Un hombre de 35 años de Wisconsin estaba disfrutando de su día libre, cuando de pronto le llegó un mensaje de texto. “Cariño por favor, trae leche y algo de comer, te veo al volver a casa”, decía el mensaje.
Como el hombre, que se hace llamar velakskin en las redes sociales, ya se encontraba en casa y no reconocía el número, dio por sentado que el remitente se había equivocado. Pero cuando intentó convencer a la remitente de esto, ella se negó a creer que no estuviera hablando con Jess, su hija de 17 años.
Y como podéis ver, el asunto se fue de las manos rápidamente…