápidamente el fuego. Este objeto se llamaba Harden Star, o simplemente granada, porque eso era.
Un matraz esférico contenía un líquido que suprimía las llamas y un frasco de estaño lleno de pólvora. Cuando la granada era arrojada al fuego, el polvo explotaba, rociando el líquido y apagando el incendio. No solo funcionaba, sino que también se veía genial. Aunque no era tan seguro, por supuesto, como los extintores modernos.
4. Determinaban el embarazo por los ojos
El médico Jacques Guillemeau inventó en el siglo XVI un método que ayudaba a determinar el embarazo de una mujer solo mirándola a los ojos. Él afirmaba que “La mirada de una dama encinta era más profunda. Las pupilas lucían estrechas, los párpados estaban bajos, y en las esquinas de los ojos había venas hinchadas”.
Parece dudoso, pero este método funcionó en muchas ocasiones. Hoy, los científicos confirman que, durante el embarazo, la visión de una mujer realmente puede cambiar, pero sin tecnología moderna es difícil determinar tal cosa.
5. Usaban electroterapia para resolver muchos problemas
Las personas usan electroterapia hace más de 2 000 años. Mucho antes de inventar los dispositivos eléctricos, los griegos utilizaban peces torpedo como anestésicos durante las cirugías para aminorar el dolor.
Y en el año 46, el médico romano Scribonius Largus se dio cuenta de que un hombre fue curado de gota tras pisar un “pez torpedo” (una especie de animal marino que produce rayos eléctricos). Ese método comenzó a ser utilizado para curar también migrañas. Se han usado procedimientos similares para tratar las hemorroides, pero mejor no hablemos de eso hoy.
6. Inventaron una taza para proteger los bigotes de las bebidas
Si intentas imaginar a un caballero inglés del siglo XIX, es probable que sea un hombre con bigote y una taza de té. Es verdad. Esa era una moda en aquellas épocas, pero no era cómodo tomar un té con algo así en el rostro. Por lo tanto, en la década de 1870, el inglés Harvey Adams inventó una taza especial que protegía el bigote de la humedad.
El artículo fue un verdadero éxito y todas sus unidades se agotaron en la primera semana de venta. Pronto, la invención se extendió por toda Europa, y muchas compañías comenzaron a producir productos similares. Por ejemplo, había también un vendaje para mantener la forma del bigote durante el sueño y una cuchara especial que protegía esta zona del contacto con los alimentos.
7. Cocinaban utilizando gases de escape
A principios del siglo XX, la gente amaba pasar tiempo al aire libre. Dado que muchos tenían autos, y cocinar en fuego era problemático, en 1930, inventaron una olla a presión que se conectaba a los coches. La idea era que los gases de escape calientes calentaran la comida. Se decía que se podía preparar un guisado en apenas 1 hora utilizando este método.
La invención fue popular, pero no por mucho tiempo. Aparentemente, la gente descubrió que esta forma de cocinar no era completamente segura para la salud.
Nos preguntamos, ¿cuáles de los inventos de hoy parecerán ridículos en 100 años?